Esta noche, en el amplio patio de la sede del Ayuntamiento de Culiacán, se efectuará una ceremonia más para entronizar a tres nuevos miembros al Salón de la Fama del Deporte Municipal de Cuiacán: el promotor de ciclismo y gran persona Héctor Avendaño y dos estrellas de deporte mundial, Oliver Pérez, aun activo en la disciplina de béisbol y Jared Borgetti, sin duda alguna el futbolista sinaloense con más blasones, orgullo de Culiacancito, sindicatura de Culiacán.
Ahora si podré decir desde mi opinión muy personal, que estaremos por siempre en el mismo equipo porque hace cuatro años tuvimos el honor de ingresar al Salón de la Fama del Deporte Municipal de Culiacán. Y me ubico: son los deportistas quienes perduran en el recuerdo de la gente, ellos han sido los de las hazañas; periodistas, promotores y entrenadores, con el paso del tiempo se van perdiendo paulatinamente en el recuerdo, hasta que apenas unos cuantos los mantienen en su mente y finalmente, solo sus familiares.
Es la mera y auténtica realidad.
En el espacio de hoy, me dedicaré a pasarle a mis lectores al costo algunos detalles que rescaté esta mañana en amena plática que sostuve con el goleador histórico, prácticamente con el último auténtico centro delantero que existió como tal en el balompié mexicano, porque en la actualidad ese tipo de jugadores simplemente ya no se dan en maceta por las variaciones estratégicas que han revolucionado este deporte.
Para empezar, le preguntamos el por qué, como ha sucedido con otros jugadores, a su retiro no se le hizo el homenaje que por justicia se merecía luego de ganar dos cetros de goleo, individual de asistir a dos copas del mundo, de anotar el mejor gol en un mundial y de ubicarse como tercer mejor goleador del fútbol mexicano y segundo de la selección nacional, solo por mencionar alguno de sus muchos logros.
Si Chava Reyes a sus más de 70 años, se le realizó un homenaje incluyéndolo como jugador activo de Chivas e incluso alineó unos minutos, ¿qué rayos sucedió con Jared? Lo explicó en pocas palabras: “porque el entonces presidente no quiso cuando yo solo pretendía que me dieran de alta como jugador activo, alinear unos minutos y adiós”. Sí, se trataba de un partido de despedida, no de un partido, como se han dado en otros casos, de exhibición. Sin duda alguna fue una falta de respeto para el de Culiacán y de poca sensibilidad de la directiva.
También platicamos sobre el tema de por qué eligió el camino de trabajar para la televisora ESPN y no el de integrarse a una institución como técnico y a nivel administrativo. En cuanto a lo primero, de plano, jamás entró en sus planes. Explicó que como jugador vivió una dinámica extenuante en todos sentidos, pero desde luego con grandes éxitos. “Continuar en ese ritmo como técnico, es aun más exigente, estresante de tal manera que esa idea nunca pasó por mi cabeza, en la parte administrativa sí porque desde ahí en calidad, por ejemplo, como director deportivo, se puede realizar un trabajo con otra óptica alcances porque desde ahí el panorama tiene más alcances porque abarca desde fuerzas inferiores hasta tener injerencia con el primer ver”.
En cuanto a su papel como analista deportivo, nos comentó, que mediante esa actividad ha crecido en todos sentidos y demuestra que quienes dejan de jugar profesionalmente pueden alcanzar otras metas. “Yo no soy periodista, soy analista”, apuntó y dijo que de ninguna manera a través de sus análisis pretende desacreditar el trabajo de los técnicos, sino orientar a los aficionados sobre las tácticas empleadas durante los juegos y desde luego, desde su punto de vista, la posibilidad que tienen los técnicos, con las armas con las que cuentan en sus manos, para que tengan más oportunidad de mejorar y lograr su objetivo.
En el mismo lugar de nuestra reunión, el exjugador, charló largo y tendido con el gobernador electo de Sinaloa, Rubén Rocha Moya. ¿El tema? Obviamente el fútbol, los recuerdos de sus hazañas, entre ellas es gol de cabeza anotado a Italia. Con el columnista habló de muchos temas relacionados con los cambios y modificaciones que se han dado en este deporte, pero el tiempo apremia por lo que el resto de la amena charla quedará aquí entre nos y quienes lo escucharon. Una cosa más: fácil de palabra, puntual y ameno, alejado de los reflectores y lejos, muy lejos de los escándalos que en ocasiones suelen caer los deportistas famosas, accesible ante cuanta persona lo abordó para la foto y el autógrafo. Esta tarde-noche, ahí nos veremos y para siempre en su nicho.
Nos vemos mañana
