/ lunes 4 de marzo de 2024

Tiempos Políticos | Imelda, por encima de Inzunza rumbo al 2027

En el otro fracaso, de los tantos que padece Enrique Inzunza Cázarez y antes de que la priista Paloma Sánchez le ganara al darle el primer golpe del arranque de campaña en el proceso constitucional por el Senado, con el empujón que le propinó su par Imelda Castro que lo bajó del primer lugar de la fórmula morenista para subir ella, se le adelantó ampliamente en la carrera por la gubernatura.

Sin lugar a dudas, los amarres de las listas que se integraron y se liberaron en su momento, sellaron las rutas y los niveles en los que se desató la lucha futurista entre los grupos locales y los nacionales de Morena para el 2027.

La dama morenista que busca repetir un escaño, no es de la tropa política del gobernador Rubén Rocha Moya y el dueto que se mueve muy cerca del Presidente Andrés Manuel López Obrador y de la candidata a la primera magistratura, Claudia Sheinbaum –René Bejarano y Dolores Padierna-, salió airoso en Sinaloa. La impuso esta vez.

El poder que mostró para reubicarla sobre las piezas de dominación gubernamental que aparentemente, lleva mano en la jugada, probó que la pareja viene por el Gobierno del Estado. Intenta sacarse la espina que en 2021, estuvo a punto de erigirla como abanderada y no pudo. Trascendió que esta mancuerna juró que no tendrá otra derrota y la sacará avante próximamente.

Por tanto, el mandatario sinaloense está obligado y así lo hace, a no limitar su apuesta a una sola carta. El ex secretario general de Gobierno, por su investidura y por su historial de acusaciones, es el más expuesto. En corto y mediano plazo, es y será el más vulnerable y el más atacado.

Con todo y que Feliciano Castro como cabeza de la bancada morenista no hace bien las cosas en el Congreso del Estado y vive repleto de soberbia en todos sus actos al dedicarse a “enseñar el cobre” hoy que ya tuvo dinero y poderío, lo incluyó en la terna de sus probables sucesores. A la mejor casi a fuerzas, pero es parte de la estrategia a la que debe apegarse.

Asimismo, intenta acuerpar al alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, quien todavía no convence ni a su jefe ni a los ciudadanos, más estará en la relación de quienes tendrían acceso a la puerta que los conduce a la silla del estado.

Y posiblemente tenga el oriundo de Batequitas, a una mujer en reserva que se llama Teresa Guerra Ochoa a la que sacó de la Secretaría de Mujeres estatal para llevarla a la Cámara local de diputados. Será seguramente la lideresa de su grupo parlamentario y la mandamás de todo.

De esta manera, contará con el ajuar de pelea a la medida para el proyecto sucesorio en tres años más.

Hay otra figura que el Ejecutivo tiene en resguardo y que se moviliza con discreción. El secretario de Administración y Finanzas, podría ser “El Caballo de Troya” que estelarice la pelea final. El que haga arder la competencia interna.

Se equivocan quienes creen que por quedar fuera de las candidaturas a diputaciones el tesorero está muy lejos. Ese mismo hecho lo afianzó más en la institución que dirige y en los ánimos de Rubén Rocha Moya. En realidad, es allí donde lo necesita y desde donde desarrollará jugadas magistrales.

En la trama de traiciones, es uno de los más leales al proyecto Rochista y cumple las veces de un interlocutor con la clase empresarial sinaloense, que lo observa con “buenos ojos”.

Además de que se desenvuelve con diplomacia.

Ellos son los hombres y la mujer con las que el badiraguatense también fija su vista hacia el futuro que no está tan distante como se cree.

Merary, Noé y Héctor, parejos en el Distrito VII.

En el Distrito Electoral Federal con sede en Culiacán, al margen de las encuestas compradas, la carrera por la diputación está parejera. No es que Merary Villegas la lleve segura porque tuvo escenarios permanentes para probarse los últimos seis años. La muchacha incubó cierto rencor entre los culiacanenses en virtud de crear en Movimiento de Regeneración Nacional, el que dirigió, una agencia de colocaciones para su familia.

Jamás se centró en crear una base de fuerza entre la militancia y menos de fortalecer una estructura humana, de la que adolece todavía en toda la entidad.

Concretamente, su paso por la directiva fue “de noche”. Nadie la vio ni la miraron los ciudadanos. El que aparezca en las candidaturas por la vía plurinominal lo dice todo. Muchos no confían en ella.

Está muy a su altura, aunque con más energía el abanderado del PRI-PAN-PRD, Noé Heredia Ayón. El joven se desempeñó como regidor en la capital sinaloense y ocupó diferentes cargos en Gobierno del Estado, que le permitieron establecer relaciones con diferentes segmentos de la sociedad.

Lo respalda un grupo empresarial que igualmente participa constantemente en la actividad político electoral.

Es de propuestas innovadoras y de una dinámica positiva permanente, lo que lo ubica en una posición muy importante para las votaciones del dos de junio.

Y Héctor García Fox, de Movimiento Ciudadano, no se caracteriza por quedarse atrás. Como Coordinador emecista culiacanense, durante tiempo considerable, se dedicó a armar un andamiaje de militantes y hoy de promotores del voto que se dispersan por todos los rincones.

En su mayoría son jóvenes que resolvieron buscar una opción y la encontraron en MC. Actualmente recorren las calles, se paran en cruceros y visitan comunidades rurales para ofertar lo que realmente representan para el electorado.

El candidato, trae tras de sí, todo un ejército de brigadistas.

El triunfo o la derrota, dependerá de cómo se desplieguen para convencer a la ciudadanía que cuenta con su credencial para sufragar y que requiere de conocer quién es quién para tomar sus decisiones.

Para Sinaloa, Marcelo es el Judas del Proceso.

En Sinaloa, dirigentes e integrantes de los alrededor de 10 bloques que nacieron para apoyar a Marcelo Ebrad Casaubón el año pasado, que soñó con lograr la candidatura para la Presidencia de la República, lo comenzaron a llamar el Judas del Proceso. El ex canciller se vendió por unas cuantas monedas y los dejó “colgados de la brocha”. Nadie alcanzó ni las gracias.

Solo rezó para su Santo y aceptó el carguito que le inventaron en la campaña de Claudia Sheinbaum: Coordinador de Vínculos con Organizaciones Civiles y mexicanos en el exterior.

¿Y los del interior, que dejó en solitario?

No le importaron, pero aceptó un puestecito de tercer nivel.

Una ganancia para él solo. A los demás, que se los lleve Pifas.

En el otro fracaso, de los tantos que padece Enrique Inzunza Cázarez y antes de que la priista Paloma Sánchez le ganara al darle el primer golpe del arranque de campaña en el proceso constitucional por el Senado, con el empujón que le propinó su par Imelda Castro que lo bajó del primer lugar de la fórmula morenista para subir ella, se le adelantó ampliamente en la carrera por la gubernatura.

Sin lugar a dudas, los amarres de las listas que se integraron y se liberaron en su momento, sellaron las rutas y los niveles en los que se desató la lucha futurista entre los grupos locales y los nacionales de Morena para el 2027.

La dama morenista que busca repetir un escaño, no es de la tropa política del gobernador Rubén Rocha Moya y el dueto que se mueve muy cerca del Presidente Andrés Manuel López Obrador y de la candidata a la primera magistratura, Claudia Sheinbaum –René Bejarano y Dolores Padierna-, salió airoso en Sinaloa. La impuso esta vez.

El poder que mostró para reubicarla sobre las piezas de dominación gubernamental que aparentemente, lleva mano en la jugada, probó que la pareja viene por el Gobierno del Estado. Intenta sacarse la espina que en 2021, estuvo a punto de erigirla como abanderada y no pudo. Trascendió que esta mancuerna juró que no tendrá otra derrota y la sacará avante próximamente.

Por tanto, el mandatario sinaloense está obligado y así lo hace, a no limitar su apuesta a una sola carta. El ex secretario general de Gobierno, por su investidura y por su historial de acusaciones, es el más expuesto. En corto y mediano plazo, es y será el más vulnerable y el más atacado.

Con todo y que Feliciano Castro como cabeza de la bancada morenista no hace bien las cosas en el Congreso del Estado y vive repleto de soberbia en todos sus actos al dedicarse a “enseñar el cobre” hoy que ya tuvo dinero y poderío, lo incluyó en la terna de sus probables sucesores. A la mejor casi a fuerzas, pero es parte de la estrategia a la que debe apegarse.

Asimismo, intenta acuerpar al alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, quien todavía no convence ni a su jefe ni a los ciudadanos, más estará en la relación de quienes tendrían acceso a la puerta que los conduce a la silla del estado.

Y posiblemente tenga el oriundo de Batequitas, a una mujer en reserva que se llama Teresa Guerra Ochoa a la que sacó de la Secretaría de Mujeres estatal para llevarla a la Cámara local de diputados. Será seguramente la lideresa de su grupo parlamentario y la mandamás de todo.

De esta manera, contará con el ajuar de pelea a la medida para el proyecto sucesorio en tres años más.

Hay otra figura que el Ejecutivo tiene en resguardo y que se moviliza con discreción. El secretario de Administración y Finanzas, podría ser “El Caballo de Troya” que estelarice la pelea final. El que haga arder la competencia interna.

Se equivocan quienes creen que por quedar fuera de las candidaturas a diputaciones el tesorero está muy lejos. Ese mismo hecho lo afianzó más en la institución que dirige y en los ánimos de Rubén Rocha Moya. En realidad, es allí donde lo necesita y desde donde desarrollará jugadas magistrales.

En la trama de traiciones, es uno de los más leales al proyecto Rochista y cumple las veces de un interlocutor con la clase empresarial sinaloense, que lo observa con “buenos ojos”.

Además de que se desenvuelve con diplomacia.

Ellos son los hombres y la mujer con las que el badiraguatense también fija su vista hacia el futuro que no está tan distante como se cree.

Merary, Noé y Héctor, parejos en el Distrito VII.

En el Distrito Electoral Federal con sede en Culiacán, al margen de las encuestas compradas, la carrera por la diputación está parejera. No es que Merary Villegas la lleve segura porque tuvo escenarios permanentes para probarse los últimos seis años. La muchacha incubó cierto rencor entre los culiacanenses en virtud de crear en Movimiento de Regeneración Nacional, el que dirigió, una agencia de colocaciones para su familia.

Jamás se centró en crear una base de fuerza entre la militancia y menos de fortalecer una estructura humana, de la que adolece todavía en toda la entidad.

Concretamente, su paso por la directiva fue “de noche”. Nadie la vio ni la miraron los ciudadanos. El que aparezca en las candidaturas por la vía plurinominal lo dice todo. Muchos no confían en ella.

Está muy a su altura, aunque con más energía el abanderado del PRI-PAN-PRD, Noé Heredia Ayón. El joven se desempeñó como regidor en la capital sinaloense y ocupó diferentes cargos en Gobierno del Estado, que le permitieron establecer relaciones con diferentes segmentos de la sociedad.

Lo respalda un grupo empresarial que igualmente participa constantemente en la actividad político electoral.

Es de propuestas innovadoras y de una dinámica positiva permanente, lo que lo ubica en una posición muy importante para las votaciones del dos de junio.

Y Héctor García Fox, de Movimiento Ciudadano, no se caracteriza por quedarse atrás. Como Coordinador emecista culiacanense, durante tiempo considerable, se dedicó a armar un andamiaje de militantes y hoy de promotores del voto que se dispersan por todos los rincones.

En su mayoría son jóvenes que resolvieron buscar una opción y la encontraron en MC. Actualmente recorren las calles, se paran en cruceros y visitan comunidades rurales para ofertar lo que realmente representan para el electorado.

El candidato, trae tras de sí, todo un ejército de brigadistas.

El triunfo o la derrota, dependerá de cómo se desplieguen para convencer a la ciudadanía que cuenta con su credencial para sufragar y que requiere de conocer quién es quién para tomar sus decisiones.

Para Sinaloa, Marcelo es el Judas del Proceso.

En Sinaloa, dirigentes e integrantes de los alrededor de 10 bloques que nacieron para apoyar a Marcelo Ebrad Casaubón el año pasado, que soñó con lograr la candidatura para la Presidencia de la República, lo comenzaron a llamar el Judas del Proceso. El ex canciller se vendió por unas cuantas monedas y los dejó “colgados de la brocha”. Nadie alcanzó ni las gracias.

Solo rezó para su Santo y aceptó el carguito que le inventaron en la campaña de Claudia Sheinbaum: Coordinador de Vínculos con Organizaciones Civiles y mexicanos en el exterior.

¿Y los del interior, que dejó en solitario?

No le importaron, pero aceptó un puestecito de tercer nivel.

Una ganancia para él solo. A los demás, que se los lleve Pifas.