/ lunes 27 de mayo de 2024

Microscopio Social | El momentum político es de Xóchitl

En el tramo final de una campaña política se confirma el adagio de que es mucho más importante el cómo se llega a cómo se empieza. En este sentido Xóchitl Gálvez llega a la última semana con lo que los especialistas llaman momentum a favor. Un envión final alimentado por la suma de electores indecisos y apartidistas que deciden apoyar una candidatura en función del proyecto político, la trayectoria y el carisma de la candidata. Este fenómeno se vio de manera contundente con la marea rosa que el 19 de mayo saturó el zócalo capitalino y más de cien ciudades en México y el extranjero. Sólo Xóchitl ha logrado entusiasmar a los ciudadanos sin partido, segmento definitorio que ha cambiado de bando y hoy está a favor de un cambio que le otorgue rumbo al país y saque a México del desastre ocasionado por la 4T. Morena tuvo su oportunidad y no gobernó para todos, sino en contra de la mitad de los mexicanos.

Es legión la cantidad de mexicanos arrepentidos de haber votado por Morena en 2018 y en el 2021. Existe una gran decepción tanto por su incompetencia que sólo profundizó los problemas históricos del país como por el ejercicio autoritario del poder que calificó de enemigos a todos los mexicanos que osaron pensar diferente y criticar los elefantes blancos del sexenio.

A lo largo de la historia moderna de México, desde el primer gobierno sexenal de 1928 a 1934, es práctica común hacer un balance general de cada gobierno, y este es uno de los peores de la historia. Por lo menos en crecimiento económico per cápita, es el segundo peor desde 1934, muy cercano a cero, sólo superando al expresidente Miguel de Madrid que tuvo un crecimiento nulo por la etapa de ajuste que le tocó vivir debido a los excesos cometidos por la docena populista del Luis Echeverría y José López Portillo.

Van algunos ejemplos y datos duros que ya son parte de la historia y del fracaso de López Obrador.

El crecimiento promedio anual del PIB con AMLO es 0.78%, con Enrique Peña Nieto fue 2.4% y con Felipe Calderón Hinojosa 1.75%.

En la creación de empleos formales, el balance con AMLO es de 2 millones; con Peña Nieto se crearon 4.2 millones (récord) y con Felipe Calderón el saldo a favor fue de 2.3 millones. Nuestro país desde hace tiempo lo que necesita es crear un millón de empleos formales al año para poder darle oportunidades de ocupación a los jóvenes que se van incorporando al mercado laboral. Se venía avanzando . . . pero llegó la 4T a empeorarlo todo. Esto explica la persistente migración de los mexicanos hacia los Estados Unidos y en menor medida a Canadá, buscando las oportunidades que no encuentran en México. Por cierto, José Martí tiene una frase muy sabía y célebre al respecto: “cuando un pueblo emigra, el gobierno sobra”.

La población en extrema pobreza también creció con López Obrador. Con Felipe había 11.5 millones de mexicano en esa condición. Con Felipe Calderón bajó a 8.7 millones y con AMLO subió a 9.1 millones de mexicanos, una situación inaceptable pues debe ser la prioridad de cualquier gobierno abatir la miseria, para lo que se requieren programas sociales estratégicamente focalizados y no clientelares morenistas de tipo electoral.

Lo mismo ha pasado con las personas sin acceso a los servicios de salud. Con Felipe Calderón 25.3 mexicanos carecían de esta garantía. Luego con Peña Nieto se logró disminuir a 20.1 millones, pero con AMLO vino la tragedia, sobre todo al destruir el Seguro Popular para reemplazarlo por el INSABE que desaparecieron por vergüenza e ineficacia, ocasionando que el número de mexicanos sin garantía a la salud subiera a los 50.4 millones de personas.

Y el tema más lamentable sin duda es el gran fracaso de la inseguridad pública, particularmente lo referido a los homicidios dolosos. En el sexenio de Felipe Calderón se registraron 121,655 asesinatos; con Peña Nieto llegó a 156,437 y con López Obrador al día de hoy estamos cerca de llegar a los 190 mil, y según los especialistas cerrará el sexenio en 200 mil homicidios dolosos. Una tragedia al cobijo de una ocurrencia institucionalizada que le llamaron “abrazos no balazos”.

A esto último habría que sumarle todavía la inercia en materia de desaparecidos: 17,158 con Calderón; subiendo con Peña Nieto a 33,796 y alcanzando durante la 4T los 51,016 mexicanos al día de hoy. Días antes de su toma de protesta, el presidente electo López Obrador reconoció en entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva que sin seguridad pública no habría Cuarta Transformación. Y como dicen los abogados, a confesión de parte relevo de pruebas.

El fracaso de este gobierno explica en gran parte el momentum de Xóchitl rumbo a la Presidencia. Otro factor real es que representa la única alternativa de cambio, y los indecisos poco a poco la han reconocido como la candidata que mejor representa el México de superación y resultados que queremos para nuestros hijos. El próximo dos de junio la disyuntiva es muy clara: la opción de más de lo mismo con la 4T y su enorme fracaso, o tener como presidenta a Xóchitl Gálvez con una hoja de vida admirable que nos devuelve la esperanza en un México con rumbo, resultados y aprovechando el enorme potencial de desarrollo de nuestro país. #XóchitlPresidenta2024




Excelente inicio de semana.


27/May/2024.

En el tramo final de una campaña política se confirma el adagio de que es mucho más importante el cómo se llega a cómo se empieza. En este sentido Xóchitl Gálvez llega a la última semana con lo que los especialistas llaman momentum a favor. Un envión final alimentado por la suma de electores indecisos y apartidistas que deciden apoyar una candidatura en función del proyecto político, la trayectoria y el carisma de la candidata. Este fenómeno se vio de manera contundente con la marea rosa que el 19 de mayo saturó el zócalo capitalino y más de cien ciudades en México y el extranjero. Sólo Xóchitl ha logrado entusiasmar a los ciudadanos sin partido, segmento definitorio que ha cambiado de bando y hoy está a favor de un cambio que le otorgue rumbo al país y saque a México del desastre ocasionado por la 4T. Morena tuvo su oportunidad y no gobernó para todos, sino en contra de la mitad de los mexicanos.

Es legión la cantidad de mexicanos arrepentidos de haber votado por Morena en 2018 y en el 2021. Existe una gran decepción tanto por su incompetencia que sólo profundizó los problemas históricos del país como por el ejercicio autoritario del poder que calificó de enemigos a todos los mexicanos que osaron pensar diferente y criticar los elefantes blancos del sexenio.

A lo largo de la historia moderna de México, desde el primer gobierno sexenal de 1928 a 1934, es práctica común hacer un balance general de cada gobierno, y este es uno de los peores de la historia. Por lo menos en crecimiento económico per cápita, es el segundo peor desde 1934, muy cercano a cero, sólo superando al expresidente Miguel de Madrid que tuvo un crecimiento nulo por la etapa de ajuste que le tocó vivir debido a los excesos cometidos por la docena populista del Luis Echeverría y José López Portillo.

Van algunos ejemplos y datos duros que ya son parte de la historia y del fracaso de López Obrador.

El crecimiento promedio anual del PIB con AMLO es 0.78%, con Enrique Peña Nieto fue 2.4% y con Felipe Calderón Hinojosa 1.75%.

En la creación de empleos formales, el balance con AMLO es de 2 millones; con Peña Nieto se crearon 4.2 millones (récord) y con Felipe Calderón el saldo a favor fue de 2.3 millones. Nuestro país desde hace tiempo lo que necesita es crear un millón de empleos formales al año para poder darle oportunidades de ocupación a los jóvenes que se van incorporando al mercado laboral. Se venía avanzando . . . pero llegó la 4T a empeorarlo todo. Esto explica la persistente migración de los mexicanos hacia los Estados Unidos y en menor medida a Canadá, buscando las oportunidades que no encuentran en México. Por cierto, José Martí tiene una frase muy sabía y célebre al respecto: “cuando un pueblo emigra, el gobierno sobra”.

La población en extrema pobreza también creció con López Obrador. Con Felipe había 11.5 millones de mexicano en esa condición. Con Felipe Calderón bajó a 8.7 millones y con AMLO subió a 9.1 millones de mexicanos, una situación inaceptable pues debe ser la prioridad de cualquier gobierno abatir la miseria, para lo que se requieren programas sociales estratégicamente focalizados y no clientelares morenistas de tipo electoral.

Lo mismo ha pasado con las personas sin acceso a los servicios de salud. Con Felipe Calderón 25.3 mexicanos carecían de esta garantía. Luego con Peña Nieto se logró disminuir a 20.1 millones, pero con AMLO vino la tragedia, sobre todo al destruir el Seguro Popular para reemplazarlo por el INSABE que desaparecieron por vergüenza e ineficacia, ocasionando que el número de mexicanos sin garantía a la salud subiera a los 50.4 millones de personas.

Y el tema más lamentable sin duda es el gran fracaso de la inseguridad pública, particularmente lo referido a los homicidios dolosos. En el sexenio de Felipe Calderón se registraron 121,655 asesinatos; con Peña Nieto llegó a 156,437 y con López Obrador al día de hoy estamos cerca de llegar a los 190 mil, y según los especialistas cerrará el sexenio en 200 mil homicidios dolosos. Una tragedia al cobijo de una ocurrencia institucionalizada que le llamaron “abrazos no balazos”.

A esto último habría que sumarle todavía la inercia en materia de desaparecidos: 17,158 con Calderón; subiendo con Peña Nieto a 33,796 y alcanzando durante la 4T los 51,016 mexicanos al día de hoy. Días antes de su toma de protesta, el presidente electo López Obrador reconoció en entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva que sin seguridad pública no habría Cuarta Transformación. Y como dicen los abogados, a confesión de parte relevo de pruebas.

El fracaso de este gobierno explica en gran parte el momentum de Xóchitl rumbo a la Presidencia. Otro factor real es que representa la única alternativa de cambio, y los indecisos poco a poco la han reconocido como la candidata que mejor representa el México de superación y resultados que queremos para nuestros hijos. El próximo dos de junio la disyuntiva es muy clara: la opción de más de lo mismo con la 4T y su enorme fracaso, o tener como presidenta a Xóchitl Gálvez con una hoja de vida admirable que nos devuelve la esperanza en un México con rumbo, resultados y aprovechando el enorme potencial de desarrollo de nuestro país. #XóchitlPresidenta2024




Excelente inicio de semana.


27/May/2024.