Culiacán, Sin.- La alianza data de por lo menos del 2014; además de reunirse con Joaquín Guzmán Loera e Ismael Zambada García tras salir de prisión un año antes, Rafael Caro Quintero también mandó llamar a Fausto Isidro Meza Flores, “El Chapo Isidro”, líder de una ramificación del clan criminal de los Beltrán Leyva.
De acuerdo con fuentes del municipio de Badiraguato, lo que Caro Quintero pretendía era mantener la sierra en calma, no apoderarse de ella, terminar con aquellas guerras intestinas que provocaron cientos de familias desplazadas, ya que usaría el corredor desde su pueblo natal hasta Choix para protegerse de los operativos de la Marina y la DEA.
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Parte de estos “acuerdos” fue que saliera su familiar Genaro Payán Aros, “El Gringo”, quien fue capturado por las Fuerzas Navales en un rancho de Pericos, Mocorito, en junio de 2015, cuando la cacería contra Rafael estaba en su apogeo.
Además, más al norte, en Caborca, Sonora, estaba otra plaza que podía mantener en una alianza con “El Chapo” Isidro y sus testaferros, los hermanos Jesús e Ignacio González Peñuelas, así como el líder narco tribal, Mario Alberto Lugo Lara, “El Calabazas”.
El martes 4 de octubre el diario El País publicó el documento de la Secretaría de la Defensa Nacional filtrado por el grupo hackers Guacamaya, que consigna el seguimiento que hacía el área de inteligencia de la Tercera Región Militar con sede en Mazatlán.
Sin explicar el contexto, la información filtrada advierte que la Sedena elaboró en 2017 un organigrama de cómo Caro Quintero fue el conducto de una posible alianza entre el Cártel de Sinaloa (Pacífico) y los Beltrán Leyva, luego de sostener una reunión en Sinaloa de Leyva.
Este cónclave –según la Sedena- se realizó en “un hotel de Bacurato”, en donde de acuerdo con el Google Maps, sólo existen al pie de la presa del mismo nombre, dos sitios con cabañas de descanso para aficionados a la pesca deportiva. No más información encontrada por el momento en el llamado Guacamaya Leaks.
El documento no ofrece más detalles, ni habla del contexto que en 2017 se daba en Sinaloa, una reyerta entre los Beltrán aplacada en La Tuna, Badiraguato y la guerra de exterminio entre Los Chapitos y Los Dámaso.
Contexto y análisis
En 2014 dieron inicio las operaciones especiales de la DEA en coordinación con la Marina para atrapar a Caro Quintero en sus escondrijos de la sierra.
Una de las redadas más intensas, las cuales incluyeron vejaciones en contra de la población civil, ocurrió cuando decenas de marinos tomaron por asalto comunidades como La Noria, Babunica, Los Placeres, entre otros.
Esto derivó en el arresto de “El Gringo” Payán y en la huida de decenas de familias, pues entonces supieron que no solamente iban por “El Señor”, sino también por diversos trabajadores de su grupo, dedicados especialmente a la siembra de enervantes en la zona.
En 2016, cuando todavía no dejaban el empeño de capturar al “Narco de Narcos”, Alfredo Beltrán Guzmán, conocido como “El Mochomito”, se lanzó en un ataque inaudito sobre la comunidad de La Tuna, pueblo natal de Joaquín y sus hermanos –sus tíos para más señas- que concluyó cuando las huestes de Aureliano Guzmán Loera, “El Guano” junto con Los Chapitos, expulsaron a los sicarios de Alfredito.
Bajo este contexto de guerra, medios nacionales publicaron que Caro Quintero se había aliado a los Beltrán para arrebatar el trono de los Guzmán en la zona serrana, por lo que Rafael concedió una entrevista a la periodista Anabel Hernández.
Caro Quintero negó estar detrás de los enfrentamientos y aseguró que llevaba buena relación tanto con “El Mayo” Zambada y los hijos del “Chapo”, a quienes vio pocas semanas después de haber sido liberado.
Pero mientras en 2016 Badiraguato se convulsionada, los municipios controlados por “El Chapo” Isidro y sus lugartenientes, estaban en aparente calma. Y así ha ocurrido por años, pues la captura de Rafael en Choix en julio pasado no afectó la estructura.
Desde hace más de una década la familia de Mario Alberto Lugo Lara (“Los Calabazas”) controla la sierra de Sinaloa municipio, en el valle de Guasave se encuentran los hermanos González Peñuelas en mancuerna con Meza Flores.
A “Los Calabazas” se les conoce por ejercer un control territorial férreo, hasta el momento no han sido boletinados por Estados Unidos y el gobierno mexicano no los había puesto en la lista de los más buscados. Se les conoce por ese nombre debido a que son originarios de la comunidad Calabazas, enclavada detrás de la presa Bacurato.
Hasta la fecha, todo esa zona, es territorio donde el gobierno no llega. De ahí que fuentes señalan que por eso Caro Quintero había elegido este corredor para ocultarse.
