Mientras que la candidata a la presidencia de la República por Morena Claudia Sheimbaun arengaba en el mitin de la avenida Álvaro Obregón en el Centro, a unos metros de ahí se realizaba la manifestación de la alianza opositora por la desaparición de Luis García Corrales y Francisco Cerón, el primero operador del Partido Sinaloense y candidato a regidor.
Esta estampa podría resumir la campaña política de Sinaloa y otras regiones del país, convertidas en territorios donde el miedo y la incertidumbre son el pan cotidiano mientras que los políticos en el poder prefieren voltear hacia otro lado, porque todo lo que sucede de malo "son cosas que pasan" y no hay nada que hacer.
Así las cosas. Claudia Sheimbaun no vino a prometer nada nuevo al estado, que también vive bajo el acecho de una nueva sequía (todos esperamos que sí llueva esta temporada), habló dos que tres cosas en el tema agrícola pero nada esperanzador para el campo Sinaloense.
En el tema de la seguridad dijo lo mismo que va repitiendo por el país, reforzar la Guardia Nacional, etcétera. No hay discusión seria en esta materia ni siquiera en la oposición representada por Xóchilt Gálvez.
La cosa es que el paso de Claudia por Sinaloa se vio empañado por situaciones de inseguridad, como el caso de Luis García y Francisco Cerón, y una serie de levantones que se reportaron entre sábado y domingo. En total se habló de cinco casos incluyendo a los mencionados, así como un joven calcinado.
Este lunes el PAS realizará una manifestación en la Fiscalía. Es deseable que en este proceso electoral el miedo termine y sea en realidad un asunto democrático. Que sea en la arena democrática donde se diriman las diferencias.
Ahora bien, parece que lo que más pegó en redes de la gira de Sheimbaun en el estado fue el traspiés que sufrió cuando bailaba con la senadora Imelda Castro. Dejemos a un lado la banalidad y hay que ponernos serios con las problemáticas del país. Quizá un poco de justicia para las víctimas del delito, por ejemplo.
