/ viernes 24 de septiembre de 2021

La Secretaría de las Mujeres: un nuevo poder de acción en Sinaloa

Tras las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declaró inconstitucional la “protección de la vida desde la concepción”, la criminalización del aborto, que aprobó además la licencia de paternidad por 3 meses, el matrimonio igualitario en Querétaro, y el proceso de análisis de la objeción de conciencia de personal médico y de enfermería hemos tenido dos semanas de grandes avances en materia de derechos de las mujeres y construcción de la igualdad sustantiva. Dichos acuerdos representan la cristalización de una lucha encabezadas desde el feminismo y los activistas de la comunidad LGBTQ+.

A pesar de que el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador presentó el primer gabinete paritario en la Historia, que ha tenido una representación importante de mujeres en la cámara alta y baja, que ha confiado a mujeres puestos de primer nivel, algunas de ellas abiertamente feministas, no es desconocido que el diálogo con un buen número de colectivos feministas se ha complicado en momentos coyunturales, sobre todo cuando en algunos estados como Sinaloa se ha recrudecido la violencia feminicida.

Nada tiene de casual, pero si de novedad que los gobiernos que están por arrancar en estados donde ganó Morena estén asumiendo la estrategia del presidente de incorporar mayor cantidad de mujeres en puestos estratégicos de su gabinete y estén considerando la creación de organismos estatales que logren hacer confluir las voces entre el activismo y el gobierno.

La actual administración que lideró Quirino Ordaz, el ya propuesto para cónsul en España tuvo solamente una mujer en su gabinete, Isabel Mendoza desde la Secretaría de Desarrollo Sustentable y una directora del Instituto de las Mujeres, Aracely Tirado que brilló por su ausencia, deslegitimada y con poca cercanía a las asociaciones de mujeres y sus necesidades, el mismo panorama se repite si hablamos del CEPAVI, al parecer la única figura que se mostró empoderada fue la de la Presidenta Estatal del DIF, Rosy Fuentes de Ordaz y su Directora, hoy diputada plurinominal por el PRI, Connie Zazueta.

De ser realidad la creación de una nueva Secretaría de Mujeres que tuviera la capacidad de tejer entre las instituciones y las organizaciones de la sociedad civil el diálogo y acordar una agenda en común, se estaría logrando el acto de mayor voluntad política en materia de derechos de las mujeres en un gobierno estatal del noroeste del país. Si además la titularidad fuera efectivamente para Tere Guerra Ochoa, la legitimidad del encargo por conocimiento, experiencia y compromiso estaría sobrada.

Esperamos muchas feministas que la cercanía del PAS con Morena no represente un escollo en la consolidación de una ruta real para la construcción de un Sinaloa que avance en el camino de la igualdad y la erradicación de la violencia en razón de género. Que el compromiso de posicionar mujeres profesionalizadas y probadas en la vida pública sea ponderado sobre compromisos políticos que pudieran existir, esperamos un gobierno de altura que tome en cuenta de manera seria las mujeres, sobre todo a las de la izquierda que son quienes han empujado históricamente la lucha en Sinaloa.

Tras las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declaró inconstitucional la “protección de la vida desde la concepción”, la criminalización del aborto, que aprobó además la licencia de paternidad por 3 meses, el matrimonio igualitario en Querétaro, y el proceso de análisis de la objeción de conciencia de personal médico y de enfermería hemos tenido dos semanas de grandes avances en materia de derechos de las mujeres y construcción de la igualdad sustantiva. Dichos acuerdos representan la cristalización de una lucha encabezadas desde el feminismo y los activistas de la comunidad LGBTQ+.

A pesar de que el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador presentó el primer gabinete paritario en la Historia, que ha tenido una representación importante de mujeres en la cámara alta y baja, que ha confiado a mujeres puestos de primer nivel, algunas de ellas abiertamente feministas, no es desconocido que el diálogo con un buen número de colectivos feministas se ha complicado en momentos coyunturales, sobre todo cuando en algunos estados como Sinaloa se ha recrudecido la violencia feminicida.

Nada tiene de casual, pero si de novedad que los gobiernos que están por arrancar en estados donde ganó Morena estén asumiendo la estrategia del presidente de incorporar mayor cantidad de mujeres en puestos estratégicos de su gabinete y estén considerando la creación de organismos estatales que logren hacer confluir las voces entre el activismo y el gobierno.

La actual administración que lideró Quirino Ordaz, el ya propuesto para cónsul en España tuvo solamente una mujer en su gabinete, Isabel Mendoza desde la Secretaría de Desarrollo Sustentable y una directora del Instituto de las Mujeres, Aracely Tirado que brilló por su ausencia, deslegitimada y con poca cercanía a las asociaciones de mujeres y sus necesidades, el mismo panorama se repite si hablamos del CEPAVI, al parecer la única figura que se mostró empoderada fue la de la Presidenta Estatal del DIF, Rosy Fuentes de Ordaz y su Directora, hoy diputada plurinominal por el PRI, Connie Zazueta.

De ser realidad la creación de una nueva Secretaría de Mujeres que tuviera la capacidad de tejer entre las instituciones y las organizaciones de la sociedad civil el diálogo y acordar una agenda en común, se estaría logrando el acto de mayor voluntad política en materia de derechos de las mujeres en un gobierno estatal del noroeste del país. Si además la titularidad fuera efectivamente para Tere Guerra Ochoa, la legitimidad del encargo por conocimiento, experiencia y compromiso estaría sobrada.

Esperamos muchas feministas que la cercanía del PAS con Morena no represente un escollo en la consolidación de una ruta real para la construcción de un Sinaloa que avance en el camino de la igualdad y la erradicación de la violencia en razón de género. Que el compromiso de posicionar mujeres profesionalizadas y probadas en la vida pública sea ponderado sobre compromisos políticos que pudieran existir, esperamos un gobierno de altura que tome en cuenta de manera seria las mujeres, sobre todo a las de la izquierda que son quienes han empujado históricamente la lucha en Sinaloa.