/ sábado 26 de septiembre de 2020

Sin pueblo el informe de Rocha Moya

Un segundo informe de labores prácticamente exclusivo para la élite política, leyó ayer el senador de Morena Rubén Rocha Moya. En el Centro Sinaloa de las Artes no estuvo el pueblo.

Desde el inicio de su mensaje lo confirmó cuando agradeció que lo acompañaran un “grupo selecto de amigos y amigas”.

Con el pretexto de la aplicación de las medidas sanitarias que hicieron inviolable el filtro a causa del Covid-19, la logística organizativa fue despectiva.

Al ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, aparentemente le importó más informar sobre su gestión a los políticos que considera necesita para amarrar su candidatura al Gobierno del Estado.

Ese fue el reflejo que le observaron. La asistencia la limitó con mucho rigor a amigos, familiares, alcaldes morenistas o petistas y al gobernador Quirino Ordaz Coppel a quien esperó por cortesía para comenzar con el evento.

Permitió que estuviera la alcaldesa priista de Badiraguato, de cuya tierra es oriundo y la ocupa para que le eche porras en su desesperada carrera hacia la meta del 2021.

Y recibió con los brazos abiertos al senador del Partido Revolucionario Institucional, Mario Zamora Gastélum al que se alió en las últimas semanas para dividir a los sectores del norte de la entidad, que empujan el proyecto de un abanderado distinto.

Para tener piezas de artillería política que contra ataquen en la misma casa donde tiene sus raíces uno de los personajes a los que se le hizo costumbre descalificar porque le hace sombra.

No hay que esculcar mucho al asunto. Pasaron lista de presentes los ediles de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro; Aurelia Leal, de Guasave; Eliazar Gutiérrez Ángulo de Navolato; y Jesús Guillermo Galindo, de Mocorito.

Para suavizar sus relaciones con otro de los aspirantes, Héctor Melesio Cuen Ojeda, sobre quien se lanza para desprestigiarlo cada vez que se le antoja, Rubén Rocha Moya Invitó al rector de la UAS, Juan Eulogio Guerra. Para no hacer “mal cuarto” y quedar bien con el ex mandatario del Revolucionario Institucional, Jesús Aguilar Padilla, principal impulsor de su candidatura, convidó a la titular de rectoría de la Universidad Autónoma de Occidente, Sylvia Paz Díaz.

Sospechosamente no acudió el presidente municipal de Mazatlán, Guillermo Benitez que representa al bloque contrario y más pesado que le disputa el derecho en la sucesión de la silla sinaloense.

De última hora, se incorporó al suceso la senadora del Movimiento de Regeneración Nacional, Imelda Castro, de quien se asegura podría ser la próxima gobernadora.

Sin embargo, los integrantes de las clases populares no aparecieron por ningún lado. Menos los pobres a los que el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador sostiene que están primero.

Este sábado no se vieron, porque los espacios los ocuparon los miembros destacados de la clase política, en un acontecimiento meramente priista-morenista. Pero cien por ciento elitista.

Enmudeció Rubén ante precisiones de Gerardo.

Antes de que entrara al recinto, Rubén Rocha Moya se negó a contestar a los reporteros que lo cuestionaron, sobre las precisiones que Gerardo Vargas Landeros le hizo vía redes sociales que luego se propagaron en el resto de los medios de comunicación.

Esas aclaraciones fueron como una defensa del mochitense a las expresiones de defenestración que el legislador federal hacia su persona cada vez que puede o quiere. Pronto se sabrá por qué.

Un segundo informe de labores prácticamente exclusivo para la élite política, leyó ayer el senador de Morena Rubén Rocha Moya. En el Centro Sinaloa de las Artes no estuvo el pueblo.

Desde el inicio de su mensaje lo confirmó cuando agradeció que lo acompañaran un “grupo selecto de amigos y amigas”.

Con el pretexto de la aplicación de las medidas sanitarias que hicieron inviolable el filtro a causa del Covid-19, la logística organizativa fue despectiva.

Al ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, aparentemente le importó más informar sobre su gestión a los políticos que considera necesita para amarrar su candidatura al Gobierno del Estado.

Ese fue el reflejo que le observaron. La asistencia la limitó con mucho rigor a amigos, familiares, alcaldes morenistas o petistas y al gobernador Quirino Ordaz Coppel a quien esperó por cortesía para comenzar con el evento.

Permitió que estuviera la alcaldesa priista de Badiraguato, de cuya tierra es oriundo y la ocupa para que le eche porras en su desesperada carrera hacia la meta del 2021.

Y recibió con los brazos abiertos al senador del Partido Revolucionario Institucional, Mario Zamora Gastélum al que se alió en las últimas semanas para dividir a los sectores del norte de la entidad, que empujan el proyecto de un abanderado distinto.

Para tener piezas de artillería política que contra ataquen en la misma casa donde tiene sus raíces uno de los personajes a los que se le hizo costumbre descalificar porque le hace sombra.

No hay que esculcar mucho al asunto. Pasaron lista de presentes los ediles de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro; Aurelia Leal, de Guasave; Eliazar Gutiérrez Ángulo de Navolato; y Jesús Guillermo Galindo, de Mocorito.

Para suavizar sus relaciones con otro de los aspirantes, Héctor Melesio Cuen Ojeda, sobre quien se lanza para desprestigiarlo cada vez que se le antoja, Rubén Rocha Moya Invitó al rector de la UAS, Juan Eulogio Guerra. Para no hacer “mal cuarto” y quedar bien con el ex mandatario del Revolucionario Institucional, Jesús Aguilar Padilla, principal impulsor de su candidatura, convidó a la titular de rectoría de la Universidad Autónoma de Occidente, Sylvia Paz Díaz.

Sospechosamente no acudió el presidente municipal de Mazatlán, Guillermo Benitez que representa al bloque contrario y más pesado que le disputa el derecho en la sucesión de la silla sinaloense.

De última hora, se incorporó al suceso la senadora del Movimiento de Regeneración Nacional, Imelda Castro, de quien se asegura podría ser la próxima gobernadora.

Sin embargo, los integrantes de las clases populares no aparecieron por ningún lado. Menos los pobres a los que el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador sostiene que están primero.

Este sábado no se vieron, porque los espacios los ocuparon los miembros destacados de la clase política, en un acontecimiento meramente priista-morenista. Pero cien por ciento elitista.

Enmudeció Rubén ante precisiones de Gerardo.

Antes de que entrara al recinto, Rubén Rocha Moya se negó a contestar a los reporteros que lo cuestionaron, sobre las precisiones que Gerardo Vargas Landeros le hizo vía redes sociales que luego se propagaron en el resto de los medios de comunicación.

Esas aclaraciones fueron como una defensa del mochitense a las expresiones de defenestración que el legislador federal hacia su persona cada vez que puede o quiere. Pronto se sabrá por qué.