/ jueves 8 de febrero de 2024

Política en Serio | Entre datos y relatos, la violencia resiste y persiste

“¿no es ese desdén hacia la vida de las mujeres

una forma de misoginia en sí mismo?”

Nuria Varela

Los relatos abundan mientras los datos sobre la violencia en Sinaloa son consistentes y aumentan; cerramos el 2023 con dos llamadas al día de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra las mujeres y 4 llamadas al día por violencia de pareja, sin embargo, estas llamadas sólo reflejan una parte de nuestra realidad cotidiana, donde falta justicia y sobra el silencio e impunidad.

De enero a diciembre del año pasado se recibían 58 llamadas al día relacionadas con incidentes de violencia familiar, esto se traduce en al menos más de dos llamadas cada hora, consumándose esto al menos en denuncia en 21 delitos de violencia familiar. La ola de violencia no para ahí, hay al menos una persona al día que es víctima de un delito de violación.

El secretariado ejecutivo del sistema nacional de seguridad pública, nos muestra el lugar número nueve que ocupa Sinaloa en la radiografía nacional respecto a los delitos por feminicidio y teniendo a Culiacán, Ahome y Mazatlán dentro de los 100 municipios con mayor número de violencia feminicida. Es este aumento el que ha llevado a cuestionar a las autoridades sobre su serio compromiso con la seguridad hacia las mujeres, niñas y adolescentes.

La tipificación del delito de feminicidio tiene tiempo en nuestra legislación local y la aplicación de la perspectiva de género en ella, los protocolos y carpetas de investigación, no son un hecho consumado, basta con observar las declaraciones de la fiscalía, la secretaría de las mujeres, entre otras autoridades para dar cuenta de ello, y analizar, ahora sí con perspectiva de género, los datos de los homicidios dolosos, culposos y “suicidios”.

La magnitud de la violencia nos avasalla socialmente, por eso me parece preocupante minimizar cifras, sabiendo además la existencia de muchos expedientes sin resolver y el dolor externo que producen estas ausencias en los hogares, por eso creo que la feminización de la política debe reflejarse en la sensibilidad y voluntad con la que las autoridades actúan frente a este cáncer de la violencia.

Desde hace tiempo tengo la convicción de que la alianza y estrategia entre las mujeres políticas, académicas y activistas es clave para la garantía de los derechos humanos, esencialmente por que la historia nos lo recuerda y especialmente por que hoy nos necesitamos con auténtico compromiso para salvaguardar la vida de todas ya que ante nuestros ojos la violencia resiste y persiste…

“¿no es ese desdén hacia la vida de las mujeres

una forma de misoginia en sí mismo?”

Nuria Varela

Los relatos abundan mientras los datos sobre la violencia en Sinaloa son consistentes y aumentan; cerramos el 2023 con dos llamadas al día de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra las mujeres y 4 llamadas al día por violencia de pareja, sin embargo, estas llamadas sólo reflejan una parte de nuestra realidad cotidiana, donde falta justicia y sobra el silencio e impunidad.

De enero a diciembre del año pasado se recibían 58 llamadas al día relacionadas con incidentes de violencia familiar, esto se traduce en al menos más de dos llamadas cada hora, consumándose esto al menos en denuncia en 21 delitos de violencia familiar. La ola de violencia no para ahí, hay al menos una persona al día que es víctima de un delito de violación.

El secretariado ejecutivo del sistema nacional de seguridad pública, nos muestra el lugar número nueve que ocupa Sinaloa en la radiografía nacional respecto a los delitos por feminicidio y teniendo a Culiacán, Ahome y Mazatlán dentro de los 100 municipios con mayor número de violencia feminicida. Es este aumento el que ha llevado a cuestionar a las autoridades sobre su serio compromiso con la seguridad hacia las mujeres, niñas y adolescentes.

La tipificación del delito de feminicidio tiene tiempo en nuestra legislación local y la aplicación de la perspectiva de género en ella, los protocolos y carpetas de investigación, no son un hecho consumado, basta con observar las declaraciones de la fiscalía, la secretaría de las mujeres, entre otras autoridades para dar cuenta de ello, y analizar, ahora sí con perspectiva de género, los datos de los homicidios dolosos, culposos y “suicidios”.

La magnitud de la violencia nos avasalla socialmente, por eso me parece preocupante minimizar cifras, sabiendo además la existencia de muchos expedientes sin resolver y el dolor externo que producen estas ausencias en los hogares, por eso creo que la feminización de la política debe reflejarse en la sensibilidad y voluntad con la que las autoridades actúan frente a este cáncer de la violencia.

Desde hace tiempo tengo la convicción de que la alianza y estrategia entre las mujeres políticas, académicas y activistas es clave para la garantía de los derechos humanos, esencialmente por que la historia nos lo recuerda y especialmente por que hoy nos necesitamos con auténtico compromiso para salvaguardar la vida de todas ya que ante nuestros ojos la violencia resiste y persiste…