/ viernes 16 de febrero de 2024

Sasha Montenegro, más que una vedette fue el símbolo de una época

Sasha Montenegro legó algo más que el cine de ficheras, coinciden los expertos Hugo Marturano y Gerardo Gil Ballesteros

Sasha Montenegro, quien murió el pasado 14 de febrero a consecuencia de un derrame cerebral derivado de un cáncer de pulmón, es el reflejo de una época, considera el crítico de cine de esta cada editorial, Gerardo Gil Ballesteros.

Puede interesarte: Bellas de Noche y El Santo: las películas en las que participó Sasha Montenegro

“Si bien es cierto que la filmografía de Sasha Montenegro responde a la crisis del cine mexicano o a lo que muchos atribuyen que es la crisis del cine mexicano traducido en el género de la sexy comedia o llamado cine de ficheras, también hay que tomar en cuenta que ella es el reflejo de una época que no sólo está presente en el cine, sino que también ella forma parte de una picaresca popular, de un tiempo en México. La relación que tuvo con López Portillo me parece interesante, sobre todo analizar, cómo una actriz de cine absolutamente popular llega a las altas esferas, eso socialmente dice muchas cosas”, apunta en entrevista con El Sol de México.

“Su aportación al cine fue importante, tuvo oportunidad de trabajar con El Santo, incluso. Una de sus cintas, ‘Bellas de noche’, de Miguel M. Delgado, es la que da el banderazo de salida del género por el enorme éxito que tuvo y, al final sí es un clásico del cine mexicano. Aunque ha tenido un desprecio, ese tipo de películas era el reflejo de un país que tenía medios de comunicación muy cerrados, no se podía decir prácticamente nada, había una crisis económica y este tipo de cine fue una fuga”.

Hugo Maturano, experto en cine mexicano, coincide en que Sasha Montengro fue mucho más que un símbolo sexual. “En la televisión tuvo participaciones especiales, generalmente cuando una figura permanecía por muchos años retirada y volvía, era porque contaba con una imagen vinculada al imaginario popular, Sasha marcó una época, la época del destape en el cine mexicano, muchas de las personas que veían telenovelas, padres, madres y abuelos, tenían la referencia de Sasha en cine, la habían ido a ver en la pantalla grande o las repeticiones que se dieron de sus películas los años posteriores en la televisión, así que verla en telenovelas producía expectación”, señala.

“En cine como fue considerada símbolo sexual, lo cual la vinculo de por vida con las películas denominadas como cine de ficheras, aunque se desarrolló en otros géneros: hizo apariciones en el cine de luchadores, de vaqueros, melodramas, thrillers eróticos, comedia y hasta cine negro. Su imagen siempre estará vinculada a la de una sociedad ávida de explorar su sexualidad, la cual permaneció por años cerrada”.

El estigma del cine erótico

Las películas del cine de ficheras, afirma Gil Ballesteros, “nunca fueron de una gran producción, pero algunas de ellas, sobre todo al inicio, respetaban ciertos estándares. No es lo mismo ‘Bellas de noche’, que La taquera picante’ (1990), se nota en la producción, los productores querían ganar mucho dinero, produciendo muy poco y la gente se cansó.

“No creo que la gente dejara de ver estas películas por los albures o desnudos, yo creo que por eso las iban a ver, me parece que se dejaron de ver porque las producciones ya eran muy pobres”.

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Al respecto, Hugo Maturano, explica que “ella hacía la diferenciación entre escenas sexuales y lo que se denominaba ‘erotismo blanco’ y esta diferencia era principalmente por el elemento cómico que había en muchas de esas escenas, que implicaban desnudos. Quiero pensar que esa percepción le permitió dotar a sus personajes de mayor dignidad frente a la cosificación que muchas veces se vivía en el cine de aquella época, sus personajes son en la mayoría de los casos, heroínas, de cierto modo fue una heredera de los personajes de rumberas de los años 40m y 50”.

El experto pone como ejemplo la cinta “Llámenme Mike” (Alfredo Gurrola, 1979) en la que Montenegro interpreta un personaje secundario, “pero fundamental en la trama, además de mostrar que contaba con una vis cómica increíble, la película obtuvo siete nominaciones al Ariel ganando tres: Actor, Argumento original y Guion cinematográfico, pero ella no fue nominada, lo mismo pasó con ‘Noche de Califas’ (José Luis García Agraz, 1986) y en donde se recuperan muchos de los elementos del cine negro y de rumberas y que muy poco se conoce”.

Sasha Montenegro, quien murió el pasado 14 de febrero a consecuencia de un derrame cerebral derivado de un cáncer de pulmón, es el reflejo de una época, considera el crítico de cine de esta cada editorial, Gerardo Gil Ballesteros.

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“Si bien es cierto que la filmografía de Sasha Montenegro responde a la crisis del cine mexicano o a lo que muchos atribuyen que es la crisis del cine mexicano traducido en el género de la sexy comedia o llamado cine de ficheras, también hay que tomar en cuenta que ella es el reflejo de una época que no sólo está presente en el cine, sino que también ella forma parte de una picaresca popular, de un tiempo en México. La relación que tuvo con López Portillo me parece interesante, sobre todo analizar, cómo una actriz de cine absolutamente popular llega a las altas esferas, eso socialmente dice muchas cosas”, apunta en entrevista con El Sol de México.

“Su aportación al cine fue importante, tuvo oportunidad de trabajar con El Santo, incluso. Una de sus cintas, ‘Bellas de noche’, de Miguel M. Delgado, es la que da el banderazo de salida del género por el enorme éxito que tuvo y, al final sí es un clásico del cine mexicano. Aunque ha tenido un desprecio, ese tipo de películas era el reflejo de un país que tenía medios de comunicación muy cerrados, no se podía decir prácticamente nada, había una crisis económica y este tipo de cine fue una fuga”.

Hugo Maturano, experto en cine mexicano, coincide en que Sasha Montengro fue mucho más que un símbolo sexual. “En la televisión tuvo participaciones especiales, generalmente cuando una figura permanecía por muchos años retirada y volvía, era porque contaba con una imagen vinculada al imaginario popular, Sasha marcó una época, la época del destape en el cine mexicano, muchas de las personas que veían telenovelas, padres, madres y abuelos, tenían la referencia de Sasha en cine, la habían ido a ver en la pantalla grande o las repeticiones que se dieron de sus películas los años posteriores en la televisión, así que verla en telenovelas producía expectación”, señala.

“En cine como fue considerada símbolo sexual, lo cual la vinculo de por vida con las películas denominadas como cine de ficheras, aunque se desarrolló en otros géneros: hizo apariciones en el cine de luchadores, de vaqueros, melodramas, thrillers eróticos, comedia y hasta cine negro. Su imagen siempre estará vinculada a la de una sociedad ávida de explorar su sexualidad, la cual permaneció por años cerrada”.

El estigma del cine erótico

Las películas del cine de ficheras, afirma Gil Ballesteros, “nunca fueron de una gran producción, pero algunas de ellas, sobre todo al inicio, respetaban ciertos estándares. No es lo mismo ‘Bellas de noche’, que La taquera picante’ (1990), se nota en la producción, los productores querían ganar mucho dinero, produciendo muy poco y la gente se cansó.

“No creo que la gente dejara de ver estas películas por los albures o desnudos, yo creo que por eso las iban a ver, me parece que se dejaron de ver porque las producciones ya eran muy pobres”.

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Al respecto, Hugo Maturano, explica que “ella hacía la diferenciación entre escenas sexuales y lo que se denominaba ‘erotismo blanco’ y esta diferencia era principalmente por el elemento cómico que había en muchas de esas escenas, que implicaban desnudos. Quiero pensar que esa percepción le permitió dotar a sus personajes de mayor dignidad frente a la cosificación que muchas veces se vivía en el cine de aquella época, sus personajes son en la mayoría de los casos, heroínas, de cierto modo fue una heredera de los personajes de rumberas de los años 40m y 50”.

El experto pone como ejemplo la cinta “Llámenme Mike” (Alfredo Gurrola, 1979) en la que Montenegro interpreta un personaje secundario, “pero fundamental en la trama, además de mostrar que contaba con una vis cómica increíble, la película obtuvo siete nominaciones al Ariel ganando tres: Actor, Argumento original y Guion cinematográfico, pero ella no fue nominada, lo mismo pasó con ‘Noche de Califas’ (José Luis García Agraz, 1986) y en donde se recuperan muchos de los elementos del cine negro y de rumberas y que muy poco se conoce”.

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