/ lunes 9 de julio de 2018

Atrás quedaron las campañas, bienvenidos a la realidad

Los asesores en Comunicación Política de Andrés Manuel López Obrador tuvieron el acierto de sugerirle que las verdades ocultas sobre sus promesas de campaña no las revelara él, sino sus más cercanos colaboradores que formarán parte del gabinete de lo que será el nuevo gobierno, el gobierno del cambio verdadero.

Hay que reconocer que los consejeros de AMLO también acertaron al sugerirle que no esperara a tomar posesión del cargo para decirle a sus millones de seguidores que no podrá cumplir con algunos de los principales compromisos que hizo durante la contienda electoral.

Decimos que lo primero es un gran acierto de los asesores de imagen del virtual Presidente electo, porque de esta manera le evitan, al menos por ahora, la pena de tener que aceptar que mintió a a quienes confiaron en sus promesas.

Y es que al decir “fíjense que siempre no estaremos en condiciones de hacer realidad algunas cosas que anunciamos en campaña”, no es otra cosa más que reconocer que engañó a quienes votaron por él y tarde o temprano tendrá que dar la cara y rendir cuentas ante esa realidad.

Lo segundo también es un acierto de los expertos en mercadotecnia política del líder de Morena, porque al no esperar a tomar posesión para explicar las “letras chiquitas” de sus promesas de campaña, el impacto de la mentira es menor, porque algunos de sus seguidores podrán mantener la esperanza de que sus compromisos se cumplan una vez iniciado su gobierno, finalmente se vale seguir soñando.

Esas pudieran ser las razones por las cuales se decidió que la “otra verdad” sobre las promesas de campaña de AMLO las anunciaran cuanto antes quienes formarán parte de su gabinete y no el Presidente electo, porque el mandatario sólo está para dar las buenas noticias, las malas que las den otros.

Bajo esa estrategia mediática, el primer golpe de realidad lo dio Carlos Urzúa, el virtual secretario de Hacienda de AMLO, quien salió a decir muy quitado de la pena y con una amplia sonrisa en los noticeros de Televisa: fíjense que siempre no bajará el precio de la gasolina.

Incluso, Urzúa explicó lo que ya ha dicho infinidad de veces el gobierno de Enrique Peña Nieto y que tantas críticas le ha valido, que el precio de la gasolina depende de factores externos, por lo que mientras no bajen de manera simultánea el dólar y el petróleo difícilmente se reducirá el precio del combustible.

La única diferencia, dijo muy relajado Urzúa, es que en el gobierno de AMLO se acabarán los aumentos graduales conocidos como “gasolinazos”, porque a partir de 2019 sólo se hará un solo “ajuste” de acuerdo con la inflación, pero imposible bajar el precio… ¡Tómala!

El segundo anuncio que hizo el próximo secretario de Hacienda tiene que ver con el polémico tema del nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, que AMLO había dicho que sería cancelado. Aún se recuerdan sus palabras pronunciadas en varios de sus mítines de campaña: “Dos días después de la elección, porque al día siguiente andaremos desvelados, voy a ir a Los Pinos a hablar con Enrique Peña, para ponernos de acuerdo y ver que esa obra se suspenda y no se siga tirando el dinero del pueblo”.

AMLO ya habló con Peña, no en Los Pinos, sino en Palacio Nacional, pero al parecer el tema no fue parte de esa conversación, y lo sabemos porque el mismo virtual secretario de Hacienda se encargó de aclarar que lo más probable es que la obra del nuevo Aeropuerto sí se va a concluir y en el mismo lugar donde actualmente se construye… ¡Palo!

El otro anuncio que hizo Urzúa es quizás menos importante para la economía del país, pero si consideramos el impacto que tuvo en la percepción de los mexicanos por el manejo mediático que se le dio, es la venta del avión presidencial, “Que no lo tiene ni Obama”, pues fíjense que siempre no se vende… Y el mismo Urzúa explicó que eso tampoco es posible, porque sencillamente “nadie pagaría lo que vale”… Así de fácil.

En síntesis, de arranque, son tres las promesas de campaña que no cumplirá López Obrador: la gasolina no bajará de precio, el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México seguirá en el mismo lugar y el avión presidencial no se vende.

GRAFITI

¿Qué harán con tanto poder? La llegada de políticos sin la madurez, experiencia legislativa y administrativa que se requiere para un buen desempeño en las cámaras de Senadores, Diputados, Congresos locales y Presidencias Municipales, podría darle muchos dolores de cabeza al gobierno de López Obrador.

En Sinaloa, el más reciente ejemplo de ello es Guillermo Chapman, quien en su primer discurso oficial como alcalde electo del municipio de Ahome, dijo que a los funcionarios que se atrevan robar un peso del presupuesto público los va a tirar en el vecino municipio sonorense de Navojoa.

Con un lenguaje más parecido al de un sicario del narcotráfico, Chapman demostró que no tiene claro que la obligación de un Presidente Municipal es actuar con apego a la ley… Y eso que es abogado y presume que habla cuatro idiomas.

Twiter: @victortorres_mx

Los asesores en Comunicación Política de Andrés Manuel López Obrador tuvieron el acierto de sugerirle que las verdades ocultas sobre sus promesas de campaña no las revelara él, sino sus más cercanos colaboradores que formarán parte del gabinete de lo que será el nuevo gobierno, el gobierno del cambio verdadero.

Hay que reconocer que los consejeros de AMLO también acertaron al sugerirle que no esperara a tomar posesión del cargo para decirle a sus millones de seguidores que no podrá cumplir con algunos de los principales compromisos que hizo durante la contienda electoral.

Decimos que lo primero es un gran acierto de los asesores de imagen del virtual Presidente electo, porque de esta manera le evitan, al menos por ahora, la pena de tener que aceptar que mintió a a quienes confiaron en sus promesas.

Y es que al decir “fíjense que siempre no estaremos en condiciones de hacer realidad algunas cosas que anunciamos en campaña”, no es otra cosa más que reconocer que engañó a quienes votaron por él y tarde o temprano tendrá que dar la cara y rendir cuentas ante esa realidad.

Lo segundo también es un acierto de los expertos en mercadotecnia política del líder de Morena, porque al no esperar a tomar posesión para explicar las “letras chiquitas” de sus promesas de campaña, el impacto de la mentira es menor, porque algunos de sus seguidores podrán mantener la esperanza de que sus compromisos se cumplan una vez iniciado su gobierno, finalmente se vale seguir soñando.

Esas pudieran ser las razones por las cuales se decidió que la “otra verdad” sobre las promesas de campaña de AMLO las anunciaran cuanto antes quienes formarán parte de su gabinete y no el Presidente electo, porque el mandatario sólo está para dar las buenas noticias, las malas que las den otros.

Bajo esa estrategia mediática, el primer golpe de realidad lo dio Carlos Urzúa, el virtual secretario de Hacienda de AMLO, quien salió a decir muy quitado de la pena y con una amplia sonrisa en los noticeros de Televisa: fíjense que siempre no bajará el precio de la gasolina.

Incluso, Urzúa explicó lo que ya ha dicho infinidad de veces el gobierno de Enrique Peña Nieto y que tantas críticas le ha valido, que el precio de la gasolina depende de factores externos, por lo que mientras no bajen de manera simultánea el dólar y el petróleo difícilmente se reducirá el precio del combustible.

La única diferencia, dijo muy relajado Urzúa, es que en el gobierno de AMLO se acabarán los aumentos graduales conocidos como “gasolinazos”, porque a partir de 2019 sólo se hará un solo “ajuste” de acuerdo con la inflación, pero imposible bajar el precio… ¡Tómala!

El segundo anuncio que hizo el próximo secretario de Hacienda tiene que ver con el polémico tema del nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, que AMLO había dicho que sería cancelado. Aún se recuerdan sus palabras pronunciadas en varios de sus mítines de campaña: “Dos días después de la elección, porque al día siguiente andaremos desvelados, voy a ir a Los Pinos a hablar con Enrique Peña, para ponernos de acuerdo y ver que esa obra se suspenda y no se siga tirando el dinero del pueblo”.

AMLO ya habló con Peña, no en Los Pinos, sino en Palacio Nacional, pero al parecer el tema no fue parte de esa conversación, y lo sabemos porque el mismo virtual secretario de Hacienda se encargó de aclarar que lo más probable es que la obra del nuevo Aeropuerto sí se va a concluir y en el mismo lugar donde actualmente se construye… ¡Palo!

El otro anuncio que hizo Urzúa es quizás menos importante para la economía del país, pero si consideramos el impacto que tuvo en la percepción de los mexicanos por el manejo mediático que se le dio, es la venta del avión presidencial, “Que no lo tiene ni Obama”, pues fíjense que siempre no se vende… Y el mismo Urzúa explicó que eso tampoco es posible, porque sencillamente “nadie pagaría lo que vale”… Así de fácil.

En síntesis, de arranque, son tres las promesas de campaña que no cumplirá López Obrador: la gasolina no bajará de precio, el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México seguirá en el mismo lugar y el avión presidencial no se vende.

GRAFITI

¿Qué harán con tanto poder? La llegada de políticos sin la madurez, experiencia legislativa y administrativa que se requiere para un buen desempeño en las cámaras de Senadores, Diputados, Congresos locales y Presidencias Municipales, podría darle muchos dolores de cabeza al gobierno de López Obrador.

En Sinaloa, el más reciente ejemplo de ello es Guillermo Chapman, quien en su primer discurso oficial como alcalde electo del municipio de Ahome, dijo que a los funcionarios que se atrevan robar un peso del presupuesto público los va a tirar en el vecino municipio sonorense de Navojoa.

Con un lenguaje más parecido al de un sicario del narcotráfico, Chapman demostró que no tiene claro que la obligación de un Presidente Municipal es actuar con apego a la ley… Y eso que es abogado y presume que habla cuatro idiomas.

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