Pasaron 72 horas para conocer la réplica del gobierno de Sinaloa luego de los fuertes señalamientos que hizo el periodista Héctor de Mauleón en una columna, en el sentido del presunto robo de tarjetas de Bienestar, de un financiamiento criminal a la campaña del hoy gobernador y una suerte de supuestas complicidades que parecen sacadas de una película.
En 2021, es cierto, se denunció una serie de levantones a operadores del PRI, entre ellos el de la hoy dirigente del PRI estatal, Paola Gárate Valenzuela, quien junto con otros miembros de su partido fueron supuestamente secuestrados por el crimen organizado a fin de inhabilitarlos.
Quiera el gobernador Rubén Rocha Moya o no, todo esto que causó heridas en el 2021, iba a regresar con las campañas del 2024, sobre todo ahora que se juegan el todo por el todo, tanto el partido en el poder, como la oposición.
Sin entrar en detalle que en el sentido que si lo que dice De Mauleón es cierto o falso, le mete ruido al proceso electoral.
Lo mismo ahora que el secretario general del PAN en El Fuerte fue asesinado a cuchilladas, todo este contexto de violencia no hace sino pensar que las cosas se pudieran tornar poco fáciles en estos tiempos.
Los despropósitos del general
El general en retiro, Gerardo Mérida Sánchez, debió quizá quedarse en el retiro, porque a Sinaloa no vino a poner ningún orden ni estrategia, y sí a decir dislates que hacen quedar mal a la Secretaría de Seguridad Pública.
Ya había dicho que si bien sabían de la existencia de los punteros, pero que no los veían en las calles, además es un delito ese asunto del halconeo, más bien parecieran cómplices de ellos.
El otro dislate del general fue ahora que ocurrió el homicidio el joven panista del norte del estado, Mérida dijo que los candidatos no requerían seguridad, lo que concuerda con el discurso del gobernador, pero en realidad, algunos candidatos han dicho que sí necesitarán la seguridad.
No se debería tomar a la ligera esta situación, lo que los sinaloenses esperan es que nuestros políticos cuenten con la madurez suficiente para transitar en una campaña verdaderamente democrática, sin derroches ni compra de votos, pero eso se verá conforme avance esto.
