/ miércoles 18 de mayo de 2022

Pensión digna: derecho de las mujeres

Todas y todos pensamos alguna vez en el futuro, mientras somos productivos y si tenemos un trabajo remunerado nos gusta verlo de manera positiva, porque sabemos que en algún momento nos enfrentaremos a la decisión del retiro y queremos que sea en las mejores condiciones, así es que nuestra tranquilidad radica en planear una pensión sea una solución, no un problema.

Nuestra generación ha tenido que atravesar y adaptarse a varios cambios, en 1997 el Estado mexicano creó el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) y las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores). Han pasado más de dos décadas y la Comisión Nacional del Sistema del Ahorro para Retiro (Consar) ha informado que los primeros 27,396 trabajadores que pertenecen a la primera generación afore se han jubilado, con una pensión mínima que oscila entre 2,622 y 8,241 pesos mensuales, monto que depende de su Salario Base de Cotización (SBC).

La problemática empieza con que la cantidad de pensionados es mayor a los 12,000 calculada en 2019 por la Asociación de Mexicana de Afores (Amafore) y muestra los efectos de la reforma a la Ley de Seguridad Social aprobada en diciembre del 2020; que autorizó la reducción de semanas de cotización de 1,250 (24 años laborados) a 750 (14 años). Por lo que a partir de 2022 y hasta el 2031 se incrementarán en 25 semanas por año hasta llegar a las 1,000 semanas. Es decir, para este año, las semanas de cotización mínimas para tener acceso a la jubilación serán 775.

La reforma del 2020 se basó en el incremento en las aportaciones tripartitas –del empleador, trabajador y gobierno– para su fondo de ahorro para el retiro, la cual pasará de 5.15 a 13.87% entre el 2023 y el 2030.

La aportación patronal pasará de 3.150% hasta alcanzar un tope de 11.875% al final de la década; mientras que el trabajador seguirá con la cuota de 1.125% y en el caso del gobierno éste aportará 0.225% hasta el cierre del 2022 y a partir del 2023, dejará de hacer esta aportación.

Ante esta primera generación de pensionados por afores, las personas del régimen de 1997, deberían tomar consciencia de que el monto de las pensiones mínimas es insuficiente, ¿pero quién les informa al respecto? y es que, en un escenario optimista, esto es una alerta a tomar conciencia e incentivar el incremento en los montos del ahorro y la movilidad social. Quienes deseen vivir con su pensión mínima, deben saber que estarán en riesgo de caer en el rango de pobreza.

El debate ha sido complejo, uno de los argumentos es que “si exhortan a ahorrar al patrón y no al trabajador tendrá consecuencias porque el empleador podría pagar menos al ahorrador”.

Ahora, ¿cómo afecta esto a las mujeres? sin duda es su compleja posición y condición de trabajo remunerado y garantía de seguridad social lo que las coloca siempre en mayor riesgo financiero, y el panorama es aún peor, ya que solo el 48% de las mujeres en México ahorran y sólo 28% ahorran para su retiro, en contraste con el 55% y 40%, respectivamente, de los hombres, de acuerdo con cifras de Asociación Mexicana de AFORES (Amafore).

Si analizamos que cerca del 60 por ciento de las mujeres no tienen ingresos por dedicarse a los cuidados y actividades no remuneradas, y del porcentaje restante, de las que sí reciben una remuneración por su trabajo, aproximadamente el 60 por ciento lo hacen en el sector informal. De las que sí cotizan a seguridad social (trabajan en la formalidad) el 83% recibe hasta tres salarios mínimos (es decir tres salarios mínimos o menos) esto en los datos presentados por el gobierno de México, teniendo la proyección de que las pensiones de mujeres pueden ser hasta 43% menores que las de los hombres.

Las brechas se siguen abriendo para la mujeres, aún si hablamos de un futuro en el que parece más igualitario, por lo que sumar al debate público una pensión digna como derecho humano es agenda pendiente.

Todas y todos pensamos alguna vez en el futuro, mientras somos productivos y si tenemos un trabajo remunerado nos gusta verlo de manera positiva, porque sabemos que en algún momento nos enfrentaremos a la decisión del retiro y queremos que sea en las mejores condiciones, así es que nuestra tranquilidad radica en planear una pensión sea una solución, no un problema.

Nuestra generación ha tenido que atravesar y adaptarse a varios cambios, en 1997 el Estado mexicano creó el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) y las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores). Han pasado más de dos décadas y la Comisión Nacional del Sistema del Ahorro para Retiro (Consar) ha informado que los primeros 27,396 trabajadores que pertenecen a la primera generación afore se han jubilado, con una pensión mínima que oscila entre 2,622 y 8,241 pesos mensuales, monto que depende de su Salario Base de Cotización (SBC).

La problemática empieza con que la cantidad de pensionados es mayor a los 12,000 calculada en 2019 por la Asociación de Mexicana de Afores (Amafore) y muestra los efectos de la reforma a la Ley de Seguridad Social aprobada en diciembre del 2020; que autorizó la reducción de semanas de cotización de 1,250 (24 años laborados) a 750 (14 años). Por lo que a partir de 2022 y hasta el 2031 se incrementarán en 25 semanas por año hasta llegar a las 1,000 semanas. Es decir, para este año, las semanas de cotización mínimas para tener acceso a la jubilación serán 775.

La reforma del 2020 se basó en el incremento en las aportaciones tripartitas –del empleador, trabajador y gobierno– para su fondo de ahorro para el retiro, la cual pasará de 5.15 a 13.87% entre el 2023 y el 2030.

La aportación patronal pasará de 3.150% hasta alcanzar un tope de 11.875% al final de la década; mientras que el trabajador seguirá con la cuota de 1.125% y en el caso del gobierno éste aportará 0.225% hasta el cierre del 2022 y a partir del 2023, dejará de hacer esta aportación.

Ante esta primera generación de pensionados por afores, las personas del régimen de 1997, deberían tomar consciencia de que el monto de las pensiones mínimas es insuficiente, ¿pero quién les informa al respecto? y es que, en un escenario optimista, esto es una alerta a tomar conciencia e incentivar el incremento en los montos del ahorro y la movilidad social. Quienes deseen vivir con su pensión mínima, deben saber que estarán en riesgo de caer en el rango de pobreza.

El debate ha sido complejo, uno de los argumentos es que “si exhortan a ahorrar al patrón y no al trabajador tendrá consecuencias porque el empleador podría pagar menos al ahorrador”.

Ahora, ¿cómo afecta esto a las mujeres? sin duda es su compleja posición y condición de trabajo remunerado y garantía de seguridad social lo que las coloca siempre en mayor riesgo financiero, y el panorama es aún peor, ya que solo el 48% de las mujeres en México ahorran y sólo 28% ahorran para su retiro, en contraste con el 55% y 40%, respectivamente, de los hombres, de acuerdo con cifras de Asociación Mexicana de AFORES (Amafore).

Si analizamos que cerca del 60 por ciento de las mujeres no tienen ingresos por dedicarse a los cuidados y actividades no remuneradas, y del porcentaje restante, de las que sí reciben una remuneración por su trabajo, aproximadamente el 60 por ciento lo hacen en el sector informal. De las que sí cotizan a seguridad social (trabajan en la formalidad) el 83% recibe hasta tres salarios mínimos (es decir tres salarios mínimos o menos) esto en los datos presentados por el gobierno de México, teniendo la proyección de que las pensiones de mujeres pueden ser hasta 43% menores que las de los hombres.

Las brechas se siguen abriendo para la mujeres, aún si hablamos de un futuro en el que parece más igualitario, por lo que sumar al debate público una pensión digna como derecho humano es agenda pendiente.