No hay duda de que María Inés Pérez Corral renunció como secretaria estatal de Bienestar porque la bajaron de la precandidatura a diputada federal por Morena y el primero que puso el grito en el cielo para que se ocultara o rectificara el dato, fue Enrique Inzunza Cázarez, todavía secretario General. Usó las últimas horas y minutos que le quedaban de su poder como el segundo de a bordo de la entidad para ejercer un papel protagónico que estuvo a punto de colapsar.
La dama que es de armas tomar, casi a empujones, subió una respuesta corta que tronó como advertencia. Entre líneas reveló posiblemente mucho más de lo que se supuso, sucedió en los espacios cuando resolvió dimitir al encargo que asumió en sustitución de Ruth Díaz.
A la negativa que acompañó el tímido mensaje, que insinuó que se lo ordenaron emitir como aclaración, le sumó el sobre aviso de que lo platicaría con su equipo y pronto “habrá noticias”.
Sus consideraciones no se centraron en rechazar que hubo o no algo, que la incomodó y la llevó a presentar un documento de retiro ante el gobernador Rubén Rocha Moya. No fue terminante para desmentir lo que trascendió a los medios de comunicación, que luego corrió como reguero de pólvora.
No hay que rebuscar mucho. El hecho se dio a la par en que se reveló la lista final que en principio elaboró aparentemente el Consejo Estatal de Movimiento de Regeneración Nacional y que al regresarse a Sinaloa, no contenía el nombre de la funcionaria.
Ello, impone imposible negar que la determinación se basara sencillamente en esa causa. No hay otra.
A ella la ilusionaron con tiempo que pasaría a ocupar una curul en el Congreso de la Unión y departiría con quienes buscan lograr mayoría para procesar todas as reformas de peso, que podrían cambiar el presente y el futuro de México.
Y de un día para otro, le sacaron de la bolsa la probabilidad de consumar sus planes. Tanto a la titular de Bienestar como a otros, no les gustó que los días se prolongaran sin que se emitiera la resolución de que la relación que se mandó se las devolvería al estado, intacta, ratificándose a los elegidos y, sobrevivieron a una etapa de cruda incertidumbre que no deseaban.
De María Inés Pérez Corral, aún se espera para esta semana, conocer si la convencieron de quedarse en su lugar o de que diga, que hará o qué rumbo tomará para cumplir sus sueños de ser abanderada a un puesto de elección popular que tanto anhela.
Hoy, cuando en la Secretaría General de Gobierno del Estado, ya no despacha quien operó el “estate quieta” e impidió que la sangre no llegara al río. O que ya no podrá intervenir porque ya no ocupa la silla desde la que dirigió tantas operaciones políticas y hasta personales.
Nada qué hacer Jesús Valdez ni Jesús Estrada.
El gobernador Rubén Rocha Moya acompañó con orgullo, de acuerdo a lo que afirmó, a Claudia Sheinbaum que este domingo se registró ante el Instituto Electoral como la candidata a la Presidencia de la República por los partidos Morena, del Trabajo y Verde Ecologista.
Seguramente traerá más noticias de su corta estancia en la Ciudad de México y las aportará a los reporteros en el marco de la conferencia de prensa Semanera que acostumbra los lunes desde el auditorio de Palacio de Gobierno en Culiacán. Particularmente cuando la temática política electoral está a todo lo que dá en los rincones del país y de la entidad.
El oriundo de Batequitas, tiene como jefe político a su dupla para el Senado. Imelda Castro y Enrique Inzunza, que no traen mucho contrapeso en frente.
El arribo del priista Jesús Valdez por el Partido Verde Ecologista de México y el de Jesús Estrada Ferreiro por el Partido del Trabajo, son experimentos tipo “Franquestein” que no causarán mucha merma y se antoja que ayudarán más el morenismo actual.
Los dos, aunque separados, traen una cola gigantesca que se les pisarán en cuanto se lo propongan.
Y la del PRI, PAN, PRD, Paloma Sánchez, no presentará mucha pelea porque no le interesa hacer mucho ruido. La tiene prácticamente segura. Será legisladora plurinominal y además lo será ¡agusto!
Obras Públicas, ¿bajará su ritmo por las campañas?
Pronto, Joaquín Landeros, secretario de Obras Públicas del Gobierno del Estado, estará en condiciones de enumerar qué programas o proyectos bajarán de ritmo por la etapa de campañas políticas en las que está inmerso toda la República y el territorio sinaloense.
Para no trasgredir las leyes electorales o se acuse de que se favorece a tal o cual dama o caballero ungido como pretenso.
Hay opiniones, sobre todo entre los ciudadanos, que la obra no se debe suspender porque son parte de una proyección de meses o años atrás y son demandas comunitarias que se requieren para solventar viejos rezagos, que perduraron por indiferencia de pasadas administraciones.
Hay infraestructura que urge y no se debe aplazar por motivos electorales.
El titular de la SOP, seguramente ya encuadró con el mandatario en turno, en qué casos seguirá todo igual.
Francisco Solís, partió e impuso luces sobre las sombras.
Francisco de Asís Solís Reátiga, reportero de información general y columnista de deportes en Culiacán, partió al viaje al que todo humano le tocará realizar sin necesidad de comprar boleto. Hecho de sombras y luces como cualquier persona, logró imponerse con lucidez a las adversidades.
Y con una capacidad asombrosa, se convirtió en un personaje de apoyo y consejería incondicional en las redacciones de los periódicos a los que sirvió con profesionalismo y entrega.
Afecto a la lectura y a la consulta, siempre clarificó las dudas que a muchos de los compañeros agobiaban en los apuros del pago por noviciado de escoger esta profesión u oficio. Esta que requiere de actualizaciones profesionales de manera permanente.
Nunca dejó a medias y rebuscó siempre en la veta de sus conocimientos, la orientación que se necesitaba para cada caso.
Es decir, contribuyó como un maestro dispuesto a dar las lecciones a quienes se las solicitaba, a cambio de nada.
Fue una figura de un alto sentido humano. Un hombre de lealtades y solidario, que hizo y además, escribió mucha historia. Descanse en Paz.
