En medio de un proceso electoral en Sinaloa se celebrará hoy el Día Internacional de la Mujer entre blancos y oscuros al contabilizarse cinco asesinatos de damas, cargas de desigualdad social y económica, asi como ausencias de oportunidades reales para el desarrollo en todos los aspectos.
Al ambiente que envuelve también las campañas electorales que rebasaron su primera semana, otros fenómenos se agregaron al grado que lo podrían enrarecer, si no se ponen límites.
Las amenazas de odio contra Bárbara Fox, candidata transexual a diputada federal por el II Distrito Electoral de Movimiento Ciudadano, que denunció en el marco de su conferencia naranja el dirigente estatal Sergio Torres Félix, al demandar que cese cualquier tipo de agresión que se lanzan para generar el miedo en la contienda, incrementaron un panorama que caerá en la zozobra, de no investigarse y descubrirse de dónde y de quienes provienen.
Además de castigar a quien quiera que sea responsable.
Asimismo la declinación a las candidaturas para las alcaldías de Mocorito y Angostura, por intimidaciones, de José Alfredo López Castro y de Alberto Rivera, respectivamente, que reveló y lamentó Héctor Melesio Cuén Ojeda, fundador del Partido Sinaloense, no le abonan nada positivo al clima por el que se atraviesa.
Y señala sobre la responsabilidad que tiene en ello la autoridad estatal, a la que pide que frene esas acciones.
Especialmente, cuando hombres y mujeres que aspiran a cargos de elección popular, empezaron a demandar seguridad de parte de las autoridades para prevenir ataques, que en otras partes del territorio mexicano se materializaron en asesinatos de políticos, competidores electorales o figuras de las diferentes instituciones de gobierno.
La muerte de Román Quezada, ex secretario general del Partido Acción Nacional en el municipio de El Fuerte, trajo una ola de exigencias para que se clarifique y se logre justicia.
Ello igualmente contaminó la atmósfera político electoral en la que la entidad y los ciudadanos están inmersos al ponerse en marcha el proselitismo por la Presidencia del país y el Senado de la República, cuando casi toda declaración está en posibilidades de utilizarse de modo electoral.
Mientras que en las calles, los centros de trabajo, en las plazas y en los hogares, la lucha de las integrantes de los sectores femeniles contra lo que consideran opresión, sigue su curso.
A la embestida por ascender en el ejercicio de sus legítimos derechos y prácticas, entre las conversaciones de las mujeres, no dejan de ser víctimas del rencor y de los atentados contra su integridad y dignidad.
En los lugares donde trabajan, cuentan en sus pláticas, la discriminación continúa y se manifiesta entre los salarios más bajos y el trato que les otorgan sus jefes. En casos más dramáticos, se les dificulta más que aun varón su pretensión de encontrar empleo.
Protagonizan una pugna por la sobre vivencia que no debe ser jamás, porque es cierto que gozan de avances, pero son insuficientes.
Desangelada campaña de Graciela en el sur del estado.
Graciela Domínguez Nava emprendió una labor de proselitismo como candidata a diputada federal por el Distrito Electoral 01, desangelada. A su arrogancia en el desempeño de cargos públicos y de elección popular de regalo, está en riesgo de no levantar mucho en el sur del estado.
A la muchacha no la conocen, porque toda su vida la hizo en la capital del estado y jamás regresó a la tierra que la vio nacer.
Ya se dio cuenta que no es la misma estar en una sala refrigerada o quedarse a dormir hasta el mediodía incluso en época de lluvias y tormentas, sin que nadie la moleste que acudir a tocar las puertas o hacer ofertas que no cumplirá.
Los primeros encuentros con potenciales electores, trascendió por parte de personas que conforman su equipo, no son del todo productivos.
Son dos o tres personas las que acuden a los eventos por invitación y es hasta difícil encuadrar la lente del teléfono celular o de las cámaras fotográficas para dar la impresión de que trabaja y de que su presencia, verificó asistencia.
No comprende que al pueblo no se le puede engañar.
Gerardo Mérida, entre el sí y el no.
En la entidad, todavía no se tienen bajas de damas o caballeros que ostentan candidaturas y que sean víctimas de la violencia criminal y tampoco se desea. En esta circunstancia se afianzó Gerardo Mérida, secretario de Seguridad Pública sinaloense para puntualizar que no otorgarán protección a nadie.
Aunque dejó el espacio de una rendija para no enredarse. Al final dijo que quien la solicite se analizará el caso.
Hay manifestaciones mayoritaria de los opositores locales, de no necesitar escoltas ni intenciones de pedir la ayuda de las autoridades.
Con la muerte de Román Quezada en El Fuerte, directivo panista, se dividieron las precepciones. Hay quienes claman que se debe cuidar a quienes estén bajo el peligro o las amenazas.
