/ sábado 17 de abril de 2021

Cynthia, una carpintera contra la brecha de género

A sus 39 años de edad, Quintero Elizalde asegura que no hay oficios exclusivos de hombres

Culiacán, Sin.- En los últimos cinco años su casa ha pasado de ser un hogar común para convertirse en un taller de tapicería, carpintería y serigrafía. El olor a barniz, a aserrín y el crujir de herramientas es lo más normal, pero lo inusual es que una sola mujer es quien ejerce estos oficios.

A pesar de que la carpintería y la tapicería son oficios considerados exclusivos para los hombres, eso no es asunto para Cynthia Leticia Quintero Elizalde, quien a sus 39 años de edad prueba y se esfuerza por cerrar una brecha de género.

Relata que desde pequeña le ha gustado desempeñarse en cosas que conjuguen el ingenio con la creatividad, su sueños siempre fue estudiar diseño industrial, pero al no existir esa carrera en Culiacán, Sinaloa, de donde es originaria, optó por estudiar diseño gráfico, posteriormente arquitectura y en ambas logró graduarse.

EL CAMINO

Por muchos años estuvo trabajando en ambas cosas, laboró en una agencia de diseños y también coordinó obras de construcciones importantes, sin embargo, dijo que no había más crecimiento laboral en donde estaba y decidió darle un rumbo diferente a su vida.

Sinceramente donde estaba ya no había para dónde avanzar, a pesar de que era un negocio medianamente grande, pues ya no tenía otro puesto a dónde avanzar más. Desde chica me ha gustado hacer cosas con las manos y fue hasta un día que una prima me encargó una cabecera, y yo no sabía hacerla y me preguntó pero ¿Te animas a hacerla? Y le dije si y pues que me aviento”, expuso.

El resultado de esa cabecera, dijo, fue el elemento perfecto para dedicarse al cien por ciento a la tapicería y poco después a la carpintería, trabajos que hoy en día son el motor de vida.

Aprendí con puros tutoriales de internet, tuve que investigar dónde comprar telas, mejores proveedores y así fue como me animé a poner la tapicería. Lo primero que adquirí fue una sierra, donde a prueba y error y algunas cortadas aprendí a hacer los cortes en la madera para empezar a fabricar mis propios diseños de muebles”, declaró.

Foto: Karla Mendívil | El Sol de Sinaloa

A pesar de que no es muy común ver a mujeres en ocupaciones tradicionalmente consideradas como “masculinas”, dijo que eso nunca le ha importado, ya que todos los hombres y mujeres tienen la misma capacidad para hacer las mismas cosas.

Puedes leer: Discapacidad motriz: La batalla de Alicia en una sociedad desigual

Yo tengo una frase, que si ella o él hacen cierto trabajo yo también lo puedo hacer, nunca me quedo con la duda, siempre investigo y lo hago, hay que ser polifacéticos, todas las mujeres podemos hacer cualquier actividad que cualquier hombre haga, de hecho a veces hasta mejor porque somos más detallistas haciendo las cosas”, aludió.

¿MUJER U HOMBRE?

En un principio, reconoció que a la gente si le causaba impresión ver a una mujer tapizando un mueble, lijando madera, incluso porque tiene solo una ayudante para los tres oficios y también es mujer.

Si me he topado con gente que me pregunta ¿y quién dirige el negocio? Y le digo yo, me responden pero si tú eres mujer, pues si, y aun así yo hago los muebles y los tapizo”, citó.

Quintero Elizalde, puntualizó que no se considera una carpintera especializada, pues en la actualidad no fabrica comedores, ni hace trabajos de cocina ni recámaras, ya que lo suyo es adecuar un mueble ya hecho, darle su toque especial y más moderno.

Yo no hago muebles de carpintería especializados, hago muebles rústicos, tengo una línea de muebles que espero sacar pronto, son industriales, yo no hago cocinas, no te hago una recámaras ni comedores. Lo mío son los diseños de muebles, no solo tapizarlos sino darle un toque especial”, enfatizó.

Lo más complicado de su trabajo es tapizar las salas, pues señaló que no solo es retirar tela, sino darle la forma a los relieves y cocer todas las uniones para que quede como nueva.

PANDEMIA

La tapicera, carpintera y demás, compartió que la pandemia fue su aliada, pues al darse el confinamiento total y el cierre de negocios no esenciales, afortunadamente no se vio en la necesidad de bajar cortinas en el suyo ya que prácticamente está dentro su casa.

Sinceramente el negocio creció más, hubo mucha que seguía recibiendo su cheque y aprovecharon para remodelar sus espacios y de verdad nos fue bien económicamente, independiente de la emergencia sanitaria”, recordó.

Foto: Karla Mendívil | El Sol de Sinaloa

SUEÑOS

Cynthia sueña con poder tener su propia línea de muebles, no solo tapizarlos sino darle su toque especial y venderlos por todo el estado de la República y en la actualidad está trabajando para lograr su objetivo.




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Culiacán, Sin.- En los últimos cinco años su casa ha pasado de ser un hogar común para convertirse en un taller de tapicería, carpintería y serigrafía. El olor a barniz, a aserrín y el crujir de herramientas es lo más normal, pero lo inusual es que una sola mujer es quien ejerce estos oficios.

A pesar de que la carpintería y la tapicería son oficios considerados exclusivos para los hombres, eso no es asunto para Cynthia Leticia Quintero Elizalde, quien a sus 39 años de edad prueba y se esfuerza por cerrar una brecha de género.

Relata que desde pequeña le ha gustado desempeñarse en cosas que conjuguen el ingenio con la creatividad, su sueños siempre fue estudiar diseño industrial, pero al no existir esa carrera en Culiacán, Sinaloa, de donde es originaria, optó por estudiar diseño gráfico, posteriormente arquitectura y en ambas logró graduarse.

EL CAMINO

Por muchos años estuvo trabajando en ambas cosas, laboró en una agencia de diseños y también coordinó obras de construcciones importantes, sin embargo, dijo que no había más crecimiento laboral en donde estaba y decidió darle un rumbo diferente a su vida.

Sinceramente donde estaba ya no había para dónde avanzar, a pesar de que era un negocio medianamente grande, pues ya no tenía otro puesto a dónde avanzar más. Desde chica me ha gustado hacer cosas con las manos y fue hasta un día que una prima me encargó una cabecera, y yo no sabía hacerla y me preguntó pero ¿Te animas a hacerla? Y le dije si y pues que me aviento”, expuso.

El resultado de esa cabecera, dijo, fue el elemento perfecto para dedicarse al cien por ciento a la tapicería y poco después a la carpintería, trabajos que hoy en día son el motor de vida.

Aprendí con puros tutoriales de internet, tuve que investigar dónde comprar telas, mejores proveedores y así fue como me animé a poner la tapicería. Lo primero que adquirí fue una sierra, donde a prueba y error y algunas cortadas aprendí a hacer los cortes en la madera para empezar a fabricar mis propios diseños de muebles”, declaró.

Foto: Karla Mendívil | El Sol de Sinaloa

A pesar de que no es muy común ver a mujeres en ocupaciones tradicionalmente consideradas como “masculinas”, dijo que eso nunca le ha importado, ya que todos los hombres y mujeres tienen la misma capacidad para hacer las mismas cosas.

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Yo tengo una frase, que si ella o él hacen cierto trabajo yo también lo puedo hacer, nunca me quedo con la duda, siempre investigo y lo hago, hay que ser polifacéticos, todas las mujeres podemos hacer cualquier actividad que cualquier hombre haga, de hecho a veces hasta mejor porque somos más detallistas haciendo las cosas”, aludió.

¿MUJER U HOMBRE?

En un principio, reconoció que a la gente si le causaba impresión ver a una mujer tapizando un mueble, lijando madera, incluso porque tiene solo una ayudante para los tres oficios y también es mujer.

Si me he topado con gente que me pregunta ¿y quién dirige el negocio? Y le digo yo, me responden pero si tú eres mujer, pues si, y aun así yo hago los muebles y los tapizo”, citó.

Quintero Elizalde, puntualizó que no se considera una carpintera especializada, pues en la actualidad no fabrica comedores, ni hace trabajos de cocina ni recámaras, ya que lo suyo es adecuar un mueble ya hecho, darle su toque especial y más moderno.

Yo no hago muebles de carpintería especializados, hago muebles rústicos, tengo una línea de muebles que espero sacar pronto, son industriales, yo no hago cocinas, no te hago una recámaras ni comedores. Lo mío son los diseños de muebles, no solo tapizarlos sino darle un toque especial”, enfatizó.

Lo más complicado de su trabajo es tapizar las salas, pues señaló que no solo es retirar tela, sino darle la forma a los relieves y cocer todas las uniones para que quede como nueva.

PANDEMIA

La tapicera, carpintera y demás, compartió que la pandemia fue su aliada, pues al darse el confinamiento total y el cierre de negocios no esenciales, afortunadamente no se vio en la necesidad de bajar cortinas en el suyo ya que prácticamente está dentro su casa.

Sinceramente el negocio creció más, hubo mucha que seguía recibiendo su cheque y aprovecharon para remodelar sus espacios y de verdad nos fue bien económicamente, independiente de la emergencia sanitaria”, recordó.

Foto: Karla Mendívil | El Sol de Sinaloa

SUEÑOS

Cynthia sueña con poder tener su propia línea de muebles, no solo tapizarlos sino darle su toque especial y venderlos por todo el estado de la República y en la actualidad está trabajando para lograr su objetivo.




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