/ miércoles 21 de agosto de 2019

Poderoso caballero

Aquellos tiempos románticos de hace muchísimos años, cuando los clubes de fútbol profesional se mantenían de la taquilla, hace mucho quedaron atrás. Hoy por hoy, la mercadotécnica, propiciada por las televisoras, cambiaron la forma de su financiamiento a tal grado que en cuanto a ingresos, la taquilla pasó a tercer término, aun cuando continúa siendo el alma del espectáculo porque sin duda alguna influye y mucho, en el ánimo de los jugadores.

Las televisoras son el eje de todo lo económico de tal manera que las ubicamos como la principal fuente de ingresos de todos los clubes, de ahí se deriva todo. Los anunciantes saben perfectamente que aun cuando en algunos estadios se presenten entradas pobres, saben que su publicidad la verán miles o millones de aficionados, tanto en anuncios estáticos (aunque con la tecnología ya no lo son tanto porque los que están ubicados en los costados al pie de las tribunas cambian durante todo el partido, situación que permite acaparar más empresas anunciantes), más aparte las que los jugadores portan en sus uniformes, algunos con tantas marcas que más bien parecen la sección amarilla y el resto de los letreros que abundan en todos los niveles de los estadios.

Desde luego, aquí también hay jerarquías. Suponemos no debe ser lo mismo o tener el mismo costo patrocinar con anuncios al América o al Guadalajara, solo por mencionar a los que arrastran más simpatizantes que a otros como Ciudad Juárez o Veracruz. También suponemos que es negociación de cada directiva. Estamos seguros de que cada club analiza sus números en cuantos a gastos corrientes, nómina de jugadores, personal administrativo, empresas que les prestan sus servicios de jardinería etc., y a partir de ahí buscan amortizar o asegurar la nómina y al último generar ganancias para él o los propietarios del club.

En pocas palabras el fútbol, como otros deportes profesionales deben tratarse, verse como una empresa para salir adelante, quienes no sigan las reglas de la mercadotécnica, quienes no cuiden sus finanzas, entre otras cosas, no gastar en jugadores “petardo” y desde luego no generan buenos resultados, su destino no será el mejor.

Mire usted, todo esto viene al caso por el invento de la nueva competencia entre equipos de Estados Unidos y México la League Coup, que por cierto ya tiene a sus primeros finalistas, Cruz Azul y Tigres. La idea es de que este torneo crezca en equipos, pero dudamos de su calidad porque por una parte la liga de USA está en su recta final y el objetivo de sus equipos es llegar a la liguilla y por otra, en México, apenas va empezando su torneo, de tal manera que en el primer caso, los gringos no le ponen todo el entusiasmo debido, tanto así que para esos partidos envían a sus suplentes al combate.

Pero caray, es negocio. Sí, un negocio en el cual son los equipos de la liga mexicana son los que provocan el entusiasmo de los aficionados que viven en Estados Unidos y de los estados cercanos a la frontera norte. Ahí es ganar-ganar. Todos llevan su parte, así es que los jugadores, sabedores de que les representa una entrada extra no respingan y para los demás, directivas y promotores es un filón de oro aun cuando el mentado torneo valga un cacahuate.

Nos vemos mañana.antoniovelazquez13@hotmail.com

Libre de virus. www.avast.com

Aquellos tiempos románticos de hace muchísimos años, cuando los clubes de fútbol profesional se mantenían de la taquilla, hace mucho quedaron atrás. Hoy por hoy, la mercadotécnica, propiciada por las televisoras, cambiaron la forma de su financiamiento a tal grado que en cuanto a ingresos, la taquilla pasó a tercer término, aun cuando continúa siendo el alma del espectáculo porque sin duda alguna influye y mucho, en el ánimo de los jugadores.

Las televisoras son el eje de todo lo económico de tal manera que las ubicamos como la principal fuente de ingresos de todos los clubes, de ahí se deriva todo. Los anunciantes saben perfectamente que aun cuando en algunos estadios se presenten entradas pobres, saben que su publicidad la verán miles o millones de aficionados, tanto en anuncios estáticos (aunque con la tecnología ya no lo son tanto porque los que están ubicados en los costados al pie de las tribunas cambian durante todo el partido, situación que permite acaparar más empresas anunciantes), más aparte las que los jugadores portan en sus uniformes, algunos con tantas marcas que más bien parecen la sección amarilla y el resto de los letreros que abundan en todos los niveles de los estadios.

Desde luego, aquí también hay jerarquías. Suponemos no debe ser lo mismo o tener el mismo costo patrocinar con anuncios al América o al Guadalajara, solo por mencionar a los que arrastran más simpatizantes que a otros como Ciudad Juárez o Veracruz. También suponemos que es negociación de cada directiva. Estamos seguros de que cada club analiza sus números en cuantos a gastos corrientes, nómina de jugadores, personal administrativo, empresas que les prestan sus servicios de jardinería etc., y a partir de ahí buscan amortizar o asegurar la nómina y al último generar ganancias para él o los propietarios del club.

En pocas palabras el fútbol, como otros deportes profesionales deben tratarse, verse como una empresa para salir adelante, quienes no sigan las reglas de la mercadotécnica, quienes no cuiden sus finanzas, entre otras cosas, no gastar en jugadores “petardo” y desde luego no generan buenos resultados, su destino no será el mejor.

Mire usted, todo esto viene al caso por el invento de la nueva competencia entre equipos de Estados Unidos y México la League Coup, que por cierto ya tiene a sus primeros finalistas, Cruz Azul y Tigres. La idea es de que este torneo crezca en equipos, pero dudamos de su calidad porque por una parte la liga de USA está en su recta final y el objetivo de sus equipos es llegar a la liguilla y por otra, en México, apenas va empezando su torneo, de tal manera que en el primer caso, los gringos no le ponen todo el entusiasmo debido, tanto así que para esos partidos envían a sus suplentes al combate.

Pero caray, es negocio. Sí, un negocio en el cual son los equipos de la liga mexicana son los que provocan el entusiasmo de los aficionados que viven en Estados Unidos y de los estados cercanos a la frontera norte. Ahí es ganar-ganar. Todos llevan su parte, así es que los jugadores, sabedores de que les representa una entrada extra no respingan y para los demás, directivas y promotores es un filón de oro aun cuando el mentado torneo valga un cacahuate.

Nos vemos mañana.antoniovelazquez13@hotmail.com

Libre de virus. www.avast.com