/ lunes 6 de diciembre de 2021

Ataque en el Botánico en manos de Sara Bruna

De nada le valió el simbolismo de iluminar de ámbar la fachada de Palacio de Gobierno para conmemorar el Día Internacional de la Violencia contra las Mujeres, a un guardia de seguridad privado que abusó sexualmente de una jovencita de 18 años en las inmediaciones del Jardín Botánico de Culiacán.

A ella y a su joven acompañante al que ingenuamente el delincuente ordenó se retirara del lugar, tampoco les sirvió de nada ese acto político. Lo que le causó a la muchacha le cambió la vida el mediodía del miércoles primero de diciembre.

Al abusador sobre el que debe caer todo el peso de la ley, creo que sabe, que el Ministerio Público del Fuero Común en Sinaloa, es lento o no actúa en favor de la víctima. Por ello no tuvo miedo en maquinar el condenable y perverso hecho.

Tampoco resolverá nada para este y para otros casos que seguramente se registrarán, como el del feminicidio que se perpetró en la humanidad de una dama que se encontró por la carretera que conduce de Sanalona a Tamazula, si los compromisos de Sara Bruna Quiñónez Estrada antes y al asumir la Fiscalía General del Estado, se acomodan para quedar en meros dichos.

Si permite, que atenten contra la integridad de un sector femenil que necesita espacios para transitar y convivir seguro.

Este suceso tan reprobable por la sociedad, será la primera prueba de fuego de alguien a quien los medios de comunicación social dieron por llamar la “Juez de Hierro”.

Hay que ver en realidad de que está hecha y de si se atreverá a llegar al fondo de este y otros asuntos.

La gente estará atenta, si realmente tendrá los arrestos para movilizar a los agentes del MP, que se convierten en filtros cuando se busca perseguir y castigar los delitos. Ya comenzaron a discriminar a la jovencita en una de las mesas a las que acudió a interponer la querella.

Le cuestionaron, que ¿por qué no gritó?

No entienden o se hacen. La mente y el cuerpo pueden reaccionar de una o varias formas. Como paralizarse, incluso. O llenarte de confusión cuando el temor te cubre.

El perpetrador, supo lo que hacía. Indujo siniestramente todo el proceso con intimidaciones.

La víctima directa y su compañero a quien extorsionó con 400 pesos para no llamar a la Policía Municipal, corporación que no tiene por qué creer en primer término a alguien que labora en este tipo de empresas particulares, porque carecen de credibilidad, cayeron por desconocer las cosas.

Un vigilante como éste, no tiene ni autoridad para argumentar lo que expuso. Ni tiene cárcel propia para meter a quien le dé la gana.

Se aprovechó de la inocencia de la pareja. Hasta el celular les decomisó. Y como cobarde, desapareció.

Si el gobernador Rubén Rocha Moya dio instrucciones para que hallara a los siete “levantados” de Barrancos y lo logró, por qué no ordena que den con su paradero y lo detengan.

Y exigir cuentas a los jefes y dueños de la empresa para reflexionar sobre qué grado de responsabilidad tienen en el caso.

Para conocer, bajo qué normas los contratan. Qué exámenes les aplican o de quién se trata.

Hay registros de que mandos policiacos caen a causa de que los agentes cometen actos ilícitos. Falta adecuar las leyes para que igualmente los empresarios privados no solo se enriquezcan con sus servicios de vigilancia, sino para que respondan por los que sus subordinados delinquen.

De momento, el tema está en la mesa de Sara Bruna Quiñónez. Veremos si tiene voluntad para llegar hasta las últimas consecuencias, o se queda, varada en las aguas de las circunstancias políticas que la llevaron al cargo. Si no llegó por ese motivo, evidentemente que demostrará lo contrario.

El estire y afloja de Rocha con la UAS.

El gobernador Rubén Rocha Moya, no cesa en despachar señales hacia las autoridades de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Lo hizo en el marco de la conferencia Semanera del 29 de noviembre pasado. Y lo volvió a hacer hace dos días. Pone en duda que el presupuesto anual que se le entrega a la máxima casa de estudios no les alcance y que existen maniobras truculentas pare pedir más.

Y remacha que cuando fue titular de Rectoría de la UAS, nunca hizo solicitudes extraordinarias.




De nada le valió el simbolismo de iluminar de ámbar la fachada de Palacio de Gobierno para conmemorar el Día Internacional de la Violencia contra las Mujeres, a un guardia de seguridad privado que abusó sexualmente de una jovencita de 18 años en las inmediaciones del Jardín Botánico de Culiacán.

A ella y a su joven acompañante al que ingenuamente el delincuente ordenó se retirara del lugar, tampoco les sirvió de nada ese acto político. Lo que le causó a la muchacha le cambió la vida el mediodía del miércoles primero de diciembre.

Al abusador sobre el que debe caer todo el peso de la ley, creo que sabe, que el Ministerio Público del Fuero Común en Sinaloa, es lento o no actúa en favor de la víctima. Por ello no tuvo miedo en maquinar el condenable y perverso hecho.

Tampoco resolverá nada para este y para otros casos que seguramente se registrarán, como el del feminicidio que se perpetró en la humanidad de una dama que se encontró por la carretera que conduce de Sanalona a Tamazula, si los compromisos de Sara Bruna Quiñónez Estrada antes y al asumir la Fiscalía General del Estado, se acomodan para quedar en meros dichos.

Si permite, que atenten contra la integridad de un sector femenil que necesita espacios para transitar y convivir seguro.

Este suceso tan reprobable por la sociedad, será la primera prueba de fuego de alguien a quien los medios de comunicación social dieron por llamar la “Juez de Hierro”.

Hay que ver en realidad de que está hecha y de si se atreverá a llegar al fondo de este y otros asuntos.

La gente estará atenta, si realmente tendrá los arrestos para movilizar a los agentes del MP, que se convierten en filtros cuando se busca perseguir y castigar los delitos. Ya comenzaron a discriminar a la jovencita en una de las mesas a las que acudió a interponer la querella.

Le cuestionaron, que ¿por qué no gritó?

No entienden o se hacen. La mente y el cuerpo pueden reaccionar de una o varias formas. Como paralizarse, incluso. O llenarte de confusión cuando el temor te cubre.

El perpetrador, supo lo que hacía. Indujo siniestramente todo el proceso con intimidaciones.

La víctima directa y su compañero a quien extorsionó con 400 pesos para no llamar a la Policía Municipal, corporación que no tiene por qué creer en primer término a alguien que labora en este tipo de empresas particulares, porque carecen de credibilidad, cayeron por desconocer las cosas.

Un vigilante como éste, no tiene ni autoridad para argumentar lo que expuso. Ni tiene cárcel propia para meter a quien le dé la gana.

Se aprovechó de la inocencia de la pareja. Hasta el celular les decomisó. Y como cobarde, desapareció.

Si el gobernador Rubén Rocha Moya dio instrucciones para que hallara a los siete “levantados” de Barrancos y lo logró, por qué no ordena que den con su paradero y lo detengan.

Y exigir cuentas a los jefes y dueños de la empresa para reflexionar sobre qué grado de responsabilidad tienen en el caso.

Para conocer, bajo qué normas los contratan. Qué exámenes les aplican o de quién se trata.

Hay registros de que mandos policiacos caen a causa de que los agentes cometen actos ilícitos. Falta adecuar las leyes para que igualmente los empresarios privados no solo se enriquezcan con sus servicios de vigilancia, sino para que respondan por los que sus subordinados delinquen.

De momento, el tema está en la mesa de Sara Bruna Quiñónez. Veremos si tiene voluntad para llegar hasta las últimas consecuencias, o se queda, varada en las aguas de las circunstancias políticas que la llevaron al cargo. Si no llegó por ese motivo, evidentemente que demostrará lo contrario.

El estire y afloja de Rocha con la UAS.

El gobernador Rubén Rocha Moya, no cesa en despachar señales hacia las autoridades de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Lo hizo en el marco de la conferencia Semanera del 29 de noviembre pasado. Y lo volvió a hacer hace dos días. Pone en duda que el presupuesto anual que se le entrega a la máxima casa de estudios no les alcance y que existen maniobras truculentas pare pedir más.

Y remacha que cuando fue titular de Rectoría de la UAS, nunca hizo solicitudes extraordinarias.