/ miércoles 4 de diciembre de 2019

El mundo al revés

Luego de investigar, resulta que es la segunda ocasión desde la creación de los torneos cortos que los cuatro primeros lugares de la tabla del rol regular, son eliminados en la ronda de cuartos de final, es decir a las primeras de cambio, de la liguilla. Esta situación hizo tronar a los apostadores, porque si bien se veían dos series más o menos parejas la de Tigres-América y Santos-Monterrey, aun cuando en este caso se trataba del primero y el octavo.

La liguilla hasta ahora ha sido simplemente espectacular, aun con la actitud de los Tigres de Ricardo Ferreti, quien teniendo tremendo potencial ofensivo, teniendo la manera de haber hecho mucho más en el primer partido y aun en el segundo, en el pecado llevó la penitencia. Nadie, Ni los propios americanistas imaginaron tomar ventaja de un 3-0 en tan poco tiempo, tal vez lo estimaban en muchos más minutos, el equipo simplemente aprovecho la actitud de los Tigres, anotó tres goles a balón parado, algo inconcebible en una defensa como la de Tigres. Desde luego que fue clave la lesión de Ayala, pues quien lo sustituyó, Salcedo, tuvo otra desafortunada actuación, fue directamente culpable de dos de los cuatro goles de las águilas. Por algo Ferreti lo sacó hace rato de la alineación titular.

Pero más allá de todo eso, América no tiene la culpa de los errores del rival, pero si tiene la culpa de haberlos provocado en razón de su entrega, garra y espíritu de lucha. Y que conste, me declaro nuevamente totalmente antiamericanista, pero no podemos ni debemos de y tratar de ponernos justo en medio, de otra forma quedaríamos muy mal parado ante la evidencia mostrada por los hijos de Televisa. La situación de Tigres, es clara: muchos de sus jugadores ya miran al retiro, están pasados de maduros, por lo que creemos que se darán no pocos movimientos para el próximo torneo.

En cuanto a lo del Monterrey, estamos de acuerdo en lo que se mencionó “el gigante dormido”. Justo calificativo, porque los regios, tienen sin duda alguna la mejor plantilla del fútbol mexicano, pero por uno u otro motivo, efectivamente estaban “dormidos”. Luego de lo visto en esta ronda, vemos con muchas posibilidades una final entre América y Monterrey. Nos parece que los regios serán ahora los más favoritos, mientras que el América, con sus individualidades y las características señaladas arriba, es probable que tengan más problemas ante un Morelia, que como equipo, juego de conjunto pues, ya demostró que le puede hacer la vida pesada a cualquiera.

Este equipo, así como Necaxa, cuentan con planteles en el papel, más que modestos. Si volteamos a sus bancas, nada que ver con lo que tienen Monterrey y América. En ese punto puede estar la diferencia. Ahora bien, lo negativo de un posible triunfo del Monterrey, es que la gran final tendría que esperar, porque los regios van al mundial de clubes, de tal manera que un juego sería en vísperas de navidad y el otro poquito antes de terminar el año. El que lo espera tendrá que planificar bien parar de esa forma tan abrupta para no salir de ritmo.

Nos vemos mañana


Luego de investigar, resulta que es la segunda ocasión desde la creación de los torneos cortos que los cuatro primeros lugares de la tabla del rol regular, son eliminados en la ronda de cuartos de final, es decir a las primeras de cambio, de la liguilla. Esta situación hizo tronar a los apostadores, porque si bien se veían dos series más o menos parejas la de Tigres-América y Santos-Monterrey, aun cuando en este caso se trataba del primero y el octavo.

La liguilla hasta ahora ha sido simplemente espectacular, aun con la actitud de los Tigres de Ricardo Ferreti, quien teniendo tremendo potencial ofensivo, teniendo la manera de haber hecho mucho más en el primer partido y aun en el segundo, en el pecado llevó la penitencia. Nadie, Ni los propios americanistas imaginaron tomar ventaja de un 3-0 en tan poco tiempo, tal vez lo estimaban en muchos más minutos, el equipo simplemente aprovecho la actitud de los Tigres, anotó tres goles a balón parado, algo inconcebible en una defensa como la de Tigres. Desde luego que fue clave la lesión de Ayala, pues quien lo sustituyó, Salcedo, tuvo otra desafortunada actuación, fue directamente culpable de dos de los cuatro goles de las águilas. Por algo Ferreti lo sacó hace rato de la alineación titular.

Pero más allá de todo eso, América no tiene la culpa de los errores del rival, pero si tiene la culpa de haberlos provocado en razón de su entrega, garra y espíritu de lucha. Y que conste, me declaro nuevamente totalmente antiamericanista, pero no podemos ni debemos de y tratar de ponernos justo en medio, de otra forma quedaríamos muy mal parado ante la evidencia mostrada por los hijos de Televisa. La situación de Tigres, es clara: muchos de sus jugadores ya miran al retiro, están pasados de maduros, por lo que creemos que se darán no pocos movimientos para el próximo torneo.

En cuanto a lo del Monterrey, estamos de acuerdo en lo que se mencionó “el gigante dormido”. Justo calificativo, porque los regios, tienen sin duda alguna la mejor plantilla del fútbol mexicano, pero por uno u otro motivo, efectivamente estaban “dormidos”. Luego de lo visto en esta ronda, vemos con muchas posibilidades una final entre América y Monterrey. Nos parece que los regios serán ahora los más favoritos, mientras que el América, con sus individualidades y las características señaladas arriba, es probable que tengan más problemas ante un Morelia, que como equipo, juego de conjunto pues, ya demostró que le puede hacer la vida pesada a cualquiera.

Este equipo, así como Necaxa, cuentan con planteles en el papel, más que modestos. Si volteamos a sus bancas, nada que ver con lo que tienen Monterrey y América. En ese punto puede estar la diferencia. Ahora bien, lo negativo de un posible triunfo del Monterrey, es que la gran final tendría que esperar, porque los regios van al mundial de clubes, de tal manera que un juego sería en vísperas de navidad y el otro poquito antes de terminar el año. El que lo espera tendrá que planificar bien parar de esa forma tan abrupta para no salir de ritmo.

Nos vemos mañana