Desde luego que ganarle a un equipo como las Chivas Rayadas del Guadalajara, como se dice en el argot deportivo, viste, más en el momento actual porque el rebaño sagrado realizó contrataciones millonarias de jugadores probados e incluso seleccionados nacionales como Antuna, Gudiño, Calderón, Angulo, Ponce, Vázquez y Peralta aunque este último no vio acción. Tena dejó a este sin jugar y a su centro delantero, Macías ni siquiera lo convocó, pero el once que inició ayer, caray en el papel un equipazo.
Mire usted, más allá del triunfo, objetivo final de todo deportista profesional, el duelo dejó en otros aspectos positivos. Cierto es que el llenó en el estadio Banorte se debió a la presencia del Guadalajara, ni duda cabe, pero quien esperaba un ambiente de total apoyo para el equipo visitante se equivocó de pies a cabeza.
Los aficionados, para empezar, recibieron a los rojiblancos con sonora y sorpresiva rechifla y a los nuestros con muestras de gran apoyo contrariamente a otros juegos ante equipos como el América, cuando Dorados militó en la máxima categoría. Durante el duelo cuando un grupo de aficionados alzó la voz para animar a los pupilos de Tena, fueron apabullados por los abucheos del resto de los presentes y, finalmente, para nada las tribunas se pintaron de rojo y blanco. Aquí tenemos que apuntar algo sobre la ilusión óptica. Nos explicamos: sí, sí hubo muchos con la casaca tapatía, que siendo en su color rojo mucho más notorio que el dorado de los nuestros quienes e mayor cantidad portaron la casaca del Gran Pez.
Todo esto fue tan positivo como la victoria porque esto quiere decir que la afición poco a poco va entendiendo que Dorados es el equipo de nuestra ciudad al que hay que apoyar, pero de la misma forma exigirle y hasta abuchearlo cuando lo hace tan mal como el sábado ante Correcaminos. Y algo más: el comportamiento de los aficionados hay que calificarlo de 10, nada de gritos ofensivos ni denostaciones agresivas contra el rival.
Ah! Otra gran diferencia. Esta se dio en el palco de prensa, que casi siempre semi lleno o semivacío, ayer fue insuficiente gracias a la visita de tantos “´periodistas” que en su vida se paran al estadio. En lo personal me puse “trucha”, llegue más temprano que de costumbre por la razón antes señalada. En fin son pequeños grandes detalles que vale la pena apuntar, pero que pocos se dan a la tarea de hacerlo.
En cuanto al partido, tuvo dos facetas. En la primera parte Chivas fue amo y dueño de la pelota, creó suficientes oportunidades de gol como por lo menos irse al vestidor con uno más, pero fallaron en dos ocasiones increíblemente solos frente al portero local. Gracias a un portento de gol del “chicote” Calderón, vencieron la meta de Dorados, quien por su parte no inquietó al guardavallas tapatío.
Pero la situación cambió y mucho en la segunda parte. Mire usted, en relación a la alineación del sábado quedaron fuera al inicio Osciel de la Cruz, Cristian González, José Lugo y Raúl Zúñiga, en su lugar alinearon Pablo Jaques, Francisco Contreras, Carlos Villanueva y Harold González. Para la segunda parte, el ingreso de Zúñiga, Lugo y López fue vital, independientemente de que Dorados apostó por presionar de media cancha hacia adelante, mantuvo más ocupada a la zaga visitante. Chivas hizo lo posible por sostener su vocación ofensiva, ingresó Javier López, pero fue Dorados tuvo las mejores posibilidades de gol, gracias a un buen trabajo de recuperación en media cancha y de no cometer errores en la parte baja con marca férrea, no tan pulcra, situación que le costó tres amarillas.
En los penales, Dorados perfectos hasta con cobro “irreverente” y magistral de Amaury Escoto. Chivas se mantuvo vivo hasta el sexto cuando pudo Dorados terminar antes pero López, no pudo atajar con el pie el disparo de Zepúlveda, hasta que una en acción similar detuvo el de Ponce. El próximo rival será Ciudad Juárez o Querétaro.
Nos vemos mañana
