/ lunes 1 de agosto de 2022

El Mayito Flaco y El Limón, los herederos el Mayo Zambada en el Cártel de Sinaloa

La facción de El Mayo Zambada es la más avanzada para el cambio generacional del capo sinaloense que nunca ha pisado la cárcel

Culiacán, Sin.- Desde que en marzo de 2017 se fugó del Centro Penitenciario de Aguaruto, en Culiacán, Alfonso Limón Sánchez, “El Poncho”, ha fortalecido su liderazgo al lado de Ismael Zambada Sicarios, “El Mayito Flaco”, el único hijo del líder de la organización de tráfico de drogas sinaloense que no ha sido capturado por las autoridades.

De manera natural, de acuerdo con reportes de fuentes de seguridad, ambos se han perfilado como sucesores de Ismael Zambada García, “El Mayo”, “El Señor del Sombrero”, pues a diferencia de otros capos, con casi 80 años de edad y asediado por enfermedades, el oriundo de El Salado, Sinaloa, intenta delegar el poder a su hijo y subalternos considerados los mas “eficientes”.

También puedes leer: El último refugio de Caro Quintero: la caída del "narco de narcos"

Lleva años en ello. Narco de vieja escuela, “El Mayo” sin embargo pesa como un factor de equilibrio y conciliación ante constantes explosiones violentas entre los diferentes grupos que componen el cártel de Sinaloa.

Hasta ahora, la facción de los hijos del “Chapo” no se ha enfrentado al grupo de los Zambada, más que de manera indirecta, atacando a operadores como “El Ruso” y otros en la frontera de Mexicali, Tijuana y Sonora.

Así, poco a poco, son “El Mayito Flaco”, de 39 años, y “PonchoLimón, de 51, quienes atan los hilos de una organización que en los últimos dos años ha recibido golpes en Sinaloa con el decomiso de insumos para la elaboración de metanfetamina y fentanilo, así como narcolaboratorios.

Apenas en mayo pasado, la DEA lanzó una nueva campaña para exhibir a los líderes del Cartel de Sinaloa. Caro Quintero es el único detenido. Foto: Cortesía | DEA

Pero incluso, con la detención de operadores como Armando Bátiz Camarena, “El Ingeniero” o asesinatos como el de Gaspar Gastélum, ambos proveedores de fentanilo, la organización se mantiene a flote, pues el Ejército y Guardia Nacional atacan su abasto, no sus redes de distribución.

Las fotografías más recientes de esta mancuerna fueron difundidas en un poster elaborado por la DEA en febrero pasado, donde aparece la foto de “Poncho” a un lado de Alfonso Arzate García, “El Aquiles” –lugarteniente en Tijuana-, y debajo de Zambada Sicairos, Iván y Jesús Alfredo Guzmán Salazar (Los Chapitos) y El Mayo con el recientemente detenido Rafael Caro Quintero.

De hecho, ni “Poncho” ni “El Flaco” están en la lista de recompensas, y sus perfiles se mantienen en la sombra.

El bajo perfil del “Flaco”

El Flaco” de acuerdo con datos obtenidos, maneja su propia clave, hasta ahora es el hijo del “Mayo” más misterioso, cuyos corridos destacan el origen humilde de parte de su familia materna.

Es hijo de María del Refugio Sicarios, nació en Culiacán en 1982, tiene 39 años actualmente y es dos años mayor que su hermano Ismael Zambada Imperial, El Gordo, liberado el viernes 22 de julio pasado en San Diego.

En enero del 2015, la Fiscalía de San Diego reveló por primera vez el rostro de Ismael Zambada Sicairos, el heredero del Mayo. Foto: Cortesía | DEA

En 2013 fue presentada la primera acusación formal en su contra; según el documento 14-CR-2127-DMS, “El Mayito Flaco” es pieza clave de la organización de su padre.

De manera general, la DEA indicó que Sicarios se encarga de recibir múltiples kilogramos de metanfetamina proveniente de Asia, guardarla en México y coordinar su traslado a Estados Unidos. También se encarga de recibir pagos de clientes, y lavar las ganancias del cártel y distribuirlas entre los socios.

De los cuatro hermanos Zambada, es el único al que relacionan con un aprendizaje más directo con su padre, un hombre que desde joven entendió la importancia de no ser ostentoso ni permitir que sus fotografías se difundieran en las tempranas redes sociales de la primera década de este siglo.

De Vicente Zambada Niebla, el primogénito de “El Mayo”, existen infinidad de imágenes compartidas, lo mismo de Zambada Imperial y de Serafín, quien incluso de niño elaboró un blog donde compartió haber nacido en Coronado, San Diego, y que su madre es Leticia Ortiz Hernández.

Y son ellos, los tres hermanos mencionados, quienes han sido detenidos y purgado sentencias por narcotráfico. Serafín fue arrestado en 2013 y liberado en 2018. “El Gordo” en 2014 y obtuvo su libertad hace unos días, y por último “El Vicentillo”, quien lleva bajo custodia desde 2009, pero ahora es testigo cooperante.



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Sangre de La Apoma, Badiraguato

Los hermanos Limón Sánchez son tres: Ovidio, Alfonso y Óscar, una triada que nació en la minúscula comunidad de La Apoma, ubicada a unos 25 kilómetros al sur de la cabecera municipal de Badiraguato.

Ovidio, el mayor, fue detenido en diciembre de 2011 en Culiacán, y tras ser extraditado en 2012 a California, recibió una sentencia de 10 años de prisión, una multa de 600 mil dólares y la incautación por parte del gobierno estadounidense de dos propiedades con un valor de 2 millones de dólares. En la actualidad Ovidio ya cumplió su condena, pero no se pudo confirmar si obtuvo su libertad plena.

En 2011 fue detenido en Culiacán, Ovidio Limón, quién ya cumplió sentencia de 11 años en Estados Unidos. Foto: Cortesía | FGR

De Óscar no hay información pública, como sí de Alfonso, el hermano del medio, nacido en 1972 según la ficha de la OFAC. La historia de “Poncho” la resume el expediente consultado por El Sol de Sinaloa; fue detenido en noviembre de 2014 en un domicilio del residencial Privada Pueblo Bonito, del Desarrollo Tres Ríos (Culiacán), como parte de la Operación Narco Polo coordinada por la DEA y la Marina en contra del cártel de Sinaloa, fue enviado a la prisión de Puente Grande, en Jalisco.

Enseguida interpuso recursos legales, se amparó para ser trasladado al penal de Culiacán, bajo el argumento de que tenía que llevar su proceso penal cerca de donde ocurrió la aprehensión. Para el 4 de agosto del 2015, ocho meses después de que la Fiscalía de San Diego hizo pública la acusación contra él y la plana mayor de la organización sinaloense, la secretaría de Relaciones Exteriores le notificó la orden de extradición.

Meses después, en diciembre de ese año, Limón Sánchez fue trasladado de Puente Grande a Culiacán, luego de obtener un amparo en un juzgado federal del estado de Nayarit. Las autoridades penitenciarias lo internaron en el Módulo 5 de Aguaruto, considerado de alta peligrosidad, en donde se encontraba también Jesús Peña González, “El 20”, quien era jefe de seguridad del “MayoZambada, arrestado en febrero de 2014.

Desde las celdas de Aguaruto, “Poncho” luchaba en los tribunales contra la extradición. La DEA y la Fiscalía de San Diego lo identificaron como uno de los principales coordinadores de trasiego de drogas, desde cocaína, heroína y metanfetaminas, así como uno de los hombres encargados de recibir las ganancias de la venta de estupefacientes y repartirlas entre los socios de la organización criminal.

Por años los Limón Sánchez habían tejido una sociedad en apariencia imperceptible para las autoridades, dedicada en principio al tráfico de heroína producida en el Triángulo Dorado, droga aparentemente desplazada en demanda por el fentanilo y la metanfetamina.

Fuga ante extradición inminente

De acuerdo con el expediente 829/2015, radicado en el juzgado sexto de distrito en materia de amparo, el gobierno mexicano concedió en extradición al “Poncho” en agosto de 2016. Un último recurso legal frenó el traslado hasta que siete meses más tarde, el 16 de marzo de 2017, en plena guerra entre Los Chapitos y Los Dámaso, se escapó del penal de Aguaruto junto con Juan José Esparragoza Monzón, “El Azulito”; Jesús Peña González, Rafael Guadalupe Félix Núñez, “El Changuito Ántrax” y Francisco Zazueta Rosales, “Pancho Chimal”, abatido éste último por la Marina en la sindicatura de Tepuche un mes después.

A Limón Sánchez se le acusa de conspiración en narcotráfico junto con Inés Enrique Torres Acosta, “El Kiki”, hijo del finado sicario Manuel Torres Félix, “El Ondeado”. “El Kiki” actualmente enfrenta solicitud de extradición por la misma Corte.

Poncho Limón se escapó en marzo del 2017 del penal de Aguaruto, su fuga junto con otros operadores, hizo que la SSP construyera un módulo de seguridad de 88 millones de pesos. Cortesía | SSP

También de la facción Zambada, Torres Acosta era el conducto con “El Mayito Flaco”, y operaba en la sierra de Tamazula y Cosalá toda la producción de enervantes antes de ser detenido.

En la lista de San Diego aparece también una mujer de nombre Jacqueline de la Vega, alias Sofía (fugitiva), Ramón Franco Hernández, sentenciado en febrero de 2015, y Dustin Vaughn Loewen. Todos ellos, según los documentos de la Corte, participaron juntos entre 2005 y 2014 en el tráfico de drogas y envíos de millones de dólares a México.

El seguimiento de la DEA

El expediente señala que entre ellos conspiraban en la vigilancia de la distribución y las ventas de miles de kilogramos de cocaína hacia los Estados Unidos por medio de “mensajeros”. Del lado de California la droga llegaba y era almacenada en casas “de alijo”, desde donde era distribuida al resto de los estados de la Unión Americana.

“Después de que las drogas eran vendidas, Alfonso Limón empleaba a mensajeros transportistas de dinero para que recaudaran las ganancias y contrabandeaban grandes cantidades de efectivo desde casas de seguridad en California y la Costa Este a fin de que fueran al final llevadas a los integrantes y socios de la organización ubicados en México”.

La investigación realizada por los agentes especiales de la DEA detalla que el 1 de mayo de 2013 se le decomisó a un socio de Poncho la cantidad de 5 kilos de cocaína y 11 kilogramos de metanfetamina. El 24 de agosto se les incautó 24 kilos de cocaína y un total de 575 mil 372 dólares en efectivo producto de la venta. El 27 de enero de 2014 la DEA dio un nuevo golpe a la organización al asegurar 2 millones 51 mil 504 dólares en efectivo.

Un socio capturado en California dio detalles sobre las actividades de narcotráfico y lavado de dinero que realizaba Limón Sánchez junto con sus colaboradores. Para que no quedara duda, el testigo identificó ante el fiscal a Poncho por medio de una fotografía que le mostraron.

Con el caso armado para la Corte, el inculpado no llegó. Su fuga de la prisión no hizo sino incrementar cinco años después su ascenso en el cártel. Y un lustro después se encuentra en la cúpula, haciéndose cargo junto con “el Flaco”, de una organización criminal construida y cimentada por “El Mayo” Zambada.

La libertad de “El Mayito Gordo”, bajo vigilancia

En un lapso de 13 años, al narcotraficante sinaloense Ismael Zambada García, “El Mayo”, le le han detenido a tres de sus hijos y a uno de sus hermanos, pero dos de ellos ya recuperaron la plena libertad y dos más aguardan como testigos protegidos del Departamento del Tesoro.

En 2018, luego de una condena de 5 años de prisión, fue liberado el menor del clan de El Salado, Serafín Zambada Ortiz, quien en abril pasado sufrió un accidente aparatoso cerca de Caborca, Sonora, que lo puso al borde de la muerte. En los hechos, su acompañante de nombre Mónica N, falleció.

Apenas el pasado viernes 22 de julio, el segundo en pisar la calle fue Ismael Zambada Imperial, “El Mayito Gordo”, quien alcanzó un acuerdo para cumplir los últimos meses de una sentencia de 9 años en libertad condicionada.

Ismael Zambada Imperial busca quedarse en EU, mientras en México interpone amparo para no ser detenido en caso de ser repatriado tras su salida de prisión. Foto: Redes Sociales

Aunque mucho se ha especulado si sería repatriado o no, lo cierto es que Zambada Imperial quedó bajo vigilancia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, pero además tendrá que cumplir con una serie de imposiciones para conseguir permanecer en California.

Entre las restricciones tendrá que acudir a firmar a la oficina de libertad condicional del Distrito Sur de California, así como exámenes para control de drogas y comprobar que no tiene contacto con amistades vinculadas al crimen organizado o a la organización de su padre.

Sin embargo, Zambada Imperial puede o no cumplir con esta situación, aunque se ha estilado que él mismo pidió permanecer en Estados Unidos. Lo cierto es que el miércoles 27 de julio, un representante legal presentó un amparo en un juzgado de distrito de Tijuana, con la intención de evitar que “El Mayito Gordo” sea detenido si es deportado o él decide cruzar la frontera hacia México.

En territorio nacional, Zambada Imperial todavía tiene pendiente un proceso por portación de armas de uso exclusivo de cuando fue detenido en noviembre de 2014 cerca de El Ranchito de Los Burgos, luego de caer un operativo de la Marina en la casa de su madre Margarita Imperial Burgos.

El Mayito” intentó hacerse pasar por un albañil en la comunidad de Palos Verdes, a donde llegó huyendo en una cuatrimoto, pero los marinos ya traían su fotografía estudiaba, por lo que aquella vez, no logró zafarse y permaneció 7 años en el penal de Puente Grande, Jalisco, hasta que fue extraditado y hoy por fin liberado. Su hermano mayor, Vicente Zambada Niebla y su tío Reynaldo Zambada García, permanecen fuera de prisión convertidos en testigos protegidos luego de colaborar en el juicio que hundió al Chapo Guzmán en 2019.

Las acusaciones en EU

La Corte de San Diego es donde se han emprendido la apertura de más pliegos acusatorios contra el Cártel de Sinaloa, son algunos fugitivos.

  • Ismael Zambada García (líder)
  • Ismael Zambada Sicairos (segundo)
  • Alfonso Limón Sánchez (dupla del Flaco)
  • Alfonso Arzate García, El Aquiles.
  • Rafael Guadalupe Félix Núñez,
  • Facción Chapitos
  • Iván Archivaldo Guzmán Salazar (líder)
  • Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
  • Ovidio Guzmán López.
  • Joaquín Guzmán López.

Culiacán, Sin.- Desde que en marzo de 2017 se fugó del Centro Penitenciario de Aguaruto, en Culiacán, Alfonso Limón Sánchez, “El Poncho”, ha fortalecido su liderazgo al lado de Ismael Zambada Sicarios, “El Mayito Flaco”, el único hijo del líder de la organización de tráfico de drogas sinaloense que no ha sido capturado por las autoridades.

De manera natural, de acuerdo con reportes de fuentes de seguridad, ambos se han perfilado como sucesores de Ismael Zambada García, “El Mayo”, “El Señor del Sombrero”, pues a diferencia de otros capos, con casi 80 años de edad y asediado por enfermedades, el oriundo de El Salado, Sinaloa, intenta delegar el poder a su hijo y subalternos considerados los mas “eficientes”.

También puedes leer: El último refugio de Caro Quintero: la caída del "narco de narcos"

Lleva años en ello. Narco de vieja escuela, “El Mayo” sin embargo pesa como un factor de equilibrio y conciliación ante constantes explosiones violentas entre los diferentes grupos que componen el cártel de Sinaloa.

Hasta ahora, la facción de los hijos del “Chapo” no se ha enfrentado al grupo de los Zambada, más que de manera indirecta, atacando a operadores como “El Ruso” y otros en la frontera de Mexicali, Tijuana y Sonora.

Así, poco a poco, son “El Mayito Flaco”, de 39 años, y “PonchoLimón, de 51, quienes atan los hilos de una organización que en los últimos dos años ha recibido golpes en Sinaloa con el decomiso de insumos para la elaboración de metanfetamina y fentanilo, así como narcolaboratorios.

Apenas en mayo pasado, la DEA lanzó una nueva campaña para exhibir a los líderes del Cartel de Sinaloa. Caro Quintero es el único detenido. Foto: Cortesía | DEA

Pero incluso, con la detención de operadores como Armando Bátiz Camarena, “El Ingeniero” o asesinatos como el de Gaspar Gastélum, ambos proveedores de fentanilo, la organización se mantiene a flote, pues el Ejército y Guardia Nacional atacan su abasto, no sus redes de distribución.

Las fotografías más recientes de esta mancuerna fueron difundidas en un poster elaborado por la DEA en febrero pasado, donde aparece la foto de “Poncho” a un lado de Alfonso Arzate García, “El Aquiles” –lugarteniente en Tijuana-, y debajo de Zambada Sicairos, Iván y Jesús Alfredo Guzmán Salazar (Los Chapitos) y El Mayo con el recientemente detenido Rafael Caro Quintero.

De hecho, ni “Poncho” ni “El Flaco” están en la lista de recompensas, y sus perfiles se mantienen en la sombra.

El bajo perfil del “Flaco”

El Flaco” de acuerdo con datos obtenidos, maneja su propia clave, hasta ahora es el hijo del “Mayo” más misterioso, cuyos corridos destacan el origen humilde de parte de su familia materna.

Es hijo de María del Refugio Sicarios, nació en Culiacán en 1982, tiene 39 años actualmente y es dos años mayor que su hermano Ismael Zambada Imperial, El Gordo, liberado el viernes 22 de julio pasado en San Diego.

En enero del 2015, la Fiscalía de San Diego reveló por primera vez el rostro de Ismael Zambada Sicairos, el heredero del Mayo. Foto: Cortesía | DEA

En 2013 fue presentada la primera acusación formal en su contra; según el documento 14-CR-2127-DMS, “El Mayito Flaco” es pieza clave de la organización de su padre.

De manera general, la DEA indicó que Sicarios se encarga de recibir múltiples kilogramos de metanfetamina proveniente de Asia, guardarla en México y coordinar su traslado a Estados Unidos. También se encarga de recibir pagos de clientes, y lavar las ganancias del cártel y distribuirlas entre los socios.

De los cuatro hermanos Zambada, es el único al que relacionan con un aprendizaje más directo con su padre, un hombre que desde joven entendió la importancia de no ser ostentoso ni permitir que sus fotografías se difundieran en las tempranas redes sociales de la primera década de este siglo.

De Vicente Zambada Niebla, el primogénito de “El Mayo”, existen infinidad de imágenes compartidas, lo mismo de Zambada Imperial y de Serafín, quien incluso de niño elaboró un blog donde compartió haber nacido en Coronado, San Diego, y que su madre es Leticia Ortiz Hernández.

Y son ellos, los tres hermanos mencionados, quienes han sido detenidos y purgado sentencias por narcotráfico. Serafín fue arrestado en 2013 y liberado en 2018. “El Gordo” en 2014 y obtuvo su libertad hace unos días, y por último “El Vicentillo”, quien lleva bajo custodia desde 2009, pero ahora es testigo cooperante.



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Sangre de La Apoma, Badiraguato

Los hermanos Limón Sánchez son tres: Ovidio, Alfonso y Óscar, una triada que nació en la minúscula comunidad de La Apoma, ubicada a unos 25 kilómetros al sur de la cabecera municipal de Badiraguato.

Ovidio, el mayor, fue detenido en diciembre de 2011 en Culiacán, y tras ser extraditado en 2012 a California, recibió una sentencia de 10 años de prisión, una multa de 600 mil dólares y la incautación por parte del gobierno estadounidense de dos propiedades con un valor de 2 millones de dólares. En la actualidad Ovidio ya cumplió su condena, pero no se pudo confirmar si obtuvo su libertad plena.

En 2011 fue detenido en Culiacán, Ovidio Limón, quién ya cumplió sentencia de 11 años en Estados Unidos. Foto: Cortesía | FGR

De Óscar no hay información pública, como sí de Alfonso, el hermano del medio, nacido en 1972 según la ficha de la OFAC. La historia de “Poncho” la resume el expediente consultado por El Sol de Sinaloa; fue detenido en noviembre de 2014 en un domicilio del residencial Privada Pueblo Bonito, del Desarrollo Tres Ríos (Culiacán), como parte de la Operación Narco Polo coordinada por la DEA y la Marina en contra del cártel de Sinaloa, fue enviado a la prisión de Puente Grande, en Jalisco.

Enseguida interpuso recursos legales, se amparó para ser trasladado al penal de Culiacán, bajo el argumento de que tenía que llevar su proceso penal cerca de donde ocurrió la aprehensión. Para el 4 de agosto del 2015, ocho meses después de que la Fiscalía de San Diego hizo pública la acusación contra él y la plana mayor de la organización sinaloense, la secretaría de Relaciones Exteriores le notificó la orden de extradición.

Meses después, en diciembre de ese año, Limón Sánchez fue trasladado de Puente Grande a Culiacán, luego de obtener un amparo en un juzgado federal del estado de Nayarit. Las autoridades penitenciarias lo internaron en el Módulo 5 de Aguaruto, considerado de alta peligrosidad, en donde se encontraba también Jesús Peña González, “El 20”, quien era jefe de seguridad del “MayoZambada, arrestado en febrero de 2014.

Desde las celdas de Aguaruto, “Poncho” luchaba en los tribunales contra la extradición. La DEA y la Fiscalía de San Diego lo identificaron como uno de los principales coordinadores de trasiego de drogas, desde cocaína, heroína y metanfetaminas, así como uno de los hombres encargados de recibir las ganancias de la venta de estupefacientes y repartirlas entre los socios de la organización criminal.

Por años los Limón Sánchez habían tejido una sociedad en apariencia imperceptible para las autoridades, dedicada en principio al tráfico de heroína producida en el Triángulo Dorado, droga aparentemente desplazada en demanda por el fentanilo y la metanfetamina.

Fuga ante extradición inminente

De acuerdo con el expediente 829/2015, radicado en el juzgado sexto de distrito en materia de amparo, el gobierno mexicano concedió en extradición al “Poncho” en agosto de 2016. Un último recurso legal frenó el traslado hasta que siete meses más tarde, el 16 de marzo de 2017, en plena guerra entre Los Chapitos y Los Dámaso, se escapó del penal de Aguaruto junto con Juan José Esparragoza Monzón, “El Azulito”; Jesús Peña González, Rafael Guadalupe Félix Núñez, “El Changuito Ántrax” y Francisco Zazueta Rosales, “Pancho Chimal”, abatido éste último por la Marina en la sindicatura de Tepuche un mes después.

A Limón Sánchez se le acusa de conspiración en narcotráfico junto con Inés Enrique Torres Acosta, “El Kiki”, hijo del finado sicario Manuel Torres Félix, “El Ondeado”. “El Kiki” actualmente enfrenta solicitud de extradición por la misma Corte.

Poncho Limón se escapó en marzo del 2017 del penal de Aguaruto, su fuga junto con otros operadores, hizo que la SSP construyera un módulo de seguridad de 88 millones de pesos. Cortesía | SSP

También de la facción Zambada, Torres Acosta era el conducto con “El Mayito Flaco”, y operaba en la sierra de Tamazula y Cosalá toda la producción de enervantes antes de ser detenido.

En la lista de San Diego aparece también una mujer de nombre Jacqueline de la Vega, alias Sofía (fugitiva), Ramón Franco Hernández, sentenciado en febrero de 2015, y Dustin Vaughn Loewen. Todos ellos, según los documentos de la Corte, participaron juntos entre 2005 y 2014 en el tráfico de drogas y envíos de millones de dólares a México.

El seguimiento de la DEA

El expediente señala que entre ellos conspiraban en la vigilancia de la distribución y las ventas de miles de kilogramos de cocaína hacia los Estados Unidos por medio de “mensajeros”. Del lado de California la droga llegaba y era almacenada en casas “de alijo”, desde donde era distribuida al resto de los estados de la Unión Americana.

“Después de que las drogas eran vendidas, Alfonso Limón empleaba a mensajeros transportistas de dinero para que recaudaran las ganancias y contrabandeaban grandes cantidades de efectivo desde casas de seguridad en California y la Costa Este a fin de que fueran al final llevadas a los integrantes y socios de la organización ubicados en México”.

La investigación realizada por los agentes especiales de la DEA detalla que el 1 de mayo de 2013 se le decomisó a un socio de Poncho la cantidad de 5 kilos de cocaína y 11 kilogramos de metanfetamina. El 24 de agosto se les incautó 24 kilos de cocaína y un total de 575 mil 372 dólares en efectivo producto de la venta. El 27 de enero de 2014 la DEA dio un nuevo golpe a la organización al asegurar 2 millones 51 mil 504 dólares en efectivo.

Un socio capturado en California dio detalles sobre las actividades de narcotráfico y lavado de dinero que realizaba Limón Sánchez junto con sus colaboradores. Para que no quedara duda, el testigo identificó ante el fiscal a Poncho por medio de una fotografía que le mostraron.

Con el caso armado para la Corte, el inculpado no llegó. Su fuga de la prisión no hizo sino incrementar cinco años después su ascenso en el cártel. Y un lustro después se encuentra en la cúpula, haciéndose cargo junto con “el Flaco”, de una organización criminal construida y cimentada por “El Mayo” Zambada.

La libertad de “El Mayito Gordo”, bajo vigilancia

En un lapso de 13 años, al narcotraficante sinaloense Ismael Zambada García, “El Mayo”, le le han detenido a tres de sus hijos y a uno de sus hermanos, pero dos de ellos ya recuperaron la plena libertad y dos más aguardan como testigos protegidos del Departamento del Tesoro.

En 2018, luego de una condena de 5 años de prisión, fue liberado el menor del clan de El Salado, Serafín Zambada Ortiz, quien en abril pasado sufrió un accidente aparatoso cerca de Caborca, Sonora, que lo puso al borde de la muerte. En los hechos, su acompañante de nombre Mónica N, falleció.

Apenas el pasado viernes 22 de julio, el segundo en pisar la calle fue Ismael Zambada Imperial, “El Mayito Gordo”, quien alcanzó un acuerdo para cumplir los últimos meses de una sentencia de 9 años en libertad condicionada.

Ismael Zambada Imperial busca quedarse en EU, mientras en México interpone amparo para no ser detenido en caso de ser repatriado tras su salida de prisión. Foto: Redes Sociales

Aunque mucho se ha especulado si sería repatriado o no, lo cierto es que Zambada Imperial quedó bajo vigilancia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, pero además tendrá que cumplir con una serie de imposiciones para conseguir permanecer en California.

Entre las restricciones tendrá que acudir a firmar a la oficina de libertad condicional del Distrito Sur de California, así como exámenes para control de drogas y comprobar que no tiene contacto con amistades vinculadas al crimen organizado o a la organización de su padre.

Sin embargo, Zambada Imperial puede o no cumplir con esta situación, aunque se ha estilado que él mismo pidió permanecer en Estados Unidos. Lo cierto es que el miércoles 27 de julio, un representante legal presentó un amparo en un juzgado de distrito de Tijuana, con la intención de evitar que “El Mayito Gordo” sea detenido si es deportado o él decide cruzar la frontera hacia México.

En territorio nacional, Zambada Imperial todavía tiene pendiente un proceso por portación de armas de uso exclusivo de cuando fue detenido en noviembre de 2014 cerca de El Ranchito de Los Burgos, luego de caer un operativo de la Marina en la casa de su madre Margarita Imperial Burgos.

El Mayito” intentó hacerse pasar por un albañil en la comunidad de Palos Verdes, a donde llegó huyendo en una cuatrimoto, pero los marinos ya traían su fotografía estudiaba, por lo que aquella vez, no logró zafarse y permaneció 7 años en el penal de Puente Grande, Jalisco, hasta que fue extraditado y hoy por fin liberado. Su hermano mayor, Vicente Zambada Niebla y su tío Reynaldo Zambada García, permanecen fuera de prisión convertidos en testigos protegidos luego de colaborar en el juicio que hundió al Chapo Guzmán en 2019.

Las acusaciones en EU

La Corte de San Diego es donde se han emprendido la apertura de más pliegos acusatorios contra el Cártel de Sinaloa, son algunos fugitivos.

  • Ismael Zambada García (líder)
  • Ismael Zambada Sicairos (segundo)
  • Alfonso Limón Sánchez (dupla del Flaco)
  • Alfonso Arzate García, El Aquiles.
  • Rafael Guadalupe Félix Núñez,
  • Facción Chapitos
  • Iván Archivaldo Guzmán Salazar (líder)
  • Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
  • Ovidio Guzmán López.
  • Joaquín Guzmán López.

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