/ miércoles 12 de diciembre de 2018

100 nuevas Universidades

100 nuevas Universidades

Entre las diez primeras promesas que hiciera en su toma de protesta el actual presidente López Obrador, se encuentra la creación de 100 universidades públicas. Que se distribuirán a lo largo y ancho de todo el país. Los alumnos de nivel medio y superior gozarán de una beca.

Lo anterior lo confirma posteriormente, el que sería Subsecretario de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social diciendo que estas universidades son ya una determinación de política pública que ha hecho el Presidente, y que es parecido al de “prepa sí” implementada por el como Jefe de Gobierno del D:F. y que al becar al estudiantado, tendrán como objetivo anclar a los jóvenes al proceso educativo y que serán vinculadas, las dos o tres carreras que se ofertarán, al potencial económico de las regiones y a las necesidades del mercado.

Apuntó el subsecretario, que las REGLAS DE OPERACIÓN se elaborarían, pero que éstas serán centradas en “la de ganar, ganar para todos”. Bien, bajo estas reglas, sólo un antipatriota o renegado puede estar en contra, pero, y vienen los peros, las reglas están en pañales aún y ya el Presidente Andrés Manuel, desde los primeros días de Octubre del año en curso, en su visita a Michoacán, anunció que la rectoría de las 100 universidades públicas que creará, tendrán en Pátzcuaro su rectoría y que en Michoacán habrá cinco, ubicadas en los municipios de Chilchota, Pajacuarán, Tácambaro, Zacapu y Áporo.

Me encanta la promesa de las 100 universidades, pero apelo a la comprensión de mis tres lectores, porque creo, estoy convencida como ciudadana y universitaria, que antes de crearlas, se debe hacer una revisión seria, profesional de las cinco mil trecientas cuarenta y tres universidades aproximadamente y de ellas dos mil ciento ochenta públicas y tres mil ciento sesenta y tres privadas.

Por ejemplo: ¿Las privadas, son Patito? Y si son registradas en la SEP, ¿cumplen los objetivos?, etc. Y si son públicas: ¿tienen las demandas educativas, ciudadanas en el sentido amplio y estricto resueltas satisfactoriamente? ¿Cumplen con los objetivos educativos y manejo financiero? ¿Responden a las necesidades nacionales y locales con sus estudios de mercado para la creación de carreras e inscripción, para garantizar fuentes de trabajo para egresados? etc. Ah, y muy importante, para las universidades públicas. ¿Tienen resueltas sus necesidades financieras para cumplir cabalmente con su objetivo central? Que es formar mujeres y hombres profesionales e investigadores competentes, suficientes y eficientes para su crecimiento como tal y en beneficio del crecimiento y desarrollo de nuestro país, tan necesitado de la luz del saber y su ejercicio en todos los campos y en los que nos encontramos en la medianía mundial.

Mientras tanto, los C. Rectores de las Públicas claman por ayuda financiera. Ya se reúnen y plantean las necesidades de cada universidad que representan. Ojalá que este nuevo gobierno satisfaga esto y más para que fortalezca y no debilite la universidad pública y su autonomía en muchos casos que son, además, a las que concurren con sus hijos las familias de menos recursos. Los días venideros nos darán las respuestas. A esperar para saber que pensar, qué decir, que hacer.

100 nuevas Universidades

Entre las diez primeras promesas que hiciera en su toma de protesta el actual presidente López Obrador, se encuentra la creación de 100 universidades públicas. Que se distribuirán a lo largo y ancho de todo el país. Los alumnos de nivel medio y superior gozarán de una beca.

Lo anterior lo confirma posteriormente, el que sería Subsecretario de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social diciendo que estas universidades son ya una determinación de política pública que ha hecho el Presidente, y que es parecido al de “prepa sí” implementada por el como Jefe de Gobierno del D:F. y que al becar al estudiantado, tendrán como objetivo anclar a los jóvenes al proceso educativo y que serán vinculadas, las dos o tres carreras que se ofertarán, al potencial económico de las regiones y a las necesidades del mercado.

Apuntó el subsecretario, que las REGLAS DE OPERACIÓN se elaborarían, pero que éstas serán centradas en “la de ganar, ganar para todos”. Bien, bajo estas reglas, sólo un antipatriota o renegado puede estar en contra, pero, y vienen los peros, las reglas están en pañales aún y ya el Presidente Andrés Manuel, desde los primeros días de Octubre del año en curso, en su visita a Michoacán, anunció que la rectoría de las 100 universidades públicas que creará, tendrán en Pátzcuaro su rectoría y que en Michoacán habrá cinco, ubicadas en los municipios de Chilchota, Pajacuarán, Tácambaro, Zacapu y Áporo.

Me encanta la promesa de las 100 universidades, pero apelo a la comprensión de mis tres lectores, porque creo, estoy convencida como ciudadana y universitaria, que antes de crearlas, se debe hacer una revisión seria, profesional de las cinco mil trecientas cuarenta y tres universidades aproximadamente y de ellas dos mil ciento ochenta públicas y tres mil ciento sesenta y tres privadas.

Por ejemplo: ¿Las privadas, son Patito? Y si son registradas en la SEP, ¿cumplen los objetivos?, etc. Y si son públicas: ¿tienen las demandas educativas, ciudadanas en el sentido amplio y estricto resueltas satisfactoriamente? ¿Cumplen con los objetivos educativos y manejo financiero? ¿Responden a las necesidades nacionales y locales con sus estudios de mercado para la creación de carreras e inscripción, para garantizar fuentes de trabajo para egresados? etc. Ah, y muy importante, para las universidades públicas. ¿Tienen resueltas sus necesidades financieras para cumplir cabalmente con su objetivo central? Que es formar mujeres y hombres profesionales e investigadores competentes, suficientes y eficientes para su crecimiento como tal y en beneficio del crecimiento y desarrollo de nuestro país, tan necesitado de la luz del saber y su ejercicio en todos los campos y en los que nos encontramos en la medianía mundial.

Mientras tanto, los C. Rectores de las Públicas claman por ayuda financiera. Ya se reúnen y plantean las necesidades de cada universidad que representan. Ojalá que este nuevo gobierno satisfaga esto y más para que fortalezca y no debilite la universidad pública y su autonomía en muchos casos que son, además, a las que concurren con sus hijos las familias de menos recursos. Los días venideros nos darán las respuestas. A esperar para saber que pensar, qué decir, que hacer.

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