El lavado de dinero fue otra de las banderas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para combatir al crimen organizado, pero lo mismo que sus antecesores, su administración no pasó de usar a la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda como ariete contra familias de narcos, empresas relacionadas y hasta uno que otro enemigo político.
Cuentas congeladas que luego luego, en juicios de amparo, jueces y tribunales ordenan liberar debido a que el ministerio público federal, quien tiene la autoridad constitucional para fincar delito, no hace su trabajo.
Una de estas historias de lavado es aquella que se encierra entre los derruidos cimientos del edificio de la antigua matriz del banco HSBC ubicada en la esquina de Nicolás Bravo y bulevar Constitución, el cual lleva más de una década abandonado, luego de que el Departamento de Justicia reveló en el 2012 que estas sucursales eran usadas por los narcos sinaloenses y sus socios colombianos para mover las ganancias producto del trasiego de la droga.
El HSBC, con sede en Inglaterra, solamente fue multado por el gobierno de Estados Unidos, no enfrentó un juicio penal, porque cerrar esta banca internacional, hubiera provocado un boquete en las finanzas globales. Además, el caso se atenuó al argumentar que no existía dolo, más bien el regaño al banco y sus altos ejecutivos fue que tenían controles laxos para evitar el trasiego de ingentes cantidades de dinero a través de sus redes financieras… Ajá.
El caso es que este caso del HSBC que ya cumple 12 años de haber sido destapado cobra relevancia en nuestro Culiacán porque en últimas semanas comenzaron la demolición de ese viejo edificio, y es un tema, el lavado de dinero, que más que terminar, en Sinaloa y el resto del país, se ha profundizado y refinado por parte de quienes trafican con drogas y luego requieren limpiar esas ganancias.
Ya lo dijo Tatiana Clouthier, una de las defensoras a ultranza de la Cuarta Transformación, no nos hagamos, que todos sabemos que en Sinaloa se lava dinero en cantidades industriales (no lo dijo así, pero reconoció la problemática), y es que cuando se trata de dinero sucio, nuestros políticos hacen lo mejor que saben hacer: voltear a otro lado, para que las lavadoras continúen limpiando capitales, generando riqueza, dando empleos, cooptado a las autoridades y un largo etcétera.
“Aquí en Sinaloa el narcotráfico mueve la economía de una manera importante, no nos hagamos. Quieren que diga uno, no nos hagamos, esa es la conversación”, señaló Clouthier en un programa de radio.
Y sí, no nos hagamos, por más que bancos como el HSBC sean “castigados” o multados, las rutas del blanqueo de capitales continuarán intactas, en este círculo vicioso que es la perpetua guerra contra el narco.
Asipona Vs Patronato
La polémica del Faro-Cerro del Crestón va para largo. La tirolesa ya pasó a segundo nivel aunque es la que derivó todo el conflicto. El Almirante Mariel Aquileo Ancona Infanzón se fue duro y a la yugular contra las mujeres del Patronato Faro Natural de Mazatlán IAP, de quienes dijo “arremangaron” todo lo que pudieron de la cima del cerro, hasta motos y una camioneta.
Así, sin someterlo a tortura, soltó una serie de acusaciones y arremetió contra los ambientalistas que protestan contra la tirolesa, porque según sus palabras, jamás se han acercado al Faro a reforestar sus áreas verdes.
Con todo el respaldo de la autoridades federales, la Asipona, nueva responsable del cerro del Crestón, promete que este lugar no será privatizado, a pesar de lo que digan las redes sociales y demás publicaciones.
La rudeza de sus palabras no tiene desperdicio, al contrario, retrata al militar que hay detrás del cargo de corte civil.Más allá de la grilla, se debe ver por el bien del puerto respetando el espacio ambiental del puerto.