/ jueves 23 de mayo de 2024

Política en serio | Culiacán en otro nivel

Estamos a unos días de la elección del 2 de junio, hay muchas particularidades que hacen de esa elección un proceso único y el más grande de la historia, no solo esto a nivel nacional, en Sinaloa serán 245 cargos a elegir bajo el principio de paridad, las acciones afirmativas, y la inclusión de los municipios nacientes de El dorado y Juan José Ríos.

Más allá de los números que hacen interesante el proceso, lo es también el contexto político y social, basta con ver el desarrollo de las campañas, las intervenciones de candidatas y candidatos y los debates, es decir, el mensaje cuenta, y en este caso, cuenta mucho, al menos para nosotras las mujeres, que aspiramos a que la paridad deje de ser un número para convertirse en la representación de nosotras en la agenda pública, y así lo será en la medida en la que sigamos alzando la voz.

A esa reflexión dedico esta columna, en primera porque me parece una vergüenza y amenaza pública que en las listas de candidatos se encuentren agresores sexuales, entre ellos a la capital del Estado, y sí, ante la incredulidad de muchas personas, la ley y la cultura aún son insuficientes, siguen siendo arropados por el poder y beneficiarios de la impunidad.

Mientras los procesos siguen su curso, considero medular fortalecer el liderazgo de las mujeres políticas, con una característica esencial: de mujeres con vocación política y profesionalismo, que inciden en la agenda pública y abren caminos con su liderazgo, y ahí me permito destacar a Erika Sánchez como candidata a la alcaldía de Culiacán, y expongo mis razones: En política la vocación se hace notar siempre, y a ella la ha convertido en una persona empática que se confunde con carisma, y quienes la conocemos de cerca, sabemos que la obliga a la formación constante, a ser escrupulosa con sus palabras y sus hechos, es esa coherencia la que la mantiene libre y fuerte.

Aspirar a gobernar Culiacán no es tarea fácil, pero lo es menos para quien gusta de escuchar y de recorrer colonias y calles, y que lo que hace lo realiza desde una perspectiva integradora y pacifista, esto es, de una profesional de tiempo completo, y hay que decirlo, también se necesita ser valiente. Mi coincidencia con Erika Sánchez supera cualquier afinidad para convertirse en el reconocimiento a su perfil político y a la necesidad de una visión de un Culiacán que merece estar en otro nivel: en otro nivel de seguridad, de desarrollo, de igualdad y de oportunidades, de cambiar los estigmas y que cuando se hable de Culiacán en México y en el mundo, lo hagamos desde la riqueza de su tierra y nobleza de su gente.

Leí por ahí: este 2 de junio fíjese bien dónde pone la cruz, porque después hay que cargarla…cuanta razón…



Estamos a unos días de la elección del 2 de junio, hay muchas particularidades que hacen de esa elección un proceso único y el más grande de la historia, no solo esto a nivel nacional, en Sinaloa serán 245 cargos a elegir bajo el principio de paridad, las acciones afirmativas, y la inclusión de los municipios nacientes de El dorado y Juan José Ríos.

Más allá de los números que hacen interesante el proceso, lo es también el contexto político y social, basta con ver el desarrollo de las campañas, las intervenciones de candidatas y candidatos y los debates, es decir, el mensaje cuenta, y en este caso, cuenta mucho, al menos para nosotras las mujeres, que aspiramos a que la paridad deje de ser un número para convertirse en la representación de nosotras en la agenda pública, y así lo será en la medida en la que sigamos alzando la voz.

A esa reflexión dedico esta columna, en primera porque me parece una vergüenza y amenaza pública que en las listas de candidatos se encuentren agresores sexuales, entre ellos a la capital del Estado, y sí, ante la incredulidad de muchas personas, la ley y la cultura aún son insuficientes, siguen siendo arropados por el poder y beneficiarios de la impunidad.

Mientras los procesos siguen su curso, considero medular fortalecer el liderazgo de las mujeres políticas, con una característica esencial: de mujeres con vocación política y profesionalismo, que inciden en la agenda pública y abren caminos con su liderazgo, y ahí me permito destacar a Erika Sánchez como candidata a la alcaldía de Culiacán, y expongo mis razones: En política la vocación se hace notar siempre, y a ella la ha convertido en una persona empática que se confunde con carisma, y quienes la conocemos de cerca, sabemos que la obliga a la formación constante, a ser escrupulosa con sus palabras y sus hechos, es esa coherencia la que la mantiene libre y fuerte.

Aspirar a gobernar Culiacán no es tarea fácil, pero lo es menos para quien gusta de escuchar y de recorrer colonias y calles, y que lo que hace lo realiza desde una perspectiva integradora y pacifista, esto es, de una profesional de tiempo completo, y hay que decirlo, también se necesita ser valiente. Mi coincidencia con Erika Sánchez supera cualquier afinidad para convertirse en el reconocimiento a su perfil político y a la necesidad de una visión de un Culiacán que merece estar en otro nivel: en otro nivel de seguridad, de desarrollo, de igualdad y de oportunidades, de cambiar los estigmas y que cuando se hable de Culiacán en México y en el mundo, lo hagamos desde la riqueza de su tierra y nobleza de su gente.

Leí por ahí: este 2 de junio fíjese bien dónde pone la cruz, porque después hay que cargarla…cuanta razón…