¿Hay algo realmente de peso a lo que pudiera atenerse Guillermo Benitez que en su airada resurrección lo volvió intimidante, como para asegurar que va por quienes lo traicionaron? Y que osó afirmar que regresó por la venganza en contra del alcalde de Mazatlán, Edgardo González Zatarain y escalar su dicho incluso para que el posible efecto alcance al gobernador del estado Rubén Rocha Moya.
¿O le ganó al alcalde mazatleco depuesto el momento de coraje y no midió lo que su ronco pecho no pudo contener?
Misteriosamente, se unió a otros personajes que buscan llegar al Senado de la República y a diputaciones federales que cobijó el dueño del Partido del Trabajo en el país, Alberto Anaya, quien tiene diferencias con el mandatario sinaloense luego de que no le aseguraron las posiciones para el proceso electoral, que en apariencia apartaron o “siglaron”, lo que abrió un cisma coyuntural.
Y que Leobardo Alcántara, directivo petista en la entidad y experto en ponerle demás a las cosas, se encargó de magnificar.
Entre ellos se maneja la versión, posiblemente más como estrategia que como una realidad, que en la lucha por la gubernatura que se resolverá el 2027, establecieron una alianza con un grupo nacional de Morena, que desea adjudicarse el poder en esta tierra.
Explican en sus conversaciones en corto, pero que les interesa que se propague lo más que se pueda, que el matrimonio Dolores Padierna y René Bejarano, pretenden a toda costa poner a una sucesora del oriundo de Batequitas.
El primer signo de la disputa en las altas esferas, fue que bajaron a Enrique Inzunza al segundo lugar de la fórmula y la invirtieron con Imelda Castro Arriba.
No quieren por nada del mundo a un ex secretario General de Gobierno del Estado, que además de no pertenecer a Movimiento de Regeneración Nacional, carga con un historial negativo y desplazó a militantes y fundadores del organismo que creó Andrés Manuel López Obrador, actual Presidente.
Allá arriba, de acuerdo a los datos que manejan, se desatan confrontaciones brutales que influyeron en los cambios como el de imponer al priista Jesús Ibarra por María Inés Pérez, todavía Secretaria de Bienestar del gabinete estatal, a la que sacaron desde la ciudad de México, de una lista previa que se envió para que fuera abanderada a diputada federal.
Agregan que de la trama, forma parte también el dirigente del morenismo mexicano, Mario Delgado, que se asume como uno de los traidores más grandes de los tiempos modernos.
Esta planificación es hasta cierto punto creíble, porque las ambiciones configuran lo inimaginable.
La otra especie que circula es la que anticipó el ex edil del puerto. “Asustar con el petate del muerto” de que tiene en su poder documentadamente, hechos en los que tanto su sucesor en el cargo, como otros ex colaboradores municipales y hasta el mismo Ejecutivo del estado, maquinaron para sacarlo del camino e inhabilitarlo como candidato, estaría por verse.
Su actuación en una suerte de vendetta política se reduciría, en caso de que llegara a la Legislatura local, a utilizar la tribuna y sus cabildeos para golpear de modo político a quienes dice, son sus persecutores.
De poseer algo valioso jurídicamente, no tendría razón que aplazara acudir ante los tribunales competentes.
De cualquier manera, la gente estará pendiente. Sobre todo en una época electoral en la que se acostumbra a tirar con todo a los adversarios y a hacer alianzas hasta con el mal.
Reforma el Congreso Ley de la UADEO y afianza a Flores.
En un plazo corto después de que se anunció como propuesta entre los sectores sociales y los universitarios, y por la vía del “Fast Track” en el proceso legislativo, el Congreso del Estado aprobó este miércoles la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Occidente.
La resolución, dejó con un “pasmo de narices” a los integrantes del Movimiento para la Defensa de la Verdadera Autonomía de la institución, que demandaron la destitución del rector Pedro Flores, cuya manera de arribar al poder fue impositiva y arbitraria, al moldear el núcleo que estalló en protestas y manifestaciones.
O sea, al usurpador de la voluntad universitaria, los miembros de la Cámara Local no se atrevieron a “tocarlo ni con el pétalo de una rosa”, lo que representa una burla para las mayorías de la casa de enseñanza superior.
