/ lunes 29 de abril de 2024

Tiempos Políticos | La obra pública, arma electoral de doble filo

En la actual época electoral, la ejecución de obra pública no se suspendió porque damnificaría la urgencia de las demandas de los pobladores que añoran resolver antiguos y graves problemas de Sinaloa, pero en un proceso como el actual, mutó a la figura de un arma de doble filo porque quienes aspiran a un cargo de elección popular y son de afiliación partidista a la que profesa el gobierno en turno, la usan en su beneficio y, los opositores la esgrimen para golpear en el punto que consideran es “Talón de Aquiles” de las autoridades.

Y no necesariamente se tiene que confirmar si una acción de infraestructura se hizo bien o mal. Para atacar, la adaptan a las circunstancias que más les conviene o se apegan al cómodo recurso de quitarle o ponerle demás.

Es la herramienta de la guerra sucia de los comicios en boga.

Entre las candidatas a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, es común cuestionarse qué se construyó o qué no, o entre ambas, qué destruyeron cuando les tocó gobernar la Ciudad de México y la Delegación Miguel Hidalgo, respectivamente.

Además de verse todos los defectos, físicos y emocionales.

Es la carrera de la actuación y la omisión con tal de sacar raja política.

El secretario de Obras Públicas y Desarrollo Urbano del Gobierno del Estado, Joaquín Landeros Guicho, reafirmó que no se determinaron suspensiones de trabajos en programas del ramo.

Los reclamos de la gente no pueden aplazarse más para cumplirse. Especialmente cuando se contrajeron compromisos de palabra, porque no hay impedimento legal ni causa válida para cristalizar los proyectos.

El funcionario está consciente de que limitar estas tareas sería ofensivo para los ciudadanos, que son quienes sufren los conflictos cuando algo les falta.

Y la autoridad electoral tampoco lo enmarca. Hay que reflexionar \u0009que se registran jornadas de proselitismo interno entre partidos, precampañas, inter campañas y amplios espacios para el proselitismo pleno.

Serían muchos meses perdidos y periodos tediosos para quienes exigen se les escuche y se les solucione lo que piden.

No hay cabida para la ociosidad ni debe alentarse.

El titular de la SOPDU por ello afirma que no se detuvo el Plan de Obras para este año que aprobó el gobernador Rubén Rocha Moya, en el que se terminaron 59 obras, están en proceso 114, en licitación 21 y por finalizar 16. Y en programa para realizarse 50 más.

Ya fuera de la opinión de Joaquín Landeros Guicho, la realidad es que la obra pública está en los debates de quienes ostentan candidaturas. También quienes pertenecen a los institutos políticos afines a las dependencias gubernamentales que arribaron al poder en los últimos años, las explotan a su favor e igualmente apelan a magnificarlas.

Del otro lado, se festinan los de la oposición que las empuñan para hacer daño a sus contrincantes. Entre éstos inflan los defectos que les observan, y los que no, los fabrican con una facilidad sorprendente.

Más ello es un fenómeno inevitable, dado que ese es el pleito. Los potenciales electores quieren gobiernos y representantes populares que edifiquen obras para el desarrollo y bienestar de sus familias y comunidades, por lo que dependerá de quien en lo sucesivo, lleve a cumplimiento lo que les aseguró en campaña. Y no los deje “vestidos y alborotados”. Como novia de rancho. Con la aclaración de que en las ciudades no se escapaba a ese hecho. Las dejaban en el atrio de la Iglesia o a un paso del altar.

Un claro ejemplo de lo anterior es el abanderado a la alcaldía de Culiacán, por Morena. Juan de Dios Gámez Mendívil festeja que a los lugares que visita, los vecinos le refrendan su apoyo en agradecimiento a que les ayudó como presidente municipal, a erradicar problemáticas que los mantuvieron en angustia colectiva.

Las teorías de la caída del sistema de Coppel.

Es prácticamente imposible sustraerse a la caída del sistema de datos o de la ciber seguridad de una de las tiendas departamentales más importantes del estado, del país y de Latinoamérica –Coppel-, cuyos efectos alcanzan a un amplio segmento de la población, de proveedores y de empresarios. En las calles se habla de un acto de terrorismo financiero-empresarial.

Y las teorías que corren como reguero de pólvora, mantienen en vilo a muchos.

Las preguntas rondan vertiginosamente en el sentido de ¿qué si se trató de un error de los especialistas del área?, o ¿fue un ataque con todas las agravantes de la ley para generar el miedo y sacar provecho? Y hasta de que es una jugada publicitaria.

No se sabe con certeza que es lo que sucede o pasó recientemente.

Lo cierto es que hay, de las miles de cuentas por créditos de artículos y dinero del banco, preocupación e intriga entre los deudores y cuentahabientes.

De no poder abonar a los adeudos que mantienen, de la imposibilidad de entrar al sistema o ponerse en línea para llevar a cabo operaciones de pago y compra.

O hasta de los que investigan y sueñan con que se les borre de la plataforma, la lista o la base de información, el monto de dinero que deben, para gozar como quien se saca la lotería sin comprar cachito.

Lo belicoso y la soberbia de Benitez, Estrada y Merary.

Aunque le bajaron mucho a su grado de belicosidad contra el gobernador Rubén Rocha Moya, se estima que si Guillermo Benitez y Jesús Estrada, abanderados a una diputación local y a una senaduría por el Partido del Trabajo, logran un lugar en las respectivas cámaras, querrán levantarse en armas.

Los dos, asi lo anticiparon antes de que los erigieran como candidatos.

Ellos salieron como bandidos de las alcaldías de Mazatlán y Culiacán, y los sometieron a juicio penal.

Creen que estarán en condiciones de dar una embestida a un mandatario que apenas va a abordar el tercer año de su mandato y a quien le sobra fuerza para ponerlos quietos.

¿O hay un grupo en la Ciudad de México al que se unieron para hacerle la vida difícil del de Batequitas?

Está por verse.

También del Partido del Trabajo, la candidata a dirigir la capital del estado, Merary Villegas es asidua visitante de los restaurantes más conocidos de la ciudad y aplica el corte definitivo de comunicación con los comensales y con los periodistas, a quienes mira con aire de perdonavidas, pero con modosidad visible, los quiere llevar a su oficina de campaña todos los martes para explayarse como si le pertenecieran. Qué cosas.

En la actual época electoral, la ejecución de obra pública no se suspendió porque damnificaría la urgencia de las demandas de los pobladores que añoran resolver antiguos y graves problemas de Sinaloa, pero en un proceso como el actual, mutó a la figura de un arma de doble filo porque quienes aspiran a un cargo de elección popular y son de afiliación partidista a la que profesa el gobierno en turno, la usan en su beneficio y, los opositores la esgrimen para golpear en el punto que consideran es “Talón de Aquiles” de las autoridades.

Y no necesariamente se tiene que confirmar si una acción de infraestructura se hizo bien o mal. Para atacar, la adaptan a las circunstancias que más les conviene o se apegan al cómodo recurso de quitarle o ponerle demás.

Es la herramienta de la guerra sucia de los comicios en boga.

Entre las candidatas a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, es común cuestionarse qué se construyó o qué no, o entre ambas, qué destruyeron cuando les tocó gobernar la Ciudad de México y la Delegación Miguel Hidalgo, respectivamente.

Además de verse todos los defectos, físicos y emocionales.

Es la carrera de la actuación y la omisión con tal de sacar raja política.

El secretario de Obras Públicas y Desarrollo Urbano del Gobierno del Estado, Joaquín Landeros Guicho, reafirmó que no se determinaron suspensiones de trabajos en programas del ramo.

Los reclamos de la gente no pueden aplazarse más para cumplirse. Especialmente cuando se contrajeron compromisos de palabra, porque no hay impedimento legal ni causa válida para cristalizar los proyectos.

El funcionario está consciente de que limitar estas tareas sería ofensivo para los ciudadanos, que son quienes sufren los conflictos cuando algo les falta.

Y la autoridad electoral tampoco lo enmarca. Hay que reflexionar \u0009que se registran jornadas de proselitismo interno entre partidos, precampañas, inter campañas y amplios espacios para el proselitismo pleno.

Serían muchos meses perdidos y periodos tediosos para quienes exigen se les escuche y se les solucione lo que piden.

No hay cabida para la ociosidad ni debe alentarse.

El titular de la SOPDU por ello afirma que no se detuvo el Plan de Obras para este año que aprobó el gobernador Rubén Rocha Moya, en el que se terminaron 59 obras, están en proceso 114, en licitación 21 y por finalizar 16. Y en programa para realizarse 50 más.

Ya fuera de la opinión de Joaquín Landeros Guicho, la realidad es que la obra pública está en los debates de quienes ostentan candidaturas. También quienes pertenecen a los institutos políticos afines a las dependencias gubernamentales que arribaron al poder en los últimos años, las explotan a su favor e igualmente apelan a magnificarlas.

Del otro lado, se festinan los de la oposición que las empuñan para hacer daño a sus contrincantes. Entre éstos inflan los defectos que les observan, y los que no, los fabrican con una facilidad sorprendente.

Más ello es un fenómeno inevitable, dado que ese es el pleito. Los potenciales electores quieren gobiernos y representantes populares que edifiquen obras para el desarrollo y bienestar de sus familias y comunidades, por lo que dependerá de quien en lo sucesivo, lleve a cumplimiento lo que les aseguró en campaña. Y no los deje “vestidos y alborotados”. Como novia de rancho. Con la aclaración de que en las ciudades no se escapaba a ese hecho. Las dejaban en el atrio de la Iglesia o a un paso del altar.

Un claro ejemplo de lo anterior es el abanderado a la alcaldía de Culiacán, por Morena. Juan de Dios Gámez Mendívil festeja que a los lugares que visita, los vecinos le refrendan su apoyo en agradecimiento a que les ayudó como presidente municipal, a erradicar problemáticas que los mantuvieron en angustia colectiva.

Las teorías de la caída del sistema de Coppel.

Es prácticamente imposible sustraerse a la caída del sistema de datos o de la ciber seguridad de una de las tiendas departamentales más importantes del estado, del país y de Latinoamérica –Coppel-, cuyos efectos alcanzan a un amplio segmento de la población, de proveedores y de empresarios. En las calles se habla de un acto de terrorismo financiero-empresarial.

Y las teorías que corren como reguero de pólvora, mantienen en vilo a muchos.

Las preguntas rondan vertiginosamente en el sentido de ¿qué si se trató de un error de los especialistas del área?, o ¿fue un ataque con todas las agravantes de la ley para generar el miedo y sacar provecho? Y hasta de que es una jugada publicitaria.

No se sabe con certeza que es lo que sucede o pasó recientemente.

Lo cierto es que hay, de las miles de cuentas por créditos de artículos y dinero del banco, preocupación e intriga entre los deudores y cuentahabientes.

De no poder abonar a los adeudos que mantienen, de la imposibilidad de entrar al sistema o ponerse en línea para llevar a cabo operaciones de pago y compra.

O hasta de los que investigan y sueñan con que se les borre de la plataforma, la lista o la base de información, el monto de dinero que deben, para gozar como quien se saca la lotería sin comprar cachito.

Lo belicoso y la soberbia de Benitez, Estrada y Merary.

Aunque le bajaron mucho a su grado de belicosidad contra el gobernador Rubén Rocha Moya, se estima que si Guillermo Benitez y Jesús Estrada, abanderados a una diputación local y a una senaduría por el Partido del Trabajo, logran un lugar en las respectivas cámaras, querrán levantarse en armas.

Los dos, asi lo anticiparon antes de que los erigieran como candidatos.

Ellos salieron como bandidos de las alcaldías de Mazatlán y Culiacán, y los sometieron a juicio penal.

Creen que estarán en condiciones de dar una embestida a un mandatario que apenas va a abordar el tercer año de su mandato y a quien le sobra fuerza para ponerlos quietos.

¿O hay un grupo en la Ciudad de México al que se unieron para hacerle la vida difícil del de Batequitas?

Está por verse.

También del Partido del Trabajo, la candidata a dirigir la capital del estado, Merary Villegas es asidua visitante de los restaurantes más conocidos de la ciudad y aplica el corte definitivo de comunicación con los comensales y con los periodistas, a quienes mira con aire de perdonavidas, pero con modosidad visible, los quiere llevar a su oficina de campaña todos los martes para explayarse como si le pertenecieran. Qué cosas.