/ jueves 23 de enero de 2020

Simulacro de Sismo, entre la vida y la muerte


"Y retiemble en sus centros la tierra" (Francisco González Bocanegra - Himno Nacional Mexicano 1853).

Un sismo o terremoto es un fenómeno natural que ocurre cuando al menos dos placas tectónicas de la tierra se deslizan repentinamente una contra otra.

El tamaño de un terremoto se mide en una magnitud cuantitativa (Richter); la cual en teoría no tiene límite pero un 9 equivale a un grado de destrucción total.

El terremoto de mayor magnitud registrado en el mundo fue de intensidad 9,5 en Chile el 22 de mayo de 1960. El más mortal en el mundo ocurrió en 1556 en el centro de China (830000 personas muertas).

Se estima que hay al rededor de 500000 terremotos que se detectan en el mundo cada año; de esos se pueden percibir 100000 y aproximadamente 100 de ellos causan daños.

Uno de los límites de placas más activo es el de la Placa del Pacífico, comúnmente conocida como el Anillo de Fuego del Pacífico; y Alaska es una de las regiones con mayor actividad sísmica del mundo.

Los terremotos pueden ser a cualquier hora del día o de la noche, de forma violenta y repentina. Si un terremoto sucede en una zona poblada, puede causar daños a la comunidad, a la propiedad, lesiones e incluso varias muertes.

El riesgo aumenta en una zona costera; ya que además existe la posibilidad de tsunami.

Sumado a esto; también pueden provocar fugas de agua, gas, inundaciones, explosiones o incendios.

En ocasiones los terremotos tienen terremotos pequeños que ocurren en lugar en el que ocurre el terremoto más grande y son llamados premonitorios.

Los terremotos también tienen réplicas posteriores que pueden continuar durante semanas, meses e incluso años después de la descarga principal.

Los científicos no pueden predecir los terremotos, y es poco probable que lo puedan hacer. Sabemos que habrá más terremotos pero no tenemos forma de saber ¿cómo? ¿cuándo? o ¿Dónde? puede ocurrir un movimiento telúrico.

Lo que si sabemos es lo que podemos hacer para protegernos, tener un plan de desastres, prepararnos para ayudar a disminuir la ansiedad, las pérdidas y el miedo.

El sobrevivir a un terremoto y reducir el impacto en la salud requiere de preparación, planificación y práctica.

Con mucha anticipación podemos acumular suministros de emergencia, identificar y disminuir los posibles riesgos y practicar lo que debe hacer durante y después de un terremoto. Aprender qué medidas se deben tomar puede ayudarnos a permanecer sanos y salvos en caso de un terremoto.

Los sistemas de protección civil comentan que la clave para sobrevivir y reducir riesgos es planificar, preparar y practicar lo que se debe hacer en caso de que suceda un desastre.

Se recomienda realizar simulacros de práctica; durante un terremoto, la mayoría de las muertes y lesiones son causadas por materiales de construcción que colapsan y objetos pesados que caen, tales como estantes, gabinetes y sistemas de calefacción.

Determinar cuáles son los lugares más seguros en su hogar o lugar de trabajo, buscar esos sitios en lugares públicos y practicar con los niños la forma más segura de llegar a ellos.

En un simulacro se debe evaluar si tenemos tiempo de evacuar y de no ser así debemos TIRARNOS al piso, CUBRIRNOS la cabeza y el cuello (bajo una mesa o escritorio resistente). AFERRARNOS a un resguardo hasta que el zarandeo se detenga.

Es importante cerrar llaves del gas, cortar tomas de corriente. Es posible que pasado el terremoto, deba evacuar la zona dañada.

Ahome, los Mochis y el fuerte son los sitios en los que se han registrado siete sismos en Sinaloa (en lo que llevamos de 2020), con magnitudes entre 3.7 y 4.3.

El pasado 20 de enero se realizó el mega simulacro a nivel nacional; Instituciones de las tres órdenes de gobierno, empresas y sociedad de los municipios de Ahome, Culiacán y Mazatlán participaron con el objetivo de practicar sus conocimientos en caso de presentar cualquier emergencia.

Todos deberíamos estar preparados y saber lo mínimo que se requiere. Parece algo muy tonto pero puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Se requieren de medidas y normas para implementar, debe haber un sistema de alarmas, rutas de evacuación, zonas de seguridad y resguardo entre otras.

¿Estamos listos para cuando pase alguna contingencia?

Tenemos tiempo para prepararnos hasta que "retiemble desde el centro la tierra".


"Y retiemble en sus centros la tierra" (Francisco González Bocanegra - Himno Nacional Mexicano 1853).

Un sismo o terremoto es un fenómeno natural que ocurre cuando al menos dos placas tectónicas de la tierra se deslizan repentinamente una contra otra.

El tamaño de un terremoto se mide en una magnitud cuantitativa (Richter); la cual en teoría no tiene límite pero un 9 equivale a un grado de destrucción total.

El terremoto de mayor magnitud registrado en el mundo fue de intensidad 9,5 en Chile el 22 de mayo de 1960. El más mortal en el mundo ocurrió en 1556 en el centro de China (830000 personas muertas).

Se estima que hay al rededor de 500000 terremotos que se detectan en el mundo cada año; de esos se pueden percibir 100000 y aproximadamente 100 de ellos causan daños.

Uno de los límites de placas más activo es el de la Placa del Pacífico, comúnmente conocida como el Anillo de Fuego del Pacífico; y Alaska es una de las regiones con mayor actividad sísmica del mundo.

Los terremotos pueden ser a cualquier hora del día o de la noche, de forma violenta y repentina. Si un terremoto sucede en una zona poblada, puede causar daños a la comunidad, a la propiedad, lesiones e incluso varias muertes.

El riesgo aumenta en una zona costera; ya que además existe la posibilidad de tsunami.

Sumado a esto; también pueden provocar fugas de agua, gas, inundaciones, explosiones o incendios.

En ocasiones los terremotos tienen terremotos pequeños que ocurren en lugar en el que ocurre el terremoto más grande y son llamados premonitorios.

Los terremotos también tienen réplicas posteriores que pueden continuar durante semanas, meses e incluso años después de la descarga principal.

Los científicos no pueden predecir los terremotos, y es poco probable que lo puedan hacer. Sabemos que habrá más terremotos pero no tenemos forma de saber ¿cómo? ¿cuándo? o ¿Dónde? puede ocurrir un movimiento telúrico.

Lo que si sabemos es lo que podemos hacer para protegernos, tener un plan de desastres, prepararnos para ayudar a disminuir la ansiedad, las pérdidas y el miedo.

El sobrevivir a un terremoto y reducir el impacto en la salud requiere de preparación, planificación y práctica.

Con mucha anticipación podemos acumular suministros de emergencia, identificar y disminuir los posibles riesgos y practicar lo que debe hacer durante y después de un terremoto. Aprender qué medidas se deben tomar puede ayudarnos a permanecer sanos y salvos en caso de un terremoto.

Los sistemas de protección civil comentan que la clave para sobrevivir y reducir riesgos es planificar, preparar y practicar lo que se debe hacer en caso de que suceda un desastre.

Se recomienda realizar simulacros de práctica; durante un terremoto, la mayoría de las muertes y lesiones son causadas por materiales de construcción que colapsan y objetos pesados que caen, tales como estantes, gabinetes y sistemas de calefacción.

Determinar cuáles son los lugares más seguros en su hogar o lugar de trabajo, buscar esos sitios en lugares públicos y practicar con los niños la forma más segura de llegar a ellos.

En un simulacro se debe evaluar si tenemos tiempo de evacuar y de no ser así debemos TIRARNOS al piso, CUBRIRNOS la cabeza y el cuello (bajo una mesa o escritorio resistente). AFERRARNOS a un resguardo hasta que el zarandeo se detenga.

Es importante cerrar llaves del gas, cortar tomas de corriente. Es posible que pasado el terremoto, deba evacuar la zona dañada.

Ahome, los Mochis y el fuerte son los sitios en los que se han registrado siete sismos en Sinaloa (en lo que llevamos de 2020), con magnitudes entre 3.7 y 4.3.

El pasado 20 de enero se realizó el mega simulacro a nivel nacional; Instituciones de las tres órdenes de gobierno, empresas y sociedad de los municipios de Ahome, Culiacán y Mazatlán participaron con el objetivo de practicar sus conocimientos en caso de presentar cualquier emergencia.

Todos deberíamos estar preparados y saber lo mínimo que se requiere. Parece algo muy tonto pero puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Se requieren de medidas y normas para implementar, debe haber un sistema de alarmas, rutas de evacuación, zonas de seguridad y resguardo entre otras.

¿Estamos listos para cuando pase alguna contingencia?

Tenemos tiempo para prepararnos hasta que "retiemble desde el centro la tierra".