/ viernes 14 de diciembre de 2018

Son una vergüenza

No encontré otra palabra más dura para criticar a ambos equipos, Cruz Azul y América, porque dada su pobreza futbolística, bajo el argumento de que se trata de un partido de 180 minutos, no es para menos calificar de vergonzosa su actitud de apostarle a la equivocación del rival que a sus propios recursos futbolísticos. Sí, fue una primera parte de la final desastrosa, aburrida a más no poder, será una exageración pero en los campos amateurs seguro nos divertimos mucho más, porque ahí no hay medias tintas y todo mundo salimos a ganar con mejores artes que las presentadas por esos dos equipos.

En el fútbol los empates a cero goles, desde luego que por la emoción del gol, como que deja un hueco en el ánimo de los aficionados, pero hay de empates a empates. Dos acciones claras de gol por ambos equipos en todo el partido fue todo lo que mostraron al frente, una pobreza de exhibición ofensiva que nos da una idea de que ganar como sea, está por arriba del espectáculo.

El aspecto físico-atlético, permeó por arriba de lo futbolístico. Desde luego que ambos equipos están muy lejos de lo que representan los grandes equipos, no hay comparación alguna, sin embargo, la actitud mostrada por todos los actores, jugadores y técnicos, nos dan una idea de porque el fútbol mexicano no progresa. Muchos extranjeros de medio pelo, no podemos llamarlo de otra forma, de otra manera estuviesen en equipos de mayor renombre, mientras que los jugadores mexicanos continúan siendo relegados para darle cabida a los que vienen de fuera a enorme costo.

Un ejemplo? Ese jugador de apellido Méndez, no tiene defensa alguna, falló casi todos los pases y cerca del final echó por la borda la oportunidad más clara del Cruz Azul. Eso sí, ambos técnicos se echaron flores al señalar que fue su equipo el que más propuso, cuando ambos le apostaron a lo mismo. La pelota cambió de dueño todo el partido, los equipos no fueron capaces de hilvanar cuatro o cinco pases congruentes con la intención de verdaderamente ser profundos. El fondo físico para detener los avances de uno y otro con marcas de dos y hasta tres hombres, es sin duda plausible para ese objetivo, pero inútil para aprovecharlo a la hora de atacar.

No faltó entre los comentaristas, especialmente jugadores habilitados como tal, que defendieran la actitud de ambos equipos. En este aspecto solo queda señalar que por eso estamos como estamos.

La gran pregunta, ya para terminar, es que actitud tomarán los equipos para el juego definitivo: continuarán apostando a aprovechar error del rival? O, jugarán a la ofensiva idea vuelta, arriesgándolo todo. Me parece que lo único que cambiaría el panorama, es que cayera una anotación en la primera parte, porque después tendrán más pavor de ir al frente y cometer errores atrás. Tiempos extras y penales? Nos vemos la próxima semana.

No encontré otra palabra más dura para criticar a ambos equipos, Cruz Azul y América, porque dada su pobreza futbolística, bajo el argumento de que se trata de un partido de 180 minutos, no es para menos calificar de vergonzosa su actitud de apostarle a la equivocación del rival que a sus propios recursos futbolísticos. Sí, fue una primera parte de la final desastrosa, aburrida a más no poder, será una exageración pero en los campos amateurs seguro nos divertimos mucho más, porque ahí no hay medias tintas y todo mundo salimos a ganar con mejores artes que las presentadas por esos dos equipos.

En el fútbol los empates a cero goles, desde luego que por la emoción del gol, como que deja un hueco en el ánimo de los aficionados, pero hay de empates a empates. Dos acciones claras de gol por ambos equipos en todo el partido fue todo lo que mostraron al frente, una pobreza de exhibición ofensiva que nos da una idea de que ganar como sea, está por arriba del espectáculo.

El aspecto físico-atlético, permeó por arriba de lo futbolístico. Desde luego que ambos equipos están muy lejos de lo que representan los grandes equipos, no hay comparación alguna, sin embargo, la actitud mostrada por todos los actores, jugadores y técnicos, nos dan una idea de porque el fútbol mexicano no progresa. Muchos extranjeros de medio pelo, no podemos llamarlo de otra forma, de otra manera estuviesen en equipos de mayor renombre, mientras que los jugadores mexicanos continúan siendo relegados para darle cabida a los que vienen de fuera a enorme costo.

Un ejemplo? Ese jugador de apellido Méndez, no tiene defensa alguna, falló casi todos los pases y cerca del final echó por la borda la oportunidad más clara del Cruz Azul. Eso sí, ambos técnicos se echaron flores al señalar que fue su equipo el que más propuso, cuando ambos le apostaron a lo mismo. La pelota cambió de dueño todo el partido, los equipos no fueron capaces de hilvanar cuatro o cinco pases congruentes con la intención de verdaderamente ser profundos. El fondo físico para detener los avances de uno y otro con marcas de dos y hasta tres hombres, es sin duda plausible para ese objetivo, pero inútil para aprovecharlo a la hora de atacar.

No faltó entre los comentaristas, especialmente jugadores habilitados como tal, que defendieran la actitud de ambos equipos. En este aspecto solo queda señalar que por eso estamos como estamos.

La gran pregunta, ya para terminar, es que actitud tomarán los equipos para el juego definitivo: continuarán apostando a aprovechar error del rival? O, jugarán a la ofensiva idea vuelta, arriesgándolo todo. Me parece que lo único que cambiaría el panorama, es que cayera una anotación en la primera parte, porque después tendrán más pavor de ir al frente y cometer errores atrás. Tiempos extras y penales? Nos vemos la próxima semana.