/ martes 28 de mayo de 2019

Al estilo Tuca

En general, el objetivo principal de la práctica de un deporte, es el de mantener un estado saludable que nos permita vivir físicamente de la mejor manera posible y gracias a ello soportar la carga de trabajo y otros temas relacionados con el resto de nuestras actividades, cuando alguien decide cambiar el objetivo principal de su desempeño como deportista profesional, indudablemente que para destacar debe mantener un estado de salud impecable, su objetivo es ser un triunfador.


Lo anterior viene a colación por la forma como algunos logran ese objetivo, sin importar el cómo, pero respetando las reglas. El caso de Ferreti con los Tigres, es un claro ejemplo de ello. Su directiva y afición, se plantean todas las temporadas, como casi todos los equipos el mayor objetivo: ganar el campeonato, respetando la filosofía de su técnico, pero exigiéndole resultados. Ese equipo lleva ya sete títulos, siempre de la misma forma y podría llevar muchos más si en alguno de esos fracasos el Tuca, se hubiese atrevido a jugar de otra forma.


Déjenos decirle algo: Tigres, pese a cederle la pelota al León en el segundo juego, tuvo tres oportunidades de darle la puntilla gracias a espectaculares contragolpes que no terminaron el gol, gracias a la figura del sinaloense Rodolfo Cota. En ese aspecto, Tigres fue, como lo señalamos espectacular, mientras que el León, aunque también las tuvo, entre su falta de contundencia y la figura de Nahuelpan y mermado por importantes ausencias y hasta bajas de juego, no fue capaz de superar a un doble muro defensivo de Tigres, en el que contribuyó todo el equipo.


Nos hubiese gustado que el León emparejara los cartones, es más hasta que los verdes se fueran adelante para ver la capacidad de reacción de Tigres y con ello tener la oportunidad de ver un duelo más espectacular, pero bueno, es a toro pasado. Torneos atrás, cuando Chivas les ganó la final, Tigres si bien se fue con todo al ataque, recordamos que no fue suficiente porque Ferreti, frenó un poco a los jugadores de la retaguardia por el temor de recibir otra anotación, es decir, no se la jugó del todo.


En fin “haiga sido como haiga sido”, Tigres venció a un León desdentado, de quien dijimos previamente si no habría llegado antes de tiempo en su máximo nivel. Eso nunca lo sabremos por la simple y sencilla razón de situaciones más allá de la mano de su técnico, nos referimos a lesiones y ausencias en momentos tan importantes. Tigres también las tuvo, pero en comparación con el León, su banca es de mucho mayor nivel.


En estos momentos el resto de los equipos, unos para salvarse del descenso, otros para solo mantenerse y de panzazo colarse a la liguilla y otros más para continuar siendo protagonistas, ya mueven sus piezas para reforzarse con vistas a la próxima campaña.


Para terminar, solo de pasadita: desde que supimos de que la selección sub 20 la dirigía Diego Ramírez, dudamos mucho de su capacidad y por lo tanto del éxito de ese grupo. No se puede armar un real equipo, juego de conjunto cundo dos de sus jugadores más cotizados llegan un día antes de iniciar el torneo, de eso el técnico no tiene la culpa, pero más allá, este joven ha demostrado una y otra vez que solo está prendido de la fama de su padre. Luego ampliaremos nuestro comentario, porque es hora de hacer maletas y volar hacia la Ciudad de México.


Nos vemos a nuestro regreso.

En general, el objetivo principal de la práctica de un deporte, es el de mantener un estado saludable que nos permita vivir físicamente de la mejor manera posible y gracias a ello soportar la carga de trabajo y otros temas relacionados con el resto de nuestras actividades, cuando alguien decide cambiar el objetivo principal de su desempeño como deportista profesional, indudablemente que para destacar debe mantener un estado de salud impecable, su objetivo es ser un triunfador.


Lo anterior viene a colación por la forma como algunos logran ese objetivo, sin importar el cómo, pero respetando las reglas. El caso de Ferreti con los Tigres, es un claro ejemplo de ello. Su directiva y afición, se plantean todas las temporadas, como casi todos los equipos el mayor objetivo: ganar el campeonato, respetando la filosofía de su técnico, pero exigiéndole resultados. Ese equipo lleva ya sete títulos, siempre de la misma forma y podría llevar muchos más si en alguno de esos fracasos el Tuca, se hubiese atrevido a jugar de otra forma.


Déjenos decirle algo: Tigres, pese a cederle la pelota al León en el segundo juego, tuvo tres oportunidades de darle la puntilla gracias a espectaculares contragolpes que no terminaron el gol, gracias a la figura del sinaloense Rodolfo Cota. En ese aspecto, Tigres fue, como lo señalamos espectacular, mientras que el León, aunque también las tuvo, entre su falta de contundencia y la figura de Nahuelpan y mermado por importantes ausencias y hasta bajas de juego, no fue capaz de superar a un doble muro defensivo de Tigres, en el que contribuyó todo el equipo.


Nos hubiese gustado que el León emparejara los cartones, es más hasta que los verdes se fueran adelante para ver la capacidad de reacción de Tigres y con ello tener la oportunidad de ver un duelo más espectacular, pero bueno, es a toro pasado. Torneos atrás, cuando Chivas les ganó la final, Tigres si bien se fue con todo al ataque, recordamos que no fue suficiente porque Ferreti, frenó un poco a los jugadores de la retaguardia por el temor de recibir otra anotación, es decir, no se la jugó del todo.


En fin “haiga sido como haiga sido”, Tigres venció a un León desdentado, de quien dijimos previamente si no habría llegado antes de tiempo en su máximo nivel. Eso nunca lo sabremos por la simple y sencilla razón de situaciones más allá de la mano de su técnico, nos referimos a lesiones y ausencias en momentos tan importantes. Tigres también las tuvo, pero en comparación con el León, su banca es de mucho mayor nivel.


En estos momentos el resto de los equipos, unos para salvarse del descenso, otros para solo mantenerse y de panzazo colarse a la liguilla y otros más para continuar siendo protagonistas, ya mueven sus piezas para reforzarse con vistas a la próxima campaña.


Para terminar, solo de pasadita: desde que supimos de que la selección sub 20 la dirigía Diego Ramírez, dudamos mucho de su capacidad y por lo tanto del éxito de ese grupo. No se puede armar un real equipo, juego de conjunto cundo dos de sus jugadores más cotizados llegan un día antes de iniciar el torneo, de eso el técnico no tiene la culpa, pero más allá, este joven ha demostrado una y otra vez que solo está prendido de la fama de su padre. Luego ampliaremos nuestro comentario, porque es hora de hacer maletas y volar hacia la Ciudad de México.


Nos vemos a nuestro regreso.