Ayer me asomé a mi celular para ver el calendario, vía la fecha y desde luego me di cuenta de que, estamos aún muy lejos del llamado “Día de los Inocentes”. Luego mentalmente dije “es una broma”, pero en la medida que llegó la noticia a través de las redes sociales y confirmado hoy por todos los medios de información, efectivamente: no es una broma. La mascota que trabajaba disfrazado de chango con los Tomateros, en invierno y con Tijuana, en verano, desde hace muchos años, recibirá la estafeta del Instituto Sinaloense del Deporte.
Busqué hasta debajo de las piedras algún antecedente que justificara tan aberrante nombramiento y como resultado obtuve que se graduó como técnico dental. A eso se resume su historial académico, por lo demás, se declara amante del fisicoculturismo y gracias a su personaje, catalogado por algunos como con actitudes irreverentes, nada tiene que ver ni con el deporte, ni con la administración pública o privada.
Y aún más: de acuerdo con el propio gobernador electo Rubén Rocha Moya, apenas si lo conoce, solo lo calificó como de “un chavo inteligente”, también comentó: “necesitamos ensayar cosas nuevas y este muchacho tiene madera para ello”. O lo que es lo mismo, se trata de un experimento en un tema toral como lo es dirigir el deporte sinaloense. En este sentido, estamos de acuerdo en que, forzosamente, no tiene que ser un ex deportista de élite, quien solo por ello pueda salir adelante con la tarea; se requiere de una persona como por ejemplo lo fue Urías, quien como todos en su juventud practicó un deporte, pero tenía no solo conocimientos sobre la administración pública, sino relaciones de alto nivel, como también en su momento los tuvo el doctor Juan Martínez o la profesora Rosario Valenzuela, todos ellos con experiencias previas en lides con cargos gubernamentales y con diferentes profesiones.
Las redes sociales están cargadísimas de memes sobre este asunto, también de entrevistas, cuyos resultados no arrojan mucho porque algunos de ellos es probable que no se animen a manifestar su desacuerdo por temor a que les quiten sus privilegios o actuales cargos en el propio instituto. La sobada frase de “hay que darle el beneficio de la duda”, no aplica, por lo anteriormente expuesto, las instituciones no tienen espacio para este tipo de experimentos y dejarlas en manos de quienes no tienen la más mínima preparación o como se dice, el perfil para determinada tarea o puesto.
De acuerdo con lo investigado, la única ocasión que tuvo Rocha Moya de tratar a este personaje fue en una entrevista que tiene en un canal de Youtube. Quedan pues en el aire muchas interrogantes sobre este nombramiento. El hoy ex chango, como lo comentamos no ha tenido tiempo para prepararse en terrenos como este, porque trabajaba como tal todo el año en las ligas arriba mencionadas y creó a raíz de su fama el mentado canal para sacarle juego, situación en la que está en todo su derecho.
Después de todo lo anterior, habrá la necesidad de que lo acompañe un equipo de trabajo que conozca muy bien del asunto. En pocas palabras que haga la talacha y de que le formule un plan de trabajo y propuestas para mejorar el entorno del deporte sinaloense que en la administración que terminará en unos días, realizó excelentes obras, pero, de acuerdo con el seguimiento que le he dado a las informaciones, también bajó la guardia en otros renglones.
Para terminar, no hemos leído una sola expresión a favor o en contra de colega alguno, salvo algunos memes, todos en son de burla. La palabra “reenviado” nos lleva a el anonimato, nada sano y ético. No es un delito expresar lo que pensamos, al menos que la idea esa “no estar mal con Dios, ni con el diablo”.
Nos vemos mañana
Antoniovelazquez13@hotmail.com
