/ lunes 6 de mayo de 2024

Escala guerra mediática por precio del grano

Tan pronto como algunos productores de maíz en Sinaloa tomaron las casetas que van del Centro al norte del estado, quienes señalaron que los 5 mil 457 pesos que negociaron por tonelada en Ciudad de México son insuficientes para sacar los gastos de la siembra 2024, comenzó una operación de Estado para hacer ver que detrás de las manifestaciones está el PRIAN.

Es decir, en época electoral, cualquier río revuelto es bueno para pescar, tanto de un bando como de otro, con el agravante de que quienes quedan en medio de las disputas políticas son los ciudadanos que padecen día a día a una caterva de políticos insulsos, y que, como bien lo refiere Joan Manuel Serrat, “juegan con cosas que no tienen repuesto”, pero siempre “la culpa es del otro si algo les sale mal”.

Por eso es necesario analizar más allá de las pasiones y las declaraciones dichas al aire. Bien es cierto que la oferta fue dejar el precio en 5 mil 457 pesos, eso nadie alegó, pues lo que piden los quejosos maiceros es que se otorgue el precio de garantía de 6 900 pesos que en algún momento de 2023, estableció Segalmex, ese otro elefante blanco de la Cuarta Transformación que no nos ha garantizado más que corrupción -confirmada por el mismo presidente, pero perdonada por él mismo, pues sus funcionarios de confianza cayeron en una tramposa celada de manos ávidas de dinero-.

En Sinaloa, desde los gobiernos del PRI anteriores, los precios del maíz han sido un verdadero dolor de cabeza, para una economista seria como Cristina Ibarra, presidenta del Colegio de Economistas de Sinaloa, todo se debe al tratado de libre comercio y a la sobreproducción del grano en el país, con todo y que en el estado este año se sembró la mitad de la superficie por los problemas de sequía.

Es decir, si México impone un precio a su maíz blanco, los países vecinos también se verían obligados a meter aranceles a otros productos, y esto se volvería una cadena de descalabros, de ahí que crear una bolsa de granos a futuros en el país, es un tema bastante complejo.

Demasiado complejo como para esperar las cosechas que ya empiezan y con una comercialización que no convence a todo el gremio. Claro, ya hubo sectores que dicen que están conformes. Vamos a ver cómo continúan las negociaciones.

Por lo pronto es difícil no decir que el ambiente se politizó, como están politizando todo en la contienda electoral, hasta los muertos tienen ese imán político. Pero no hablemos de ello, porque luego dirán que andamos zopiloteando y queremos lucrar con el dolor ajeno. (Dixit AMLO).

Más problemas en puerta

Pero el asunto del precio del maíz es uno de varios que están en puerta. Es cierto que ya padecemos una sequía, que obligó a muchos agricultores a reducir sus siembras y ahora la esperanza está centrada en que esta temporada se den buenas lluvias para captar el recurso hídrico tan necesario.

Sin embargo, las campañas electorales no dejan ver propuestas de verdad para mejorar la gestión del agua. Sobre el naciente municipio de Eldorado, también se cierne la amenaza del cierre del Ingenio, lo que causaría un efecto dominó sobre empleos y tierras de siembra, que ya resienten la sed de la falta de agua para uso agrícola.

En el sur del estado las cosas tampoco van de maravilla y lo malo es que la sociedad en su conjunto no se interesa en participar para exigir a quienes andan en campaña, del color que sea, que atiendan políticas públicas reales que palien las posibles catástrofes por venir. El futuro no se ve nada alagador y no estamos para políticos incompetentes, como México y Sinaloa ha tenido a lo largo de los años.

Tan pronto como algunos productores de maíz en Sinaloa tomaron las casetas que van del Centro al norte del estado, quienes señalaron que los 5 mil 457 pesos que negociaron por tonelada en Ciudad de México son insuficientes para sacar los gastos de la siembra 2024, comenzó una operación de Estado para hacer ver que detrás de las manifestaciones está el PRIAN.

Es decir, en época electoral, cualquier río revuelto es bueno para pescar, tanto de un bando como de otro, con el agravante de que quienes quedan en medio de las disputas políticas son los ciudadanos que padecen día a día a una caterva de políticos insulsos, y que, como bien lo refiere Joan Manuel Serrat, “juegan con cosas que no tienen repuesto”, pero siempre “la culpa es del otro si algo les sale mal”.

Por eso es necesario analizar más allá de las pasiones y las declaraciones dichas al aire. Bien es cierto que la oferta fue dejar el precio en 5 mil 457 pesos, eso nadie alegó, pues lo que piden los quejosos maiceros es que se otorgue el precio de garantía de 6 900 pesos que en algún momento de 2023, estableció Segalmex, ese otro elefante blanco de la Cuarta Transformación que no nos ha garantizado más que corrupción -confirmada por el mismo presidente, pero perdonada por él mismo, pues sus funcionarios de confianza cayeron en una tramposa celada de manos ávidas de dinero-.

En Sinaloa, desde los gobiernos del PRI anteriores, los precios del maíz han sido un verdadero dolor de cabeza, para una economista seria como Cristina Ibarra, presidenta del Colegio de Economistas de Sinaloa, todo se debe al tratado de libre comercio y a la sobreproducción del grano en el país, con todo y que en el estado este año se sembró la mitad de la superficie por los problemas de sequía.

Es decir, si México impone un precio a su maíz blanco, los países vecinos también se verían obligados a meter aranceles a otros productos, y esto se volvería una cadena de descalabros, de ahí que crear una bolsa de granos a futuros en el país, es un tema bastante complejo.

Demasiado complejo como para esperar las cosechas que ya empiezan y con una comercialización que no convence a todo el gremio. Claro, ya hubo sectores que dicen que están conformes. Vamos a ver cómo continúan las negociaciones.

Por lo pronto es difícil no decir que el ambiente se politizó, como están politizando todo en la contienda electoral, hasta los muertos tienen ese imán político. Pero no hablemos de ello, porque luego dirán que andamos zopiloteando y queremos lucrar con el dolor ajeno. (Dixit AMLO).

Más problemas en puerta

Pero el asunto del precio del maíz es uno de varios que están en puerta. Es cierto que ya padecemos una sequía, que obligó a muchos agricultores a reducir sus siembras y ahora la esperanza está centrada en que esta temporada se den buenas lluvias para captar el recurso hídrico tan necesario.

Sin embargo, las campañas electorales no dejan ver propuestas de verdad para mejorar la gestión del agua. Sobre el naciente municipio de Eldorado, también se cierne la amenaza del cierre del Ingenio, lo que causaría un efecto dominó sobre empleos y tierras de siembra, que ya resienten la sed de la falta de agua para uso agrícola.

En el sur del estado las cosas tampoco van de maravilla y lo malo es que la sociedad en su conjunto no se interesa en participar para exigir a quienes andan en campaña, del color que sea, que atiendan políticas públicas reales que palien las posibles catástrofes por venir. El futuro no se ve nada alagador y no estamos para políticos incompetentes, como México y Sinaloa ha tenido a lo largo de los años.