Tras las declaraciones polémicas del gobernador Rubén Rocha Moya con la visita del presidente López Obrador en el puerto de Mazatlán, en el sentido de que le había comentado de hacer "una curvita" para reelegirse, ya para el lunes el ejecutivo reviró y dijo que no, que no sugirió que se reeligiera ya que AMLO tenía un espíritu maderista.
Así, Rocha dijo que fue sólo una expresión y que nunca pidió al presidente buscar reelegirse. Desde luego queda mal con Claudia, ya que si existiera la reeleción, su candidatura no importara. En fin.
A nivel nacional la nota se la llevó la manifestación de los uaseños en la gira presidencial, los medios reprodujeron los videos de las consignas gritadas a la llegada de Concordia, la cara seria del gobernador mientras gritaban fuera Rocha y traidor. Al día siguiente el connato de bronca al tumbar unas vallas también fue tema de la narrativa mediática nacional.
Todo esto, fue visto como una afectación a la campaña de Claudia Sheimbaun en realidad, pues ya este viernes empieza el proselitismo y la gente de la UAS, que dice defender la autonomía pero que todos sabemos que defienden sus intereses, seguirán con su oleada de manifestaciones y quizá sean la piedra en el zapato.
Este lunes 26 volvieron a tomar la calle en La Lomita y unos cuantos fueron al Palacio de Gobierno. Rocha ya dijo que los juicios en los juzgados continuarán y no se trata de un tema de diálogo, sino de responder por parte de los funcionarios acusados. Volvió a reiterar que no es la UAS la que está acusada, sino un grupo de personajes al que él ve como la base elite del Partido Sinaloense, a quien acusa junto con Héctor Melesio Cuén Ojeda de esquilmar los recursos de los universitarios.
¿Acusan sin pruebas?
Otra polémica que surgió es que Cuen señaló un supuesto acoso en contra de candidatos del Partido Sinaloense a lo que Rocha pidió pruebas. Los ánimos empiezan a encenderse y más ahora que estamos a pocos días del arranque oficial de la campaña federal. Ya en otros estados la violencia ha cobrado la vida de políticos, esperamos que en Sinaloa sólo sean expresiones y no llegue la sangre al río.
