/ jueves 28 de octubre de 2021

Se da el “gabinetazo” entre changos y viejas rencillas

Tantas semanas esperando el anuncio de la conformación del Gabinete del primer círculo del Gobierno que encabezará Rubén Rocha Moya para que viniera a robar la atención la designación de Julio César Cascajares, El Chango-Ote, como director del Instituto Sinaloense del Deporte.

Un cálculo que él mismo Rocha no se esperó, y por eso no pretendía soltar el dato en la conferencia de prensa del miércoles, sin embargo, al ser cuestionado, optó por decirlo “a rin pelado”.

Ni sí quiera Rocha se acordaba del nombre y tuvo que recurrir a su asistente. Antes que revelar la identidad de Cascajares, dijo es el chango.

Nadie de lo esperaba y es una de las primeras críticas que corrió en redes sociales pues, aunque el joven detrás de la botarga aún no es calado como funcionario. Ya se verá.

Pero también destacan otras cosas en los nombramientos. En el evento que tuvo lugar en el ex hotel Executivo, Rocha Moya recordó, de paso, en una frase apenas, el añejo conflicto que existe entre Héctor Melesio Cuén Ojeda, nombrado secretario de Salud, y Teresa Guerra Ochoa, elevada a titular de la nueva Secretaría de la Mujer.

Hay que recordar que Tere y Cuén no se tragan, pero ahora Rocha los juntó en el mismo equipo y por eso comentó el tema, como si fueran niños de primaria, que entre ellos –y entre todos en general- debe prevalecer la madurez porque “trabajarán para Sinaloa”.

Sobre este tema, la forma en que Rocha arengó de manera pública a su gabinete, deja una sensación del maestro hablando con sus alumnos.

Una de las cosas que resaltó es que no habrá nuevos ricos, los que son, ya tienen dinero, pero el gobernador electo dijo que el poder no les tiene que servir para servirse. Esa historia ya la hemos visto y muchas veces no se cumple, pero veremos si la 4T cumple aquello de primero los pobres.

Por eso, Rocha comentó que él no se comprará una casa en La Primavera y que seguirá viviendo en su domicilio actual de la Isla Musala, aunque viéndolo bien, tampoco vive en un sector popular, sino uno de alta plusvalía.

No habló de combatir la corrupción del gobierno de Quirino Ordaz, aunque sí mencionó que los reportes que tiene es que le deja un estado con finanzas por demás aceptables.

Declaró que la Secretaría de la Mujer no será nada más un estanco, sino que se busca que se haga sinergia con el resto de las secretarías. Veremos si eso funciona. De hecho, la variopinta integración de los funcionarios de primer nivel de la administración dejará una impronta especial.

Por ejemplo, Graciela Domínguez en la Sepyc tendrá que trabajar con Cuén. De sobre es sabido que tampoco había una buena relación, pues Graciela es –era- del discurso que habría que liberar a la UAS de cacicazgos.

Tampoco se abordó el tema de seguridad, a lo sumo estuvo presente el teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, quien fue el único recomendado, a decir de Rocha. La recomendación vino directa del secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, quien le preguntó al presidente si tenía inconveniente con este tema, el cual transitó bien.

Desde luego, el asunto de seguridad será tema central. Por lo pronto, el primer día de gobierno Rocha Moya se reunirá con familiares de desaparecidos y con personas desplazadas por la violencia. Entonces sí, veremos su capacidad de gestión y si el poder que acumula servirá para desatorar viejas ineficacias y empujar nuevas políticas en beneficio de Sinaloa.

LA "PARTE DE ATRÁS"

El próximo año, Mazatlán será la primer ciudad del estado en ser beneficiado con el Programa de Mejoramiento Urbano, un recurso de entre 400 y 500 millones de pesos para atender las principales necesidades de las colonias populares.

En destinos como Mazatlán, lo que se busca atender es "la parte de atrás", en los asentamientos donde viven los trabajadores que van a laborar, precisamente, a la franja turística.

Pero ¿no que Mazatlán estaba mejor que nunca? o el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres cuando dice esa frase, se refiere a Mazatlán solamente como la zona costera.

Regidores, ambientalistas y líderes sociales, que son incluso simpatizantes y militantes de Morena, han repetido en diversas ocasiones que, al parecer, "el químico" se enfrascó más en la zona turística que en atender las peticiones de la población más vulnerable, aún y cuando en campaña aseguraba que escucharía a todo el pueblo y no iba a beneficiar solamente a un sector.

Solo basta con echar un vistazo de la avenida Ejército Mexicano para atrás, para observar decenas de alcantarillas rebosando aguas negras, luminarias fundidas, las calles llenas de baches y las áreas verdes abandonadas.

Este recurso se obtuvo gracias a un acuerdo entre el gobernador electo Rubén Rocha Moya y el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.

El mismo Rocha Moya reconoció que durante sus recorridos de campaña se dio cuenta que era ya casi imposible transitar por las calles de Mazatlán, por la saturación de vehículos o ¿habrá querido decir algo más?

Tantas semanas esperando el anuncio de la conformación del Gabinete del primer círculo del Gobierno que encabezará Rubén Rocha Moya para que viniera a robar la atención la designación de Julio César Cascajares, El Chango-Ote, como director del Instituto Sinaloense del Deporte.

Un cálculo que él mismo Rocha no se esperó, y por eso no pretendía soltar el dato en la conferencia de prensa del miércoles, sin embargo, al ser cuestionado, optó por decirlo “a rin pelado”.

Ni sí quiera Rocha se acordaba del nombre y tuvo que recurrir a su asistente. Antes que revelar la identidad de Cascajares, dijo es el chango.

Nadie de lo esperaba y es una de las primeras críticas que corrió en redes sociales pues, aunque el joven detrás de la botarga aún no es calado como funcionario. Ya se verá.

Pero también destacan otras cosas en los nombramientos. En el evento que tuvo lugar en el ex hotel Executivo, Rocha Moya recordó, de paso, en una frase apenas, el añejo conflicto que existe entre Héctor Melesio Cuén Ojeda, nombrado secretario de Salud, y Teresa Guerra Ochoa, elevada a titular de la nueva Secretaría de la Mujer.

Hay que recordar que Tere y Cuén no se tragan, pero ahora Rocha los juntó en el mismo equipo y por eso comentó el tema, como si fueran niños de primaria, que entre ellos –y entre todos en general- debe prevalecer la madurez porque “trabajarán para Sinaloa”.

Sobre este tema, la forma en que Rocha arengó de manera pública a su gabinete, deja una sensación del maestro hablando con sus alumnos.

Una de las cosas que resaltó es que no habrá nuevos ricos, los que son, ya tienen dinero, pero el gobernador electo dijo que el poder no les tiene que servir para servirse. Esa historia ya la hemos visto y muchas veces no se cumple, pero veremos si la 4T cumple aquello de primero los pobres.

Por eso, Rocha comentó que él no se comprará una casa en La Primavera y que seguirá viviendo en su domicilio actual de la Isla Musala, aunque viéndolo bien, tampoco vive en un sector popular, sino uno de alta plusvalía.

No habló de combatir la corrupción del gobierno de Quirino Ordaz, aunque sí mencionó que los reportes que tiene es que le deja un estado con finanzas por demás aceptables.

Declaró que la Secretaría de la Mujer no será nada más un estanco, sino que se busca que se haga sinergia con el resto de las secretarías. Veremos si eso funciona. De hecho, la variopinta integración de los funcionarios de primer nivel de la administración dejará una impronta especial.

Por ejemplo, Graciela Domínguez en la Sepyc tendrá que trabajar con Cuén. De sobre es sabido que tampoco había una buena relación, pues Graciela es –era- del discurso que habría que liberar a la UAS de cacicazgos.

Tampoco se abordó el tema de seguridad, a lo sumo estuvo presente el teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, quien fue el único recomendado, a decir de Rocha. La recomendación vino directa del secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, quien le preguntó al presidente si tenía inconveniente con este tema, el cual transitó bien.

Desde luego, el asunto de seguridad será tema central. Por lo pronto, el primer día de gobierno Rocha Moya se reunirá con familiares de desaparecidos y con personas desplazadas por la violencia. Entonces sí, veremos su capacidad de gestión y si el poder que acumula servirá para desatorar viejas ineficacias y empujar nuevas políticas en beneficio de Sinaloa.

LA "PARTE DE ATRÁS"

El próximo año, Mazatlán será la primer ciudad del estado en ser beneficiado con el Programa de Mejoramiento Urbano, un recurso de entre 400 y 500 millones de pesos para atender las principales necesidades de las colonias populares.

En destinos como Mazatlán, lo que se busca atender es "la parte de atrás", en los asentamientos donde viven los trabajadores que van a laborar, precisamente, a la franja turística.

Pero ¿no que Mazatlán estaba mejor que nunca? o el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres cuando dice esa frase, se refiere a Mazatlán solamente como la zona costera.

Regidores, ambientalistas y líderes sociales, que son incluso simpatizantes y militantes de Morena, han repetido en diversas ocasiones que, al parecer, "el químico" se enfrascó más en la zona turística que en atender las peticiones de la población más vulnerable, aún y cuando en campaña aseguraba que escucharía a todo el pueblo y no iba a beneficiar solamente a un sector.

Solo basta con echar un vistazo de la avenida Ejército Mexicano para atrás, para observar decenas de alcantarillas rebosando aguas negras, luminarias fundidas, las calles llenas de baches y las áreas verdes abandonadas.

Este recurso se obtuvo gracias a un acuerdo entre el gobernador electo Rubén Rocha Moya y el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.

El mismo Rocha Moya reconoció que durante sus recorridos de campaña se dio cuenta que era ya casi imposible transitar por las calles de Mazatlán, por la saturación de vehículos o ¿habrá querido decir algo más?