/ miércoles 3 de junio de 2020

Proyecto millonario

Desde luego que nos adherimos al regocijo de los mazatlecos por la llegada del fútbol profesional del máximo nivel del fútbol mexicano; a quienes vivimos en Culiacán añadiremos un pretexto más para viajar a la Perla del Pacífico, lugar donde por cierto iniciamos nuestro camino en el periodismo en el año de 1969. En la actualidad, sin menospreciar a otros lugares costeros, Mazatlán continúa siendo nuestro destino preferido, así es que de vez en cuando mataremos dos pájaros de un tiro.

Y sí, sí envidamos a la pata saladas, sabemos lo que es saborear las mieles de la primera división, lo vivimos un par de ocasiones con el hoy prácticamente desaparecido Dorados de Sinaloa, equipos por donde pasaron figuras tan emblemáticas como Diego Latorre, Jared Borgetti, Pep Guardiola y Cuauhtémoc Blanco, solo por mencionar a los más famosos. Desafortunadamente el Grupo Caliente, no pudo con el paquete económico que representaba Dorados y mucho menos porque no le representaba no poder llegar de nuevo a la máxima división desde el momento mismo en que adquirió al Querétaro.

Eso ya es historia y al menos que desaparezcan totalmente al equipo y otros empresarios luchen por adquirir una franquicia sea en las mismas condiciones que Mazatlán o una de las futuras nuevas plazas, no vemos como en Culiacán podamos volverá disfrutar del mejor fútbol mexicano, así es que todas las miradas y todos los caminos conducirán hacia Mazatlán.

Su dueño, el señor Salinas, en un comunicado para dar a conocer el cambio de sede no aporta la menor explicación del porque tal determinación, la afición de Morelia, merece saberlo, aunque no se requiere de una bola de cristal para determinar que fue el aspecto económico la pieza clave de este asunto. Se trató más allá del apoyo de las autoridades sinaloenses, pues allá en Morelia el gobernador también se puso a modo, pero no así los empresarios michoacanos, quienes no quisieron aflojar más dinero para sostener el espectáculo.

El fútbol profesional hay que verlo como una empresa, como un negocio, desde ese punto de vista le damos la razón al Grupo Caliente y a quienes vitaron en favor de la desaparición del ascenso, sin embargo, ni la lucha le hicieron por proponer y buscar otras estrategias, como si fue el caso de Salinas con su grupo.

El comunicado habla de un proyecto innovador, más no dice de que se trata, ,lo desconocemos y si lo ven así tendrá que ser mucho más ambicioso que el de Morelia cuya estructura deportiva en cuanto a fuerzas básicas e instalaciones es de las mejores del país. La gente que dirige los destinos del equipo cataloga a la afición mazatleca, sin conocerla, como de “irreverente”. Al respecto permítanos pasarle al costo elsignificado de esa palabra en nuestro idioma: como irreverente se denomina aquello que es opuesto a la reverencia. Como tal, es un adjetivo, también empleado como sustantivo, que se usa para designar a aquella persona o cosa que no guarda el debido respeto, acatamiento o veneración hacia asuntos importantes, oficiales o sagrados. Se trata, estimado lector de una pifia grave contra los aficionados mazatlecos. Tienen tache.

Pero en contraparte, tienen razón en lo relacionado con la posibilidad de que más jóvenes sinaloenses tengan más a la mano recibir una oportunidad de ser jugadores profesionales. Sobre el tema mañana le seguimos porque no podemos dejar fuera de esto a las fuerzas básicas.

Desde luego que nos adherimos al regocijo de los mazatlecos por la llegada del fútbol profesional del máximo nivel del fútbol mexicano; a quienes vivimos en Culiacán añadiremos un pretexto más para viajar a la Perla del Pacífico, lugar donde por cierto iniciamos nuestro camino en el periodismo en el año de 1969. En la actualidad, sin menospreciar a otros lugares costeros, Mazatlán continúa siendo nuestro destino preferido, así es que de vez en cuando mataremos dos pájaros de un tiro.

Y sí, sí envidamos a la pata saladas, sabemos lo que es saborear las mieles de la primera división, lo vivimos un par de ocasiones con el hoy prácticamente desaparecido Dorados de Sinaloa, equipos por donde pasaron figuras tan emblemáticas como Diego Latorre, Jared Borgetti, Pep Guardiola y Cuauhtémoc Blanco, solo por mencionar a los más famosos. Desafortunadamente el Grupo Caliente, no pudo con el paquete económico que representaba Dorados y mucho menos porque no le representaba no poder llegar de nuevo a la máxima división desde el momento mismo en que adquirió al Querétaro.

Eso ya es historia y al menos que desaparezcan totalmente al equipo y otros empresarios luchen por adquirir una franquicia sea en las mismas condiciones que Mazatlán o una de las futuras nuevas plazas, no vemos como en Culiacán podamos volverá disfrutar del mejor fútbol mexicano, así es que todas las miradas y todos los caminos conducirán hacia Mazatlán.

Su dueño, el señor Salinas, en un comunicado para dar a conocer el cambio de sede no aporta la menor explicación del porque tal determinación, la afición de Morelia, merece saberlo, aunque no se requiere de una bola de cristal para determinar que fue el aspecto económico la pieza clave de este asunto. Se trató más allá del apoyo de las autoridades sinaloenses, pues allá en Morelia el gobernador también se puso a modo, pero no así los empresarios michoacanos, quienes no quisieron aflojar más dinero para sostener el espectáculo.

El fútbol profesional hay que verlo como una empresa, como un negocio, desde ese punto de vista le damos la razón al Grupo Caliente y a quienes vitaron en favor de la desaparición del ascenso, sin embargo, ni la lucha le hicieron por proponer y buscar otras estrategias, como si fue el caso de Salinas con su grupo.

El comunicado habla de un proyecto innovador, más no dice de que se trata, ,lo desconocemos y si lo ven así tendrá que ser mucho más ambicioso que el de Morelia cuya estructura deportiva en cuanto a fuerzas básicas e instalaciones es de las mejores del país. La gente que dirige los destinos del equipo cataloga a la afición mazatleca, sin conocerla, como de “irreverente”. Al respecto permítanos pasarle al costo elsignificado de esa palabra en nuestro idioma: como irreverente se denomina aquello que es opuesto a la reverencia. Como tal, es un adjetivo, también empleado como sustantivo, que se usa para designar a aquella persona o cosa que no guarda el debido respeto, acatamiento o veneración hacia asuntos importantes, oficiales o sagrados. Se trata, estimado lector de una pifia grave contra los aficionados mazatlecos. Tienen tache.

Pero en contraparte, tienen razón en lo relacionado con la posibilidad de que más jóvenes sinaloenses tengan más a la mano recibir una oportunidad de ser jugadores profesionales. Sobre el tema mañana le seguimos porque no podemos dejar fuera de esto a las fuerzas básicas.