Culiacán, Sin.- Cautela en los padres de familia y ansias en los niños por el regreso a clases, es el común denominador que se vive en Sinaloa.
A unos cuantos días de que inicie el ciclo escolar 2021-2022, padres de familia se truenan los dedos ante la disyuntiva de mandar o no a sus hijos a las clases presenciales, o las realizan en la casa y los niños sueñan con volver a gritar en el salón, el recreo para degustar los famosos molletes o el ceviche de salchicha.
"¡Ya estoy harto, no puede ir uno a la escuela!", es la exclamación de Jorge Alberto Telechea Ponce de León y de manera ansiosa y suplicante pregunta "¿hasta cuándo se acabará el Covid?"
“Extraño ir al parque, pero más ir a la escuela porque ya quiero ver a la maestra, bueno si me toca la misma, también quiero ver a mis amigos, extraño el recreo”, señala.
A sus ocho años, Jorge no entiende por qué tuvo que dejar por tantos meses su salón de clases, contaba los días, se esmeraba en repasar sus apuntes para llegar listo a su tercer año.
Esperaba volver a su escuela Luis Donaldo Colosio de la colonia 4 de Marzo, sin embargo, sus padres de cuajo le cortaron las alas.
“Le dijimos que las clases las va a tomar en línea porque si va a la escuela va a haber un contagiadero, de chiripeada la libró con sus abuelos que se contagiaron, si lo enviamos a la escuelas es como mandarlo al matadero”, relata Jorge su padre.
El pequeño, al saber que otra vez estaría frente al monitor recibiendo sus clases, se quedó serio, él pensaba que iba a ir, andaba muy entusiasmado, “sabemos que le rompimos sus ilusiones, pero queremos un niño sano”, advierten sus padres.
Las historias son las mismas, los niños y niñas ansían pisar las aulas, juegan a la escuelita, otros niños que ni siquiera han estado en la escuela, también se contagian del entusiasmo de sus hermanitas y ensayan para llegar al jardín de niños.
Lo que llama la atención es que el común denominador en los niños, lo primero que están buscando es su cubrebocas.
“Para no contagiarnos tenemos que usar el cubrebocas, no quitárnoslo para para nada, mi hermanito que va a ir a jardín de niños, ya aprendió que debe usarlo, incluso, lo enseñamos a traerlo”, narra la niña Alejandra de los Ríos.
Dice que ella va en quinto año, su otra hermanita en tercer año y el pequeño Mateo a jardín de niños, pero que sus papás todavía no deciden si los van a mandar a la escuela, pero que su mayor ilusión es volver a las aulas.
Los papás aseguran que no los van a mandar porque temen un contagio y van a optar por las clases en línea.
Según el presidente de Mexicanos Primero David Calderón del Campo, dijo que mediante un estudio de campo que llevaron a cabo el 77 por ciento de los niños en el país ya quieren regresar a las aulas porque existe un deterioro socioemocional y la pérdida de aprendizaje, ya que se estima que cuatro y medio millones de menores están en riesgo de abandonar sus estudios.
Tal es el caso de la señora Isabel Mata Carrasco, quien asegura que prefiere dejar a sus hijos “burritos”, a que se le enfermen.
“Decidí ya no mandarlos a la escuela, que se queden burritos, los voy a enseñar a trabajar, toda mi familia es gente de trabajo, nadie estudió una carrera y afortunadamente viven bien. Yo quedé viuda, hago tortillas de harina para entregarlas en tiendas, cuando me piden banquetes para fiesta también los entregó. He batallado mucho para que los niños estudien en la casa, por lo que mejor les dije, ahí la paramos, ustedes no se aplican, yo no tengo tiempo ni dinero para darles estudio”, dijo.
Aseguró que desde que salieron de vacaciones lo estuvo meditando y llegó a la conclusión de que si la pandemia no cedía, ella iba a optar porque sus hijos dejaran la escuela.
“Uno ya terminó la secundaria iba a prepa y la otra, a tercero de secundaria, ya tienen las bases para que se defiendan en la vida y se pongan a trabajar, los tres juntos, vamos a lograr muchas cosas porque la chamba nunca me ha amilanado”, indicó.
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