Uno de los festejos más nostálgicos del año es el Día de las Madres, ese momento en el que celebras la existencia de tu progenitora, la persona que ha cuidado de ti justo antes desde que nacieras y de la que verá por ti hasta tu último día.
Espero que al día de hoy hayas conseguido su regalo, y si después de cuestionarlo, ella respondió con un “nada” esmérate lo más que puedas porque ese nada significan todo, aunque es imposible poder regalarle el mundo a la persona más importante de tu vida, haz tu mejor esfuerzo.
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Los años pasan y cuando menos piensas las cosas cambian, cambian las ideologías, pensamientos, vestimenta, costumbres y es por esto que aprovechando el día festivo, realizaremos una recopilación de las diferencias más relevantes de las mamás de la vieja escuela entre las mamás modernas, o mejor conocidas como “motomami”.
Ideología
Todos somos conscientes de que los tiempos cambian, a veces para bien, otros para mal, sin embargo, en este caso se avanza hacia la modernidad, y como parte de ese paso a algo nuevo y diferente, se encuentra la ideología.
Esto definitivamente es lo más importante que nos ayudará a diferenciar las dos épocas, es de los factores que hace caer en cuenta de cómo se ha cambiado, ¿recuerdas el criterio de años antes? Por ejemplo, esa ideología tan arraigada en la que las mujeres, si tenían pareja, no se iban de su casa hasta que salían vestidas de blanco, ya casadas, como algo muy formal, sin embargo, el pensamiento de hoy a las próximas mujeres que están interesadas en formar su vida con sus parejas, prefieren vivir juntos antes de casarse para experimentar la situación y averiguar si la relación va a funcionar.
Como otra diferencia, es que antes existían tabúes en muchos temas en torno a las relaciones, gustos, preferencias, y era mal visto que se hablaran de ellos entre las conversaciones, pero, hoy en día, la mente se ha vuelto más abierta, dispuesta a escuchar y entender lo que siente o piensa la otra persona, como una madre hablando con su hija, o una madre escuchando a su hijo.
Comportamiento
Como parte del cambio, había situaciones que se hacían y que ahora ya forman parte del pasado, tal es el caso en lo estrictas que eran, por supuesto tenía mucho que ver la escuela que las mamás tenían de antes, es lo que se les inculcó, para hacerlas unas mujeres hechas y derechas.
Algo de lo que se ha hecho muy presente es que el comportamiento de las demás era que se podía hablar mal de otra mujer y todas coincidían en ofenderlas o criticarlas. Cuando hoy, por ejemplo, que estás tomando un café con tus amigas y una de ellas se ríe de la que va pasando por la calle por no vestirse bien o por estar despeinada, las demás no van a caer en su juego, porque ya no se normaliza el juzgar a las demás personas como se hacía antes, y eso no podemos dejarlo de lado, ha sido un cambio positivo.
Vestimenta
¿Quién iba a pensar que sería muy casual que las mujeres usaran pantalón de mezclilla? Muchos, por supuesto, no lo creían, pero ya sucede. Recordemos que la manera de vestir en las mamás era muy formal y siempre cuidando que su cuerpo no enseñara de más, estuviera o no casada (factor importante). E incluso, antes se usaban medias o pantimedias de diario, y en comparación, hay chicas que no las han usado jamás, aunque se han hecho más normal usarlas en temporada de invierno, para cuidarse del frío.
Aunque haya distintas maneras de cultura y maneras de ver la vida, al final de todo las madres son las personas más nobles y sensatas, por nuestra parte, nosotros vamos a seguir consintiendo, admirando y con el mismo respeto de siempre.
La tecnología
Muchas de las mamás de antes se hubieran perdido con la tecnología en estos tiempos. Incluso, algunas madres actuales todavía luchan con estas ápocas modernas y todo lo que sea virtual. En realidad, las mamás de antes no sabían lo que era esto, ya que su tecnología no era tan avanzada como ahora. Es más, no tenían por qué preocuparse de las tareas de los hijos en una computadora. Para eso existían las bibliotecas o libros que pasaban de generación en generación en nuestros hogares. Además, lo bueno de esto es que los niños usaban sus tiempos libres para jugar y pasar más tiempo con mamá. Gran diferencia con los tiempos actuales.
En las épocas pasadas, si no te gustaba lo que tu madre cocinó no había manera de escaparse. Tenías que terminar todo lo que te ponían en el plato o te esperaba un castigo mayor.
