La toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República revivió la esperanza en millones de mexicanos que sueñan con un país mas justo y con mayores oportunidades para los que menos tienen, pero al mismo tiempo ha generado una incertidumbre que hace muchos años no se veía en un sector tan amplio de la población.
Esta percepción ambivalente de esperanza e incertidumbre, de amor y temor, se puede ver con claridad en las opiniones de los ciudadanos a través de las redes sociales. Mientras unos festejan el inicio de la llamada Cuarta Transformación, otros manifiestan abiertamente su preocupación.
De un lado están los más de 30 millones de votantes que confían ciegamente en el nuevo Presidente, sus compromisos anunciados en campaña y ratificados en la ceremonia de Transmisión de Poderes, y posteriormente en el mitin que encabezó en el Zócalo de la Ciudad de México, ante miles de seguidores que festejaron el histórico acontecimiento, después de escuchar un larguísimo mensaje saturado de promesas.
En el extremo opuesto está otro amplio sector de la población que no solo no festeja muchas de las medidas anunciadas por el nuevo Presidente, sino que expresa su temor ante las señales que dibujan un estilo populista y autoritario.
En opinión de algunos analistas, AMLO se excedió en la forma y en el fondo de su primer discurso como Presidente en funciones. Y es que son tan altas las expectativas que el tabasqueño ha sembrado en sus seguidores que ahora no tiene derecho a fallar.
Nunca en la historia del país un Presidente había prometido tanto en el día de su investidura, sin la certeza de que podrá cumplir al menos el 50 por ciento de las acciones de gobierno que anunció y, sobre todo, qué costo tendrán para el país.
Las medidas que más preocupan por las consecuencias sociales y económicas que podrían tener en el mediano plazo, en mi opinión son las siguientes:
Cancelar la reforma educativa. ¿Por qué no optó por modificarla para mejorar sus alcances? Borrarla de un plumazo afectará a millones de niños que tienen todo el derecho a una enseñanza de mejor calidad. Con esta decisión el gobierno de AMLO regresa al viejo esquema de entregar el control de la Educación al Sindicato.
Reducir impuestos y aumentar los salarios al doble en la frontera. De entrada, la medida es inequitativa. Si baja el IVA al 8 por ciento en Tijuana, Rosarito, Tecate y Mexicali, ¿por qué se deja fuera al municipio de Ensenada, que está a una hora de Tijuana? ¿Y qué hay de la otra frontera? Si en el sur, a diferencia de la frontera norte, la gente no tiene la opción de ir al otro lado a comprar más barato, ¿por qué se le da un trato diferente?.
Aumentar al doble el salario mínimo general en la zona fronteriza subirá de un solo golpe este indicador, de 88 a 176 pesos diarios, con lo que “en teoría” alcanzará para que el trabajador adquiera los productos de la canasta básica. Pero es obvio que para estar en condiciones de pagar el aumento salarial sin recortar personal, las empresas de la frontera se verán obligadas a incrementar los precios de sus productos. Entonces, ¿dónde está el beneficio para los trabajadores?
Subir al doble la pensión para personas de la tercera edad y fijar una pensión adicional para aquellos que ya tienen IMSS e ISSSTE. El anuncio ha sido muy aplaudido por el beneficio social que representa, sin embargo, la pregunta obligada es ¿de dónde saldrán los recursos y por cuanto tiempo se podrá solventar dicha medida sin afectar las finanzas públicas? En México hay 15 millones de adultos mayores, si se les asigna una pensión de mil 500 pesos mensuales se necesitarán 270 mil millones de pesos, tan sólo en el primer año del nuevo gobierno. ¿De qué fuente se obtendrán esos recursos?
Salario de 3 mil 600 mensuales para jóvenes que ni estudian ni trabajan. El problema con esta acción de gobierno es el mismo que el anterior, ¿de dónde saldrá el dinero?. Las primeras estimaciones indican que para cumplir este compromiso de campaña se necesitan casi 100 mil millones de pesos al año. Para darnos una idea del boquete que se abrirá en las finanzas públicas, esta cantidad equivale al presupuesto de todos los programas de la Sedesol.
La lista de promesas presidenciales que generan incertidumbre aún es larga, pero resulta imposible hacer un análisis de todas en este espacio. Sólo nos resta decir, que por el bien de todos y sobre todo por el bien de los más pobres, deseamos que el nuevo gobierno se conduzca con responsabilidad en el manejo de los recursos.
Lo que debe quedar claro es que las campañas ya pasaron, hoy AMLO está al frente del poder Ejecutivo, su sueño de ser Presidente se ha cumplido, esperamos que no se convierta en una pesadilla para quienes le otorgaron su confianza en las urnas.
GRAFITI
Se suponía que el nuevo gobierno buscaría generar confianza en los mercados, pero la innecesaria crítica a la reforma energética envía un mensaje muy negativo a los inversionistas.
¿Acaso la Reforma Energética correrá la misma suerte que la Reforma Educativa?
De ser así… ¿Aspira AMLO a convertir a México en un país cerrado a la inversión extranjera en el tema de los hidrocarburos?
¿Igualito que Corea del Norte?
¿De plano así?
