/ miércoles 28 de febrero de 2024

90 Minutos | Tengan para que aprendan

No es asunto menor, el hecho de que la selección femenil mayor lograra sonado triunfo ante su similar de los Estados Unidos, cuando las gringas están consideradas como una potencia en su ramo. Desde luego, las cosas como son: en primer lugar, aún no es el momento de echar las campanas al vuelo, esto ha sucedido en nuestro fútbol en muchos niveles y de pronto despertar con un pellizco, nos vuelve a la realidad. En segundo lugar, valorar la capacidad física y mental de estas mujeres y el hecho de que, poco a poco, van entendiendo que, acatar una estrategia, un plan de juego, es vital, más allá de las virtudes personales de cada una, combinación que en este juego llamado fútbol, suele llevar al éxito.

“Tengan para que aprendan” como título de este comentario, es con mensaje para los integrantes de las selecciones de varones, especialmente para la mayor que siempre ha navegado entre el azul y buenas noches, como dice el dicho popular “más de arena que de cal”. La manera como las damas se entregaron, especialmente en el último juego, fue un ejemplo de pundonor, de fortaleza y de sacrificio, digno de una lección para quienes pretenden un objetivo. Pero, repetimos, falta no solo mantener el ritmo, sino mejorar otros aspectos para lograr lo que al fútbol mexicano le ha hecho falta siempre: regularidad.

Miren ustedes, hemos tenido la fortuna de ver los tres duelos de esta selección ante Argentina. República Dominicana y Estados Unidos. El equipo vino de menos a más, aunque desde el primer duelo, fue más que sus rivales; ante Argentina, le faltó lo que contra República Dominicana de sobró: contundencia. Pamperas y dominicanas, fueron dominadas por el equipo nacional, aunque ante Argentina, el duelo fue mucho más parejo, pero en ambos, con una formación o un esquema netamente ofensivo, ni por asomo pensamos en que el equipo nacional, tenía otra idea contra las norteamericanas.

Previmos que por la jerarquía de estas últimas, por su fortaleza física y su mejor nivel como equipo, en automático echarían a las nuestras para atrás, esto sucedió solo en los primeros 20 minutos del partido, pero ya desde ese lapso el tricolor mostró su estrategia que siguieron al pie de la letra: marcar a presión, casi siempre con doble agobio a la que tenía la posesión de la pelota; así, una vez pasada la prueba, las nuestras ya con más confianza, no confiadas, adelantaron líneas, empezaron a recurrir a la alta presión desde la misma salida del rival y la situación prácticamente se emparejó.

El primer gol mexicano, fue precisamente producto de esa estrategia, si bien es verdad que esto provocó un gran error en la salida de las estadounidenses, el gol de México, en el resto de la jugada, fue una muestra de habilidad personal, de Lizbeth Ovalle. Con esa anotación y la confianza en crecimiento, se fueron al descanso.

En la segunda parte, el equipo mexicano, de plano y consciente de lo que le dolía a las gringas, no solo insistió en presionar sino que la aumentó en todos los rincones de la cancha; desde mi punto de vista, le doy gran crédito y parte importante del triunfo a la preparación física de las mexicanas, porque mantuvieron el ritmo hasta el último silbatazo y también gracias a los cambios oportunos de parte de la dirección técnica, porque refrescaron todas sus líneas en busca precisamente de mantener la frenética marca. A tal grado le resultó al equipo nacional, esta estrategia que siempre estuvo más cerca de otro gol que el rival, así las cosas, luego de un balón que se estrelló en el marco en la primera parte, vino la puntilla con ese enorme gol de Mayra Pelayo, con un cañonazo desde fuera del área grande.

No está demás comentar que el progreso del fútbol femenil en México, cuya historia inició en la década de los años 70´ s, se debe al nacimiento de la liga profesional, muchos equipos con limitaciones extremas, por lo que prácticamente sucede lo mismo que en la MX varonil porque son los mismos clubes que dominan el panorama, con el lujo incluso de contratar a jugadoras de fama mundial, pero algo es algo.

El próximo rival de México, será Colombia, otro hueso muy duro de roer, porque se trata de un equipo con jugadoras de gran fortaleza física y veloces y varias de ellas con habilidad personales muy interesantes.

Nos vemos el viernes

Antoniovelazquez13@hotmail.com

No es asunto menor, el hecho de que la selección femenil mayor lograra sonado triunfo ante su similar de los Estados Unidos, cuando las gringas están consideradas como una potencia en su ramo. Desde luego, las cosas como son: en primer lugar, aún no es el momento de echar las campanas al vuelo, esto ha sucedido en nuestro fútbol en muchos niveles y de pronto despertar con un pellizco, nos vuelve a la realidad. En segundo lugar, valorar la capacidad física y mental de estas mujeres y el hecho de que, poco a poco, van entendiendo que, acatar una estrategia, un plan de juego, es vital, más allá de las virtudes personales de cada una, combinación que en este juego llamado fútbol, suele llevar al éxito.

“Tengan para que aprendan” como título de este comentario, es con mensaje para los integrantes de las selecciones de varones, especialmente para la mayor que siempre ha navegado entre el azul y buenas noches, como dice el dicho popular “más de arena que de cal”. La manera como las damas se entregaron, especialmente en el último juego, fue un ejemplo de pundonor, de fortaleza y de sacrificio, digno de una lección para quienes pretenden un objetivo. Pero, repetimos, falta no solo mantener el ritmo, sino mejorar otros aspectos para lograr lo que al fútbol mexicano le ha hecho falta siempre: regularidad.

Miren ustedes, hemos tenido la fortuna de ver los tres duelos de esta selección ante Argentina. República Dominicana y Estados Unidos. El equipo vino de menos a más, aunque desde el primer duelo, fue más que sus rivales; ante Argentina, le faltó lo que contra República Dominicana de sobró: contundencia. Pamperas y dominicanas, fueron dominadas por el equipo nacional, aunque ante Argentina, el duelo fue mucho más parejo, pero en ambos, con una formación o un esquema netamente ofensivo, ni por asomo pensamos en que el equipo nacional, tenía otra idea contra las norteamericanas.

Previmos que por la jerarquía de estas últimas, por su fortaleza física y su mejor nivel como equipo, en automático echarían a las nuestras para atrás, esto sucedió solo en los primeros 20 minutos del partido, pero ya desde ese lapso el tricolor mostró su estrategia que siguieron al pie de la letra: marcar a presión, casi siempre con doble agobio a la que tenía la posesión de la pelota; así, una vez pasada la prueba, las nuestras ya con más confianza, no confiadas, adelantaron líneas, empezaron a recurrir a la alta presión desde la misma salida del rival y la situación prácticamente se emparejó.

El primer gol mexicano, fue precisamente producto de esa estrategia, si bien es verdad que esto provocó un gran error en la salida de las estadounidenses, el gol de México, en el resto de la jugada, fue una muestra de habilidad personal, de Lizbeth Ovalle. Con esa anotación y la confianza en crecimiento, se fueron al descanso.

En la segunda parte, el equipo mexicano, de plano y consciente de lo que le dolía a las gringas, no solo insistió en presionar sino que la aumentó en todos los rincones de la cancha; desde mi punto de vista, le doy gran crédito y parte importante del triunfo a la preparación física de las mexicanas, porque mantuvieron el ritmo hasta el último silbatazo y también gracias a los cambios oportunos de parte de la dirección técnica, porque refrescaron todas sus líneas en busca precisamente de mantener la frenética marca. A tal grado le resultó al equipo nacional, esta estrategia que siempre estuvo más cerca de otro gol que el rival, así las cosas, luego de un balón que se estrelló en el marco en la primera parte, vino la puntilla con ese enorme gol de Mayra Pelayo, con un cañonazo desde fuera del área grande.

No está demás comentar que el progreso del fútbol femenil en México, cuya historia inició en la década de los años 70´ s, se debe al nacimiento de la liga profesional, muchos equipos con limitaciones extremas, por lo que prácticamente sucede lo mismo que en la MX varonil porque son los mismos clubes que dominan el panorama, con el lujo incluso de contratar a jugadoras de fama mundial, pero algo es algo.

El próximo rival de México, será Colombia, otro hueso muy duro de roer, porque se trata de un equipo con jugadoras de gran fortaleza física y veloces y varias de ellas con habilidad personales muy interesantes.

Nos vemos el viernes

Antoniovelazquez13@hotmail.com