/ lunes 6 de noviembre de 2023

Microscopio social | Crecimiento económico e inseguridad pública

Una condición sine qua non para el crecimiento económico y el buen desarrollo del ambiente de negocios, es la seguridad pública, el respecto al estado de derecho y la confianza en la impartición de justicia. En todo México tenemos mucho por hacer en este terreno. Necesitamos urgentemente mejorar las condiciones básicas indispensables para ser un polo de desarrollo económico atractivo para la inversión, a la altura de lo que está requiriendo el fenómeno de relocalización empresarial conocido como nearshoring.

Pero a pesar de las muchas insuficiencias en infraestructura y las condiciones de inseguridad que padecemos, la ubicación geográfica de nuestro país y sus riquezas naturales nos han permitido sortear las diferentes situaciones de crisis a través del tiempo. El presente año se prefiguraba como uno de bajo crecimiento, arrastrados por la situación internacional y la supuesta recesión que tendría EU.

Esto ya no fue así. Estados Unidos mantiene un ritmo de crecimiento sostenido con muy buenas cifras de empleo. Y de nuestra parte la mayoría de los analistas auguran que cerraremos el 2023 con un crecimiento del PIB superior al 3 por ciento anual.

Al respecto el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) acaba de publicar la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) para el tercer trimestre del año, y la cifra es un crecimiento de “3.3% en términos reales. Por actividad económica, las variaciones fueron: las actividades primarias incrementaron 5.3%, las secundarias 4.5 y las terciarias 2.5 por ciento”.

Un pronóstico muy acorde con los números que acaba de publicar Banco de México en su Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, que pública el día primero de cada mes. Son 38 especialistas, entre casas de bolsa, bancos y consultoras financieras, que en promedio consideran que el PIB de México en el 2023 crecerá un 3.29 por ciento.

Si bien los factores externas como el nearshoring, las remesas y las exportaciones a EU nos están ayudando para el crecimiento de este año, está quedando mucho a deber la falta de dinamismo de los motores internos de la economía. Los grandes proyectos del gobierno federal no han contribuido en nada y sólo han representado altos desembolsos de presupuesto con nula capacidad de retorno.

La promesa del crecimiento promedio de cuatro por ciento, con cierre de sexenio en el 2024 del seis por ciento, será uno de los grandes fiascos del actual gobierno. De acuerdo a los economistas antes citados, consultados por Banxico, este sexenio cerrará con crecimiento promedio anual de 0.8 por ciento, lejos del 2.2 de los últimos cuatro presidentes y sólo compitiendo con Miguel de Madrid, famoso por su gobierno de crecimiento cero.

A la par del exiguo crecimiento económico, el problema de inseguridad pública no ha menguado y la cifra de homicidios dolosos no deja de incrementarse, al grado incluso de hacernos insensibles y dejar de asombrarnos tanta muerte. La semana pasada el INEGI dio a conocer la Estadística de Defunciones Registradas en el 2022 y lamentablemente el homicidio sigue siendo una de las principales causas de muerte de los mexicanos.

En los primeros cuatro años de este gobierno, se han cometido 142,421 homicidios dolosos, en promedio 35,605 cada año. A ese ritmo terminará el sexenio con 213,631 muertos por este tipo penal. La política de “abrazos no balazos” ha consolidado esa inercia y es obligado dar un golpe de timón para revertir este fracaso histórico.

Por cierto, así como el INEGI reporta en su Estadística de Defunciones 2022 que hubo 33,287 homicidios, también debemos reflexionar sobre las dos principales causas de mortandad: las enfermedades del corazón (200,023 fallecidos) y la diabetes mellitus (115,025), dos verdaderos retos en materia de salud pública. Ya no fuimos como Dinamarca en este sexenio, pero podemos trabajar en serio para aprovechar lo que se ha hecho bien en el pasado y evolucionar a un modelo de sanidad pública con amplia cobertura y servicios de calidad.

México enfrenta muchos desafíos y con el inicio del proceso electoral debemos poner atención al diagnóstico y las propuestas que habrán de presentarse a los votantes. Es impostergable corregir el rumbo en seguridad pues es uno de los factores que incide en el crecimiento económico y en la generación de empleo. Junto a educación y salud, que son la base del desarrollo social, son los pilares sobre los que debemos discutir y hacer buena política, la que busca mejorar el estado de cosas, la economía de la gente y la situación de la polis en general.

Excelente inicio de semana.

06/Nov/2023.

Una condición sine qua non para el crecimiento económico y el buen desarrollo del ambiente de negocios, es la seguridad pública, el respecto al estado de derecho y la confianza en la impartición de justicia. En todo México tenemos mucho por hacer en este terreno. Necesitamos urgentemente mejorar las condiciones básicas indispensables para ser un polo de desarrollo económico atractivo para la inversión, a la altura de lo que está requiriendo el fenómeno de relocalización empresarial conocido como nearshoring.

Pero a pesar de las muchas insuficiencias en infraestructura y las condiciones de inseguridad que padecemos, la ubicación geográfica de nuestro país y sus riquezas naturales nos han permitido sortear las diferentes situaciones de crisis a través del tiempo. El presente año se prefiguraba como uno de bajo crecimiento, arrastrados por la situación internacional y la supuesta recesión que tendría EU.

Esto ya no fue así. Estados Unidos mantiene un ritmo de crecimiento sostenido con muy buenas cifras de empleo. Y de nuestra parte la mayoría de los analistas auguran que cerraremos el 2023 con un crecimiento del PIB superior al 3 por ciento anual.

Al respecto el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) acaba de publicar la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) para el tercer trimestre del año, y la cifra es un crecimiento de “3.3% en términos reales. Por actividad económica, las variaciones fueron: las actividades primarias incrementaron 5.3%, las secundarias 4.5 y las terciarias 2.5 por ciento”.

Un pronóstico muy acorde con los números que acaba de publicar Banco de México en su Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, que pública el día primero de cada mes. Son 38 especialistas, entre casas de bolsa, bancos y consultoras financieras, que en promedio consideran que el PIB de México en el 2023 crecerá un 3.29 por ciento.

Si bien los factores externas como el nearshoring, las remesas y las exportaciones a EU nos están ayudando para el crecimiento de este año, está quedando mucho a deber la falta de dinamismo de los motores internos de la economía. Los grandes proyectos del gobierno federal no han contribuido en nada y sólo han representado altos desembolsos de presupuesto con nula capacidad de retorno.

La promesa del crecimiento promedio de cuatro por ciento, con cierre de sexenio en el 2024 del seis por ciento, será uno de los grandes fiascos del actual gobierno. De acuerdo a los economistas antes citados, consultados por Banxico, este sexenio cerrará con crecimiento promedio anual de 0.8 por ciento, lejos del 2.2 de los últimos cuatro presidentes y sólo compitiendo con Miguel de Madrid, famoso por su gobierno de crecimiento cero.

A la par del exiguo crecimiento económico, el problema de inseguridad pública no ha menguado y la cifra de homicidios dolosos no deja de incrementarse, al grado incluso de hacernos insensibles y dejar de asombrarnos tanta muerte. La semana pasada el INEGI dio a conocer la Estadística de Defunciones Registradas en el 2022 y lamentablemente el homicidio sigue siendo una de las principales causas de muerte de los mexicanos.

En los primeros cuatro años de este gobierno, se han cometido 142,421 homicidios dolosos, en promedio 35,605 cada año. A ese ritmo terminará el sexenio con 213,631 muertos por este tipo penal. La política de “abrazos no balazos” ha consolidado esa inercia y es obligado dar un golpe de timón para revertir este fracaso histórico.

Por cierto, así como el INEGI reporta en su Estadística de Defunciones 2022 que hubo 33,287 homicidios, también debemos reflexionar sobre las dos principales causas de mortandad: las enfermedades del corazón (200,023 fallecidos) y la diabetes mellitus (115,025), dos verdaderos retos en materia de salud pública. Ya no fuimos como Dinamarca en este sexenio, pero podemos trabajar en serio para aprovechar lo que se ha hecho bien en el pasado y evolucionar a un modelo de sanidad pública con amplia cobertura y servicios de calidad.

México enfrenta muchos desafíos y con el inicio del proceso electoral debemos poner atención al diagnóstico y las propuestas que habrán de presentarse a los votantes. Es impostergable corregir el rumbo en seguridad pues es uno de los factores que incide en el crecimiento económico y en la generación de empleo. Junto a educación y salud, que son la base del desarrollo social, son los pilares sobre los que debemos discutir y hacer buena política, la que busca mejorar el estado de cosas, la economía de la gente y la situación de la polis en general.

Excelente inicio de semana.

06/Nov/2023.