/ jueves 20 de enero de 2022

Buena medida, pero…. Más de los campos de fútbol

Caray, dicen que no hay mal que por bien no venga, pero hay ocasiones en que cuando el mecate no se jala parejo, la gente se alebresta. Lo anterior, nada tiene ver con el futbol. Se trata de la cancelación o postergación del Maratón de Culiacán, ordenada por las más altas autoridades de la entidad, debido, como todos lo saben, al incremento de casos de Covid-19 en el estado. Casi cuatro mil atletas están inscritos para participar en las diversas distancias, no solo de toda la entidad sino del país y algunos extranjeros dedicados a “maratonear” para ganarse unos pesos.

Hasta ahí todo bien. Lo que la gente no comprende es el por qué las autoridades no midieron con la misma vara al beisbol profesional. Permitieron el ingreso del público bajo las reglas sanitarias dictadas por las autoridades, mismas que ni por asomo cumplió mucha gente. Lo más lógico era que el tercer juego se efectuara, pero sin público en las tribunas. Es lo que nos manifiestan amigos de los grupos de WhatsApp. Pues que cree usted: muchos corredores, en su mayoría de los que no aspiran a ganar parte de la bolsa en efectivo, anunciaron que llueva o truene, correrán el maratón por su cuenta.

¡Aguas! Autoridades. Si cumplen su promesa, habrá que enviar brigadas de tránsito y de auxilio en general a las calles de Culiacán para proteger a todas esas personas, quienes normalmente corren todos los días en diferentes puntos de la capital. Y falta lo mejor, de acuerdo con los cálculos de los especialistas, la pandemia no dará tregua por lo menos en dos o tres meses, es decir, ni por asomo la situación bajará en febrero. La pregunta es: ¿cancelarán también el carnaval de Mazatlán, que aglutina a muchas más personas que las que reúne el Maratón de Culiacán?

Está por verse.

Y Bueno, vámonos al futbol.

Resulta que, a raíz de nuestro comentario de ayer, nos llegó uno más relacionados con los campos de futbol, muchos de ellos, más allá de sus pésimas condiciones y otros en excelente estado como los de Sagarpa y el estadio de la UAS, así como los de Japac y de la APS (hablamos lo de uso público, porque existen instituciones que tiene campos propios, pero no abiertos al público). Solo que en todos ellos existe un denominador común: entre los jugadores y aficionados que asisten a ver los encuentros, los dejan en deplorable estado, por tanta basura regadas por todos lados.

Sabemos de la campaña que hace rato emprendieron las ligas, colegas de los medios, delegados de los equipos, pero tal parece que a mucha gente le entra por un oído y le sale por el otro, porque se continúa con la misma práctica, de dejar botes, botellas, platos, bolsas etc., cuando todos tenemos a la mano el remedio para dejarlos como los encontramos: limpios.

No es para nada pretexto eso de que no hay suficientes tambos para depositar la basura o de plano no hay, porque la gente que lleva comida y cerveza puede juntar su basura en las mismas bolsas en las que llevan todo. Simplemente se trata de Cultura. No hay más. Concientizar a toda esa gente que piensa que por pagar el acceso a un campo lleva implícito que otros limpien, cuando los ingresos se deben de aplicar especialmente al mantenimiento de las instalaciones.

La pregunta es ¿Qué hacer ante tal dilema? No hay de otra insistir por todos los medios a la mano para educar a la gente que continúa desatendiendo las recomendaciones. Repartir volantes en los campos, insistir los medios de comunicación en el tema, como sucede en el mentado grito llamado homofóbico que tanto ha desprestigiado al fútbol mexicano.

No vemos otro camino. Si alguien quiere aportar una idea, este espacio está abierto.

Nos vemos mañana

Antoniovelazquez13@hotmail.com

Caray, dicen que no hay mal que por bien no venga, pero hay ocasiones en que cuando el mecate no se jala parejo, la gente se alebresta. Lo anterior, nada tiene ver con el futbol. Se trata de la cancelación o postergación del Maratón de Culiacán, ordenada por las más altas autoridades de la entidad, debido, como todos lo saben, al incremento de casos de Covid-19 en el estado. Casi cuatro mil atletas están inscritos para participar en las diversas distancias, no solo de toda la entidad sino del país y algunos extranjeros dedicados a “maratonear” para ganarse unos pesos.

Hasta ahí todo bien. Lo que la gente no comprende es el por qué las autoridades no midieron con la misma vara al beisbol profesional. Permitieron el ingreso del público bajo las reglas sanitarias dictadas por las autoridades, mismas que ni por asomo cumplió mucha gente. Lo más lógico era que el tercer juego se efectuara, pero sin público en las tribunas. Es lo que nos manifiestan amigos de los grupos de WhatsApp. Pues que cree usted: muchos corredores, en su mayoría de los que no aspiran a ganar parte de la bolsa en efectivo, anunciaron que llueva o truene, correrán el maratón por su cuenta.

¡Aguas! Autoridades. Si cumplen su promesa, habrá que enviar brigadas de tránsito y de auxilio en general a las calles de Culiacán para proteger a todas esas personas, quienes normalmente corren todos los días en diferentes puntos de la capital. Y falta lo mejor, de acuerdo con los cálculos de los especialistas, la pandemia no dará tregua por lo menos en dos o tres meses, es decir, ni por asomo la situación bajará en febrero. La pregunta es: ¿cancelarán también el carnaval de Mazatlán, que aglutina a muchas más personas que las que reúne el Maratón de Culiacán?

Está por verse.

Y Bueno, vámonos al futbol.

Resulta que, a raíz de nuestro comentario de ayer, nos llegó uno más relacionados con los campos de futbol, muchos de ellos, más allá de sus pésimas condiciones y otros en excelente estado como los de Sagarpa y el estadio de la UAS, así como los de Japac y de la APS (hablamos lo de uso público, porque existen instituciones que tiene campos propios, pero no abiertos al público). Solo que en todos ellos existe un denominador común: entre los jugadores y aficionados que asisten a ver los encuentros, los dejan en deplorable estado, por tanta basura regadas por todos lados.

Sabemos de la campaña que hace rato emprendieron las ligas, colegas de los medios, delegados de los equipos, pero tal parece que a mucha gente le entra por un oído y le sale por el otro, porque se continúa con la misma práctica, de dejar botes, botellas, platos, bolsas etc., cuando todos tenemos a la mano el remedio para dejarlos como los encontramos: limpios.

No es para nada pretexto eso de que no hay suficientes tambos para depositar la basura o de plano no hay, porque la gente que lleva comida y cerveza puede juntar su basura en las mismas bolsas en las que llevan todo. Simplemente se trata de Cultura. No hay más. Concientizar a toda esa gente que piensa que por pagar el acceso a un campo lleva implícito que otros limpien, cuando los ingresos se deben de aplicar especialmente al mantenimiento de las instalaciones.

La pregunta es ¿Qué hacer ante tal dilema? No hay de otra insistir por todos los medios a la mano para educar a la gente que continúa desatendiendo las recomendaciones. Repartir volantes en los campos, insistir los medios de comunicación en el tema, como sucede en el mentado grito llamado homofóbico que tanto ha desprestigiado al fútbol mexicano.

No vemos otro camino. Si alguien quiere aportar una idea, este espacio está abierto.

Nos vemos mañana

Antoniovelazquez13@hotmail.com