/ lunes 25 de septiembre de 2023

Violencia contradictoria

El hecho de que cada vez más mujeres acuden a denunciar violencia de género a las autoridades no debería verse como algo positivo, esa frase tan cansina del oficialismo gubernamental sólo intenta justificar la inoperancia de las instancias de procuración de justicia y de prevención, dejando la responsabilidad a la víctima de que “hoy sí se denuncia”, no como antes.

No deja de ser una contradicción que la Secretaría de las Mujeres argumente que el trabajo institucional funciona, por el simple motivo de que la estadística sube como la espuma, cuando más mujeres son arrastradas hacia el infierno de la violencia, la inseguridad física y patrimonial.

Es un fenómeno que todavía se está estudiando, pero la violencia generalizada en contra de las mujeres y sus correspondientes denuncias que cada día registra la Fiscalía General del Estado, nada tiene que ver con un trabajo de fondo institucional, sino con los ritmos de cambios de la sociedad, que ya no se queda callada, sino que gracias a la globalización, la apertura de las redes sociales y el cambio de paradigma en la forma de pensar, hoy sí van a buscar un pedazo de justicia.

Parte de los estudios sociales que realizan académicas es responder por qué hoy en día hay más feminicidios o agresiones a las mujeres, si vivimos en una época donde la educación es más accesible; algunas respuestas arriesgadas guardan relación con el patriarcado recalcitrante: ya no hay sumisión al machismo (aunque en lo político, se sigue alabando a las figuras del patriarca encarnadas en el Señor Presidente o el Señor Gobernador, o que usted quiera), la mujer exige estar en todos los espacios de poder, laborales y de toma de decisiones, incluyendo en las relaciones de pareja.

Frente a esta afrenta al sistema patriarcal, viene la reacción violenta, único lenguaje que responde a la frustración masculina. De ahí que hoy sí hay más violencia contra las mujeres, y si hay denuncias, es justamente porque las nuevas generaciones están rompiendo con todos los paradigmas ancestrales.

No se busque justificar los millonarios presupuestos, los discursos y narrativas oficiales de que vamos bien porque es positivo que haya más denuncias, sin fortalecer a la institución del ministerio público y menos el tema de la prevención que todavía avanza a trompicones. En una reunión con grupos de mujeres, la fiscal Sara Bruna Quiñones sentenció, sin dar un análisis siquiera, que las órdenes de protección no servían, sencillamente no hay personal ni policiaco ni de investigación que alcance. Touché. ¿Y luego? ¿Hay que quedarnos de brazos cruzados? ¿Hay que seguir pagando campañas políticas en lugar de apostar a fortalecer la procuración de justicia? Al tiempo.

Súper peso golpea al turismo

La apreciación del peso frente al dólar que se ha registrado este 2023, con un tipo de cambio en niveles no vistos en más de siete años, genera incertidumbre y preocupación en diversos sectores de la economía debido a que se trata de un peso que ha ganado 14.2 por ciento contra el dólar en lo que va de 2023, luego de registrar un aumento de 5.2 por ciento en 2022.

Esto genera una reducción en el poder de compra de millones de familias mexicanas que reciben recursos de sus parientes radicados en el extranjero, principalmente en Estados Unidos. Y si bien este súper peso ha beneficiado en el costo de productos de importación, también ha generado preocupación en las exportaciones y en el turismo extranjero que visita el país.

En Sinaloa los focos rojos se encienden, además del turismo, en el sector inmobiliario, ya que los desarrolladores han tenido que realizar ajustes en las operaciones, principalmente los que se comercializan en dólares, porque un condominio vendido con un tipo de cambio de 20 pesos por dólar, como estaba en 2022, no representa la misma ganancia este 2023, cuando cada dólar ronda los 17 pesos.


El hecho de que cada vez más mujeres acuden a denunciar violencia de género a las autoridades no debería verse como algo positivo, esa frase tan cansina del oficialismo gubernamental sólo intenta justificar la inoperancia de las instancias de procuración de justicia y de prevención, dejando la responsabilidad a la víctima de que “hoy sí se denuncia”, no como antes.

No deja de ser una contradicción que la Secretaría de las Mujeres argumente que el trabajo institucional funciona, por el simple motivo de que la estadística sube como la espuma, cuando más mujeres son arrastradas hacia el infierno de la violencia, la inseguridad física y patrimonial.

Es un fenómeno que todavía se está estudiando, pero la violencia generalizada en contra de las mujeres y sus correspondientes denuncias que cada día registra la Fiscalía General del Estado, nada tiene que ver con un trabajo de fondo institucional, sino con los ritmos de cambios de la sociedad, que ya no se queda callada, sino que gracias a la globalización, la apertura de las redes sociales y el cambio de paradigma en la forma de pensar, hoy sí van a buscar un pedazo de justicia.

Parte de los estudios sociales que realizan académicas es responder por qué hoy en día hay más feminicidios o agresiones a las mujeres, si vivimos en una época donde la educación es más accesible; algunas respuestas arriesgadas guardan relación con el patriarcado recalcitrante: ya no hay sumisión al machismo (aunque en lo político, se sigue alabando a las figuras del patriarca encarnadas en el Señor Presidente o el Señor Gobernador, o que usted quiera), la mujer exige estar en todos los espacios de poder, laborales y de toma de decisiones, incluyendo en las relaciones de pareja.

Frente a esta afrenta al sistema patriarcal, viene la reacción violenta, único lenguaje que responde a la frustración masculina. De ahí que hoy sí hay más violencia contra las mujeres, y si hay denuncias, es justamente porque las nuevas generaciones están rompiendo con todos los paradigmas ancestrales.

No se busque justificar los millonarios presupuestos, los discursos y narrativas oficiales de que vamos bien porque es positivo que haya más denuncias, sin fortalecer a la institución del ministerio público y menos el tema de la prevención que todavía avanza a trompicones. En una reunión con grupos de mujeres, la fiscal Sara Bruna Quiñones sentenció, sin dar un análisis siquiera, que las órdenes de protección no servían, sencillamente no hay personal ni policiaco ni de investigación que alcance. Touché. ¿Y luego? ¿Hay que quedarnos de brazos cruzados? ¿Hay que seguir pagando campañas políticas en lugar de apostar a fortalecer la procuración de justicia? Al tiempo.

Súper peso golpea al turismo

La apreciación del peso frente al dólar que se ha registrado este 2023, con un tipo de cambio en niveles no vistos en más de siete años, genera incertidumbre y preocupación en diversos sectores de la economía debido a que se trata de un peso que ha ganado 14.2 por ciento contra el dólar en lo que va de 2023, luego de registrar un aumento de 5.2 por ciento en 2022.

Esto genera una reducción en el poder de compra de millones de familias mexicanas que reciben recursos de sus parientes radicados en el extranjero, principalmente en Estados Unidos. Y si bien este súper peso ha beneficiado en el costo de productos de importación, también ha generado preocupación en las exportaciones y en el turismo extranjero que visita el país.

En Sinaloa los focos rojos se encienden, además del turismo, en el sector inmobiliario, ya que los desarrolladores han tenido que realizar ajustes en las operaciones, principalmente los que se comercializan en dólares, porque un condominio vendido con un tipo de cambio de 20 pesos por dólar, como estaba en 2022, no representa la misma ganancia este 2023, cuando cada dólar ronda los 17 pesos.