Por aire, mar y tierra, el crimen organizado ha trazado una serie de rutas de producción y trasiego de drogas que inician en Chihuahua y Durango que, junto con Sinaloa, conforman el llamado Triángulo Dorado del narcotráfico.
Un documento obtenido en el archivo hackeado por el colectivo Guacamaya, señala que desde 2020 la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) identificó esas rutas por donde los dos grandes cárteles que dominan en el estado, producen y transportan los cargamentos para ser trasladados rumbo a Baja California Sur.
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Se trata de la ruta del “Mar de Cortés”, la cual tiene 12 puertos de salida de embarcaciones pequeñas y medianas que se extienden a lo largo de los 650 kilómetros del litoral sinaloense.
Incluso la Sedena advierte que tanto el Cártel de Sinaloa como los remates de los Beltrán Leyva, representados por Fausto Isidro Meza Flores, “El Chapo” Isidro, usan las rutas de los ferries cuya línea está trazada de los puertos de Topolobampo al norte, en Ahome, y el de Mazatlán en el sur del estado, y que tienen como destino La Paz, Baja California Sur.
Puertos de embarcaciones menores
Para la Defensa Nacional, según este documento titulado “Problemática y Panorama delictivo en Sinaloa”, los grupos de narcotraficantes usan puntos de salida en casi todos los municipios que tienen costa.
Además de Topolobampo, se localiza otro “puerto narco” en Las Glorias, Guasave; en Angostura está “El Gato de Lara” o Leopoldo Sánchez Celis, por donde bajan los cargamentos hacia La Reforma y Costa Azul.
De hecho, apenas el fin de semana del viernes 2 al sábado 4 de junio, el colectivo Sabuesos Guerreras localizó un predio en las afueras de Costa Azul en donde lograron ubicar 13 puntos con restos óseos humanos. La Fiscalía del estado no ha determinado a cuántas personas corresponden estos huesos.
De Culiacán, se tienen detectadas salidas al mar desde Eldorado y en Navolato desde la Bahía de Altata. Hacia el sur, en Elota salen de Celestino Gasca, un pequeño pueblo costero cuyos habitantes viven de la pesca de ostión y otras especies.
En San Ignacio se cuenta con Dimas y de Mazatlán, además del puerto de alto cabotaje, también usan Villa Unión para embarcaciones menores. Por último, de Rosario, los barcos con cargamentos salen de El Caimanero.
De la sierra a la costa
Pero estos puntos que tienen conexión con La Paz, Los Cabos y otros sitios de BCS, se derivan del “escurrimiento” de la droga desde la zona serrana, tanto de Sinaloa, como de Chihuahua y Durango, en donde los grupos delincuenciales tienen sus cosechas o instalan laboratorios de drogas sintéticas, como fentanilo y metanfetamina.
Los siete corredores del trasiego hacia la costa incluye, de acuerdo con la Sedena, el de Choix-El Fuerte-Los Mochis en el norte, luego Baborigame (Chihuahua), Cinco Llagas, y de ahí Sinaloa de Leyva, Estación Bamoa y playa Las Glorias. Estas dos rutas son controladas por la gente de “El Chapo” Isidro.
Hacia la región centro del estado, está el corredor Guadalupe y Calvo, Soyatita-Tameapa-Badiraguato-Pericos, la siguiente es Santiago Papasquiaro (Durango)-Canelas-Tamazula, Culiacán-Navolato-Altata.
Bajando en dirección sur está San Dimas-Tayoltita, San Ignacio-Dimas. Luego El Salto-Pueblo Nuevo (Durango), Concordia-Mazatlán y por último El Mezquital (Durango)-Rosario.
La Sedena tiene información que los cargamentos bajan a la costa en avionetas ligeras, camiones de remolque y camionetas tipo pickup que puedan soportar los viajes. También hay aeronaves que vuelan desde el sur del estado y aterrizan en las inmediaciones de Los Cabos y de La Paz.
Los perfiles analizados
Por otro lado, dentro del panorama que recopiló la Defensa Nacional en el documento considerado confidencial, señaló que en los municipios de Ahome, El Fuerte y Choix controla Adelmo Núñez Molina, “El Lemo Núñez”, considerado cercano a los Guzmán, y con quien en 2020 mantenía una pugna con Doroteo Jacobo Trejo.
Pero en estos mismos municipios, también converge el liderazgo del “Chapo” Isidro junto con su gente, quienes sí controlan por entero los municipios de Guasave y Sinaloa de Leyva.
El ultimatum del Chapo
El análisis de la inteligencia militar permite diseccionar los conflictos entre las facciones del Cártel de Sinaloa, como el que se documentó en los medios entre Jesús Alexánder Sánchez Félix, “El Ruso”, con Néstor Isidro Pérez Salas, “El Nini”, el primero del grupo de Ismael Zambada García y el segundo de “Los Chapitos”
La información confirma que el 8 de marzo de 2020, “El Mayo” Zambada le dio “un ultimátum al Ruso, su principal protector, “para abandonar la citada área (Tepuche y zona norte de Culiacán), mismo que se retiró a la ciudad de Mexicali y posteriormente retornó”.
Durante los operativos en la zona norte, que provocó desplazamiento forzado de diversas comunidades, militares fueron blanco de cuatro ataques armados, detuvieron a 12 civiles, desarticularon 2 campamentos, aseguraron 2 fusiles Barret, 10 ametralladoras, 57 armas largas, 5 cortas, un lanzagranadas, cargadores, cartuchos y 51 vehículos, de los cuales 5 eran blindados.
Zona sur
La zona sur del estado, dominada por el Cártel de Sinaloa, abarca Mazatlán, Concordia, El Rosario y Escuinapa, y todos estos municipios según el documento están bajo el mando de un individuo identificado como “El Gabito”, quien es operador de “Los Chapitos”.
Hasta donde se sabe este personaje no tiene antecedentes en los medios. La Sedena indicó que en 2020 mantenía “una pugna por el control de estos municipios con con un sujeto apodado “El Chonecas”, quien dirige una célula del Cártel de Los Beltrán Leyva”.
Sin embargo en esas fechas de acuerdo a distintas fuentes se vivía un momento de tregua, sin que se registraran eventos violentos en la región.
Poderío de fuego y comunicación
En el documento se advierte del tipo de armamento de alto poder que tienen los grupos delincuenciales en Sinaloa, así como las unidades pesadas habilitadas con blindaje artesanal equivalente al nivel 5 o nivel 7.
Un dato relevante es la forma en que se comunican entre sí y que cobra relieve ya que, en ciudades como Culiacán, se observan parvadas de motociclistas siguiendo a convoyes militares avisando por radio los movimientos de las unidades del Ejército o Guardia Nacional.
La Sedena indicó en aquel momento que se localizaron e inhabilitaron antenas de radiocomunicación de alta frecuencia establecidas de manera irregular.
“Son utilizadas para comunicaciones clandestinas, asimismo, emplean teléfonos celulares, radios portátiles, destacando que actualmente emplean aplicaciones de mensajería en teléfonos tipo Android y IPhone, así como radios con banda de dos metros y digitales, que le permiten encriptar sus comunicaciones”.
Estos equipos le permiten al crimen organizado coordinarse no sólo para los propósitos del trasiego de drogas, sino también para monitorear en tiempo real operativos, movilización de tropas y vehículos sospechosos que pudieran usar las fuerzas del orden para trabajar de manera encubierta.
En días pasados un audio obtenido por este medio, difundido en grupos de WhatsApp, se escucha cómo entre “punteros” se avisan de “camionetas Yukon” sospechosas en las que pudieran circular agentes encubiertos de la DEA en Culiacán.
“Estén al tiro”, concluye en voz de orden la voz en el radio general. De hecho, el Cártel divide el uso de frecuencia entre “radios generales”, en los cuales todos con acceso a esa línea pueden escuchar y los “radios privados”, cuyas comunicaciones están reservadas a jefes y sus lugartenientes
Inteligencia
El Centro Militar de Inteligencia reportó de agosto a octubre de 2020 un total de 6 eventos “positivos” gracias a la información recolectada. El 8 de agosto dieron con un centro de empaquetamiento en la colonia Francisco Villa de Culiacán donde aseguraron 220 kilos de metanfetamina y 4.5 de heroína que sería llevada en avioneta a Baja California Sur.
El 22 de septiembre dieron en la colonia Miguel de la Madrid con un centro de acopio de fentanilo, detuvieron a 6 civiles y aseguraron vehículos y precursores.
El 24 de septiembre hallaron en La Laguna Colorada otro centro de acopio de metanfetamina con 5.2 toneladas de esta droga y el 19 de octubre en San Antonio detuvieron a un civil con armas.
Días más tarde, hallaron una casa en la colonia Loma Linda usada para almacenar drogas y armas. Paralelo a estos decomisos, la SEDENA detalló choques armados contra delincuentes en diferentes puntos de la geografía del estado.
Sobre las rutas terrestres y marítimas, no se informa si el Ejército mantiene una estrategia para cortar las vías de uso continuo en la producción y trasiego de estupefacientes ilegales.
