La verdad, en días cuando Dorados estaba prácticamente en el fondo de la tabla y a como estaba jugando, nadie daba mucho por el futuro del equipo en este torneo, me cuento entre ellos. También no veíamos como con la llegada de Diego Armando Maradona, el equipo saliera de tal barranco, aun cuando los números aun daban para buscar el primer objetivo, que era calificar. Las críticas en torno a la llegada del argentino, fueron unánimes: había desconfianza más que justificada por sus antecedentes al frente de otros equipos, más allá de la selección de Argentina.
El tiempo nos ha hecho a todos; aun cuando existe la resistencia en su real capacidad, creada por algunos cronistas que no admiten haberse equivocado; aceptar nuestra equivocación. Ya lo hemos señalado en este espacio: en un equipo un líder su primer misión es motivar a sus jugadores, segundo sacarles el mayor provecho de acuerdo a sus condiciones técnicas y físicas y darles su lugar. Esto no es de una sola persona, todo buen técnico, debe contar con buenos asesores en todos los departamentos y juntos delinear el plan de trabajo, comentar sobre el desarrollo de cada juego y finalmente tomar las decisiones que crean convenientes.
El partido definitorio ante Ciudad Juárez, en cuestión táctica, el equipo mejoró incluso al jugado en Culiacán. El orden que guardó, la dinámica en media cancha y atrás la gran seguridad, sin faltar algunas muy buenas opciones de gol, maniataron mucho mejor a los fronterizos. Finalmente el juego fue como muchos otros de los Dorados, tenso para todos porque a raíz de la falla garrafal del silbante al marcar un penaltie inexistente, la ansiedad consumió a todos los sinaloense que seguimos el duelo por televisión.
Nos parece que el cuerpo técnico, independientemente de mejorar la capacidad física del equipo, sin ellas sería imposible que realizaran el trabajo mostrado en los últimos juegos, encontraron ubicar a todos los jugadores donde mejor explotan sus habilidades. Debemos apuntar también en este renglón la situación de los relevos, si bien casi siempre son los mismos, cabe resaltar la disposición de quienes aguantan la banca e ingresan para revitalizar al equipo.
No debemos cantar victoria, es verdad y aun cuando nos hacen la observación que Dorados se vio mal ante San Luis en el último juego del rol regular (no coincidimos en ellos), la liguilla es otra cosa. Dorados madurado pronto y llega a esta gran final en mejores condiciones anímicas y futbolísticas que los sanluisinos, por lo menos eso es lo que nos parece luego de ver los dos duelos entre San Luis y Atlante.
Esperamos que Dorados repita lo del 2004, si no nos equivocamos, el Gran Pez se coronó en esa ciudad en un torneo de apertura, cuestión de que los amantes de las estadísticas nos lo confirmen. El caso es que todo está listo para el próximo jueves a las 20 horas en el Banorte, que seguramente se llenará como hace mucho tiempo no ha sido posible.
Nos vemos mañana en elsoldesinaloa.com; vivavoz.com e informaradio 64.36@gamail.com. Antoniovelazquez13@hotmail.com
