Crónicas de Ambulancia: No hay feliz año nuevo

Un paramédico debe estar listo para todo, y Mariano Armenta lo supo al perder una vida en sus manos

Melissa Ortiz │ El Sol de Sinaloa

  · sábado 30 de enero de 2021

Foto: Ángela Montoya │ El Sol de Sinaloa

Culiacán, Sin.- Fue el primero de enero del 2021, Año Nuevo en Culiacán. Al amanecer, luego de una jornada en que grupos armados atacaron las cámaras de vigilancia, el paramédico Mariano Armenta se disponía a entrar a su guardia, cuando una llamada terminó de despertarlo: un accidente con varios heridos sobre la carretera a Sanalona, al oriente de Culiacán.

Sin pensarlo, sin importar lo temprano que fuera, Armenta y sus colegas se trasladaron de inmediato hacia el sector de El Barrio a bordo de una ambulancia cuyo ulular rompía el frío matutino de arranque de año.

Foto: Ángela Montoya │ El Sol de Sinaloa

Su sorpresa fue que al llegar al sitio, una plaza comercial de la colonia periférica, no encontraron indicios del accidente reportado. Por ello optaron por continuar más al oriente, por la carretera y al llegar al primer poblado, saliendo de Culiacán, vieron las unidades siniestradas.

Al observar el número de heridos, Mariano se dio cuenta que no cabrían en su ambulancia, y su preocupación era, que en la Cruz Roja no había disponibles, por lo que solicitaron de inmediato apoyo vía radio.

Armenta lo que hizo fue seguir los protocolos, no pensó en nada más que salvar a las persona; verificó con la mirada que el área en la cual iban a trabajar estuviera segura, de esta manera él y sus compañeros se preparan para brindar los primeros auxilios.

Foto: Ángela Montoya │ El Sol de Sinaloa

UN DECESO

Ante los múltiples heridos, Armenta pidió apoyo a las distintas corporaciones, para así brindar mejor atención; a su llamado acudieron elementos de la Policía Municipal, Bomberos y Protección Civil.

En total fueron cinco personas afectadas. Una murió en el sitio y Mariano vio una vida extinguirse poco a poco, con los últimos alientos.

“No se pudo hacer nada por él”. Al llegar ellos, la víctima presentaba signos vitales débiles; una sensación angustiante se reflejó en su rostro, sabía que debía hacer todo lo posible para que las otras cuatro personas se salvaran.

Foto: Ángela Montoya │ El Sol de Sinaloa

Fueron 20 minutos en los que el paramédico atendió a las cuatro personas casi al mismo tiempo; luego de ejecutar el triage se enfocó en el “paciente rojo”, una mujer, la cual tenía heridas en las cuatro extremidades y mientras la auxiliaba, el conductor de una de las unidades “se puso mal”.

Para el socorrista la situación le causó impacto, pues el hombre que era hoy su paciente se había mantenido estable, fueron menos de 10 minutos en los que su respiración se fue apagando.

Al percatarse de la situación Armenta se mantuvo tranquilo, pues cuenta que siempre lleva la mente abierta, ya que en ese tipo de servicios se puede esperar lo que sea.

Foto: Ángela Montoya │ El Sol de Sinaloa

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Mantenerse calmado lo hace actuar mejor: “siempre vamos pensando lo peor”, cuando se tiene alguna dificultad los paramédicos pueden caer en desesperación y no brindar las atenciones requeridas, razón por la cual él siempre tiene en mente que puede pasar lo peor.

Mariano no evitaba pensar en que en el lugar se había presentado un deceso, y por la gravedad podría haber otro, por lo que, se apresuró para salvar la vida de las tres personas que estaban con heridas graves.

Foto: Ángela Montoya │ El Sol de Sinaloa

KAMIKAZE

Mariano Armenta está integrado en el grupo kamikaze, donde trasladan a pacientes Covid-19 a los hospitales de la ciudad.

TRASLADO

En abril cumple un año en Culiacán, pues al dar inicio la pandemia se trasladó desde la delegación Navolato a la capital sinaloense para brindar su apoyo durante la contingencia sanitaria.




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