/ jueves 16 de septiembre de 2021

Lo que verdaderamente importa para el gobierno

El crecimiento económico es la evolución positiva de los estándares de vida de un país y de sus habitantes, que se miden de acuerdo a la capacidad de la economía para producir bienes y servicios, lo mismo que el aumento de la renta dentro de un periodo de tiempo concreto.

El Banco de México –siguiendo los fundamentos de la teoría económica- señala como factores que fortalecen el crecimiento económico, a la estabilidad económica e institucional, al permitir un ambiente atractivo y seguro para la inversión y la apertura de nuevas empresas. Al capital físico, maquinaria, herramientas, infraestructura y demás elementos que permiten a un trabajador producir más que si utilizara sus propias manos; y al capital humano, que se refiere a las personas que trabajan y sus habilidades y conocimientos para hacerlo. También es importante aumentar la productividad de los mismos, es decir, producir más con menos recursos. Ello puede lograrse mediante una mejora en la educación-capacitación y en las condiciones de salud de la población –es decir, aumentar el capital humano- ya que la gente mejor capacitada y más sana produce más. También es importante para el crecimiento el progreso tecnológico, que se da cuando el ingenio humano inventa una máquina que utiliza la misma, o menor, cantidad de recursos para generar mayor producción, entonces aumenta la productividad optimizando el capital físico.

Por todo ello, la confianza en nuestro país, en su estabilidad institucional, en la seguridad y certeza jurídicas con que institucionalmente se haga respetar el estado de derecho, los contratos y la propiedad privada es el mejor indicador para que la inversión nacional y extranjera, pública y privada fluyan y con ella se generen empleos bien pagados, pujante actividad económica, infraestructura y bienestar. Sin ella, lógicamente se afecta negativamente al crecimiento.

El gobierno de cada país es el que tiene como función prioritaria y también como un deber jurídico, encargarse de crear las condiciones para que este entorno sea propicio para alentar y potenciar la actividad económica. Por esto es preocupante conocer cuáles son las prioridades de López Obrador, que pueden verse en el Proyecto de Presupuesto para 2022. Los niveles de gasto en ciencia, tecnología e innovación, protección del medio ambiente, seguridad pública y justicia son los más bajos de casi una década. Los 79 programas prioritarios del gobierno, entre los que se encuentran programas sociales emblema como la pensión para adultos mayores y las becas para el bienestar, así como los irracionales e improductivos proyectos del Tren Maya, la Refinería Dos Bocas, Pemex y la Guardia Nacional y el aeropuerto de Santa Lucía, requerirían en 2022 un presupuesto total de un billón de pesos. Según Fortune (septiembre de 2021), Pemex es la empresa del mundo que más perdió en 2020: 23,683.3 millones de dólares. También fue la más perdedora en 2019 y, sin embargo, será la a la que más se le inyectará-derrochará apoyo financiero. Y ni hablar del trágico tema de la salud pública, con la terrible gestión que se hace con la pandemia, la deficiente atención, la falta de vacunas de todo tipo y en donde ahora mismo la población en México cubre por cuenta propia 42% de su gasto en salud (Índice de Competitividad Internacional 2021 del IMCO).

Malas noticias para el desarrollo económico y el consumo privado, que van a la baja. Según el INEGI, el índice de la Inversión Fija Bruta (que representa los gastos realizados en maquinaria y equipo de origen nacional e importado, así como los de construcción) se situó en junio de este año 18% por abajo de su pico en julio 2018. Encima, contrario a lo que López Obrador prometió, habrá

más endeudamiento: para 2022 será de 885 mil millones de pesos. Para 2022 el pago de intereses de la deuda (costo financiero) será el más alto de la historia. Más de 791 mil millones de pesos. Esta disminución es preocupante porque implica menos gastos, menos trabajos, menos preparación de lo que se necesite para crecer, es importante para el crecimiento a largo plazo y para la generación de empleos. El nivel de la inversión de junio de este año es comparable a lo que tuvimos en 2007. Hoy estamos 15 puntos debajo del nivel que tenía la inversión antes de la cancelación del que sería el nuevo aeropuerto en Texcoco.

De acuerdo al Índice de Competitividad Internacional 2021 (ICI) elaborado por el IMCO, México descendió dos posiciones en el ranking; ocupa el lugar 37 (de 43), y está dentro del grupo de competitividad baja, retrocedió 10 lugares a causa de la caída en Inversión Extranjera Directa Neta (puesto 40) y peor desempeño en el índice de libertad comercial: esto quiere decir que México es menos atractivo para atraer y retener talento e inversión que países como Perú, Colombia, Panamá y Costa Rica. En innovación, retrocedió un lugar (posición 30) debido a un menor coeficiente de invención y baja en las exportaciones de alta tecnología. En medio ambiente, retrocedió un lugar (36) debido a un menor porcentaje de electricidad producida por fuentes de energía no contaminantes, mayor vulnerabilidad climática y mayor uso de pesticidas, y en cuanto al sistema político, retrocedió dos lugares (posición 35) como consecuencia de un mal desempeño en el Índice de Estabilidad Política y ausencia de violencia.

No se advierte que las políticas públicas del gobierno estén dirigidas a una mejora del mismo o a corregir el rumbo. De hecho, de acuerdo al ICI, México empeoró tanto en el índice de Estado de Derecho (posición 40) como en el de efectividad del gobierno (posición 40 también). Conviene, pues, fijarse en ese pequeño detalle: las prioridades de gasto del gobierno y en lo que le importa invertir el capital que viene de los impuestos de todos.


El crecimiento económico es la evolución positiva de los estándares de vida de un país y de sus habitantes, que se miden de acuerdo a la capacidad de la economía para producir bienes y servicios, lo mismo que el aumento de la renta dentro de un periodo de tiempo concreto.

El Banco de México –siguiendo los fundamentos de la teoría económica- señala como factores que fortalecen el crecimiento económico, a la estabilidad económica e institucional, al permitir un ambiente atractivo y seguro para la inversión y la apertura de nuevas empresas. Al capital físico, maquinaria, herramientas, infraestructura y demás elementos que permiten a un trabajador producir más que si utilizara sus propias manos; y al capital humano, que se refiere a las personas que trabajan y sus habilidades y conocimientos para hacerlo. También es importante aumentar la productividad de los mismos, es decir, producir más con menos recursos. Ello puede lograrse mediante una mejora en la educación-capacitación y en las condiciones de salud de la población –es decir, aumentar el capital humano- ya que la gente mejor capacitada y más sana produce más. También es importante para el crecimiento el progreso tecnológico, que se da cuando el ingenio humano inventa una máquina que utiliza la misma, o menor, cantidad de recursos para generar mayor producción, entonces aumenta la productividad optimizando el capital físico.

Por todo ello, la confianza en nuestro país, en su estabilidad institucional, en la seguridad y certeza jurídicas con que institucionalmente se haga respetar el estado de derecho, los contratos y la propiedad privada es el mejor indicador para que la inversión nacional y extranjera, pública y privada fluyan y con ella se generen empleos bien pagados, pujante actividad económica, infraestructura y bienestar. Sin ella, lógicamente se afecta negativamente al crecimiento.

El gobierno de cada país es el que tiene como función prioritaria y también como un deber jurídico, encargarse de crear las condiciones para que este entorno sea propicio para alentar y potenciar la actividad económica. Por esto es preocupante conocer cuáles son las prioridades de López Obrador, que pueden verse en el Proyecto de Presupuesto para 2022. Los niveles de gasto en ciencia, tecnología e innovación, protección del medio ambiente, seguridad pública y justicia son los más bajos de casi una década. Los 79 programas prioritarios del gobierno, entre los que se encuentran programas sociales emblema como la pensión para adultos mayores y las becas para el bienestar, así como los irracionales e improductivos proyectos del Tren Maya, la Refinería Dos Bocas, Pemex y la Guardia Nacional y el aeropuerto de Santa Lucía, requerirían en 2022 un presupuesto total de un billón de pesos. Según Fortune (septiembre de 2021), Pemex es la empresa del mundo que más perdió en 2020: 23,683.3 millones de dólares. También fue la más perdedora en 2019 y, sin embargo, será la a la que más se le inyectará-derrochará apoyo financiero. Y ni hablar del trágico tema de la salud pública, con la terrible gestión que se hace con la pandemia, la deficiente atención, la falta de vacunas de todo tipo y en donde ahora mismo la población en México cubre por cuenta propia 42% de su gasto en salud (Índice de Competitividad Internacional 2021 del IMCO).

Malas noticias para el desarrollo económico y el consumo privado, que van a la baja. Según el INEGI, el índice de la Inversión Fija Bruta (que representa los gastos realizados en maquinaria y equipo de origen nacional e importado, así como los de construcción) se situó en junio de este año 18% por abajo de su pico en julio 2018. Encima, contrario a lo que López Obrador prometió, habrá

más endeudamiento: para 2022 será de 885 mil millones de pesos. Para 2022 el pago de intereses de la deuda (costo financiero) será el más alto de la historia. Más de 791 mil millones de pesos. Esta disminución es preocupante porque implica menos gastos, menos trabajos, menos preparación de lo que se necesite para crecer, es importante para el crecimiento a largo plazo y para la generación de empleos. El nivel de la inversión de junio de este año es comparable a lo que tuvimos en 2007. Hoy estamos 15 puntos debajo del nivel que tenía la inversión antes de la cancelación del que sería el nuevo aeropuerto en Texcoco.

De acuerdo al Índice de Competitividad Internacional 2021 (ICI) elaborado por el IMCO, México descendió dos posiciones en el ranking; ocupa el lugar 37 (de 43), y está dentro del grupo de competitividad baja, retrocedió 10 lugares a causa de la caída en Inversión Extranjera Directa Neta (puesto 40) y peor desempeño en el índice de libertad comercial: esto quiere decir que México es menos atractivo para atraer y retener talento e inversión que países como Perú, Colombia, Panamá y Costa Rica. En innovación, retrocedió un lugar (posición 30) debido a un menor coeficiente de invención y baja en las exportaciones de alta tecnología. En medio ambiente, retrocedió un lugar (36) debido a un menor porcentaje de electricidad producida por fuentes de energía no contaminantes, mayor vulnerabilidad climática y mayor uso de pesticidas, y en cuanto al sistema político, retrocedió dos lugares (posición 35) como consecuencia de un mal desempeño en el Índice de Estabilidad Política y ausencia de violencia.

No se advierte que las políticas públicas del gobierno estén dirigidas a una mejora del mismo o a corregir el rumbo. De hecho, de acuerdo al ICI, México empeoró tanto en el índice de Estado de Derecho (posición 40) como en el de efectividad del gobierno (posición 40 también). Conviene, pues, fijarse en ese pequeño detalle: las prioridades de gasto del gobierno y en lo que le importa invertir el capital que viene de los impuestos de todos.