Más mujeres se enlistan por la gubernatura
Para calar la hondura del vado entre correligionarios y adversarios, Héctor Melesio Cuen Ojeda subió al estadio donde se juegan las “Grandes Ligas” a la diputada local Angélica Díaz Quiñónez. En breve, la idea comenzó a remover las fibras más sensibles de los potenciales electores que replicaron contundentemente ese hecho en las redes sociales, en las plazas y en las sobre mesas de café.
El nombre de la señora y el trabajo que realiza, se insertó como uno de los temas principales a partir del siete de los corrientes, en que el ex alcalde de Culiacán le puso “el cascabel al gato” al polémico proceso electoral hacia el 2021.
Sin “querer queriendo”, el presidente del Partido Sinaloense que se caracteriza por su alto sentido de estratega política, empujó a la legisladora y la apuntó en la lista donde también aparece las morenistas Imelda Castro, Tatiana Clouthier –que dijo que no a Sinaloa-, y las priistas Rosa Elena Millán e Himelda Félix.
El ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, hizo el lanzamiento en un instante crucial. Cuando todo señala que será una mujer la que llevará las riendas del estado, luego del seis de junio en que se registrarán las votaciones.
En medio de un suceso en el que las primeras señales las envió la presidenta del sistema del Desarrollo Integral de la Familia, Rossy Fuentes de Ordaz, a la que desde Palacio de Gobierno, le tendieron una pasarela para que se muestreara como precandidata a la gubernatura, la legisladora del PAS, fue convocada inmediatamente por una base de seguidores que le demandaron tomar la palabra.
La vieron, con reales posibilidades de estar en la contienda y de desarrollar aparte un papel políticamente decoroso.
En esos argumentos, la avalaron como la integrante del Congreso del Estado que se erigió en la más productiva.
Y le complementaron el esfuerzo permanente para recorrer pueblos y ciudades en las que se reúne con los habitantes a los que les resuelve los problemas, entre los que le expresan su deseo de mirarla en cargos más altos para que les gestione sus apremios.
A esas válidas circunstancias, le suman que con la Paridad de Género que obligará a los diferentes partidos políticos a nominar mujeres al Poder Ejecutivo, indiscutiblemente Angélica Díaz Quiñonez tiene el perfil para estar en la carrera, sin muchas competidoras que le hagan sombra.
Y que la respalda, una labor incansable en pos de la gente. La que en verdad saldrá a votar el día de las elecciones.
Por lo pronto, ya está en la jugada para este u otras posiciones que se pelearán el año entrante.
Tras ponerse de relieve la norma que deberá procesar en definitiva el Congreso de la Unión y no el Instituto Nacional Electoral, respecto a que de las 15 gubernaturas que estarán en juego, en todo el país, las féminas se levantaron en armas.
Para la presidencia municipal de Culiacán, están listas las legisladoras federales de Morena, Yadira Marcos Santiago y Merary Villegas. En algunos de los municipios se asoman rostros de este sector que están dispuestos a hacer a un lado a los varones que por décadas las mantuvieron abajo, al confundir los derechos con vergonzosos privilegios.
Para los hombres, será muy complicado ganarles a ellas una contienda interna, porque pertenecen a una generación que demostró ser aguerrida y están conscientes de que “venderán caro el cuero”.
A leguas se les nota que “ya están curadas de espantos” y que por nada aceptarán tan fácilmente un ¡te callas y te metes a casa!
El crimen marca a regidores de Navolato.
El asesinato del regidor del Partido del Trabajo el pasado día 10 en Navolato, -Juan Carlos Trujillo-, se sumó dolorosamente al número cinco de los ediles que en diferentes periodos de la administración murieron a causa de atentados que se perpetraron en su contra.
El primero fue el perredista Jorge Aguirre Meza que en enero de 1999 las hordas criminales dejaron a Sinaloa sin defensor de los derechos humanos. Una tumultuosa asistencia mostró su solidaridad y su rabia que clamó justicia.
Luego en 2008, Andrés Carrillo Ramírez y César Villaescusa Gastélum, al igual que el padre del primero que fue candidato a la alcaldía, perecieron en una emboscada cuando regresaban de Altata.
Era de noche, pero al día siguiente cuando el entonces gobernador Jesús Aguilar Padilla que acudió al sepelio al pueblo de Bachigualatillo a entregar sus condolencias, salió “volado”. La esposa y madre dolida, María Esther Gastélum Morales le pidió que se retirara. No lo quería ver porque cuando el jefe de familia se dedicó a la agricultura la vida era diferente.
Pero lo enredó en la política, en la que en algunos casos participa la mafia y acabaron con las ilusiones familiares.
El mandatario, legitimó ese mismo año en compañía del gabinete de seguridad la guerra contra el narcotráfico que Felipe Calderón decretó por intereses y donde estuvo el siniestro Genaro García Luna.
La otra cruz que atestigua el deceso violento de otro regidor, es la que se encuentra en uno de los panteones de Bachimeto. Ahí yace José Manuel Mojardín Amarillas, del campo pesquero Las Aguamitas.
