Culiacán, Sin.- Ganar el oro en una olimpiada es una hazaña que pocos logran en su vida, y la sinaloense Karla Rebeca Munguía Romero demostró en la décima Olimpiada Europea Femenil de Matemáticas de lo que está hecha al coronarse campeona.
No es su primera medalla, en ediciones anteriores de esta olimpiada se había hecho con dos medallas de plata y a nivel nacional ganó varias más como representante de Sinaloa.
Para Karla, la competencia inició a los 12 años, cuando descubrió su pasión por los números y empezó a competir con otras personas como ella. El camino a la cima fue arduo pero en solo cinco años logró una verdadera hazaña.
“Siempre me ha parecido emocionante representar a México en el mundo. Cuando empecé yo era de las pequeñas y no me tocaba participar todavía, pero cuando empecé fue otra experiencia. Ya no era solo el nacional, pasé ese objetivo de poder ser yo quien representara a México y desde entonces me he enfocado en que me vaya bien. Estoy contenta con mi medalla”, contó en entrevista con El Sol de Sinaloa.
Pero para la joven culiacanense la aventura no termina aquí. Hay otros concursos internacionales en los que está interesada, incluso podría regresar en la onceaba edición de la olimpiada en la que ganó la medalla. Su próximo objetivo es la Olimpiada Internacional de Matemáticas, donde la exigencia es mayor y el nivel de los participantes es más avanzado.
Como una atleta
Ganar una olimpiada de matemáticas no es tarea fácil. Si bien este tipo de eventos no gozan con la popularidad de otros concursos deportivos, el trabajo y entrenamiento que realiza Karla para estar en condiciones de participar es tan arduo como el de un corredor olímpico.
“Hay entrenamientos que duran 10 días, y cada día son nueve horas diarias. Para mí es un entrenamiento mucho más pesado que la escuela y no te da tiempo para algo que no sea entrenar, comer y dormir. Tengo que hacerlo constantemente porque me quedo atrás, pierdo la agilidad. Es un ritmo que no podría aguantar si no me gustara tanto hacerlo”, admitió.
Cuando concursa, Karla dura enfocada cuatro horas resolviendo sus pruebas, pero para ella el tiempo se va volando cuando está entretenida resolviendo un problema.
“Lo más emocionante para mí es cuando hago las pruebas, pero también es emocionante cuando espero los resultados”, finalizó.
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