/ viernes 26 de mayo de 2023

La voz del cácaro | ¡A Vender Calzones!

No es un secreto que entre la CONADE, dirigida por Ana Guevara, y el Comité Olímpico Mexicano, (COM) a cargo de María José Alcalá, existen diferencias que tienen al deporte mexicano hecho pedazos. “Por mí que vendan calzones, trajes de baño, Avon o Tupperware…”, explotó la Guevara furiosa en un programa de radio, refiriéndose a las nadadoras que obtuvieron dos medallas de oro en la reciente Copa del Mundo de Natación Artística, y que se quejaban de no haber recibido apoyo alguno por parte de la CONADE. Ni tarda ni perezosa, María José Alcalá aprovechó para anunciar la creación de un fideicomiso privado, para apoyar a los atletas que buscan ganarse un boleto para París 2024. ¿Le irá mejor al deporte mexicano o es como venderle el alma al diablo?

Distinto a su costumbre de interrumpir a sus entrevistados, esa tarde el periodista Enrique Hernández Alcázar, titular de “El Weso” de W Radio, permitió hablar a Ana Guevara largo y tendido acerca de las quejas del equipo mexicano de natación artística. Aunque más le hubiera valido quedarse callada. Y es que al calor de sus propias palabras, la ex senadora y medallista olímpica, fue prendiendo la mecha a lo largo de la entrevista, hasta que en un arranque de furia, explotó y terminó por decir cosas de las que se arrepentiría unos segundos después. Aunque en el fondo, razón no le faltaba.

Las pugnas y las acusaciones entre la Conade y el COM no son recientes, vienen de largo tiempo atrás. Para el basurero de la historia queda el caso de Alfredo Castillo, maléfica creación del presidente Peña Nieto, quien lo nombró director de la Conade durante parte de su sexenio. Como buen reyezuelo en turno, Alfredo Castillo impuso su cacicazgo al frente de la Conade y, al igual que Ana Guevara, se le fue la vida en pelearse con el COM. Eso sí, estando casado, tuvo la ocurrencia llevar a la Olimpiada de Río de Janeiro 2016 a su amante, y hasta la puso a desfilar con la delegación mexicana en la apertura de los Juegos. Chulada.

Vender calzones y lo que se deje

Si bien en las palabras furibundas de Ana Guevara, se asoma un innegable desprecio por la selección mexicana de natación artística, también son un recordatorio de que en la iniciativa privada está el billete. Ese billete que se necesita para preparar y, para poner a competir en Juegos Olímpicos, a atletas de excelencia. Por lo pronto ya suena en los medios el nombre de Todos Somos Olímpicos, el fideicomiso ideado por el COM y, financiado por empresarios, el cual llegó para “apoyar” a todos aquellos atletas que han sido ninguneados por la Conade. Pero, ¿a qué costo?

No habría que perder de vista que en esta vida todo es de ida y vuelta, y que aquel que le vende el alma al diablo, algún día tiene que liquidar la factura. Los empresarios no son como papá gobierno, que esconde la mugre debajo del tapete y sólo la saca cuando le conviene. No. Los empresarios hacen auditorías y piden cuentas. Y sobre todo, siempre buscan obtener utilidades a cambio de su inversión. Así las cosas, no debería de asombrarnos y, mucho menos escandalizarnos, ver a nuestros flamantes atletas olímpicos anunciando crema de afeitar o bebidas energizantes, o de plano, al igual que los jugadores de la Selección Mexicana de Fútbol, haciendo malabares como improvisados comentaristas deportivos en algún canal de Televisa o de Tv Azteca. Eso, si no es que acaban como personajes de relleno en algún Big Brother. El que paga manda.

Y para muestra, la siempre cuestionada Selección Mexicana de fútbol, la cual es propiedad de los dueños de los equipos que conforman la Federación Mexicana de Fútbol, y, veladamente, de los anunciantes que apoquinan millones de dólares por concepto de patrocinios. Si bien los resultados del Tri dejan mucho qué desear, tanto en Copas del Mundo como en torneos bananeros, también es cierto que en manos de la iniciativa privada se ha desarrollado una próspera industria del fútbol mexicano, en la que todas las partes se llevan su buena tajada. ¿Podría ocurrir algo parecido con los deportes olímpicos? Mientras el deporte sea visto como entretenimiento, muy probablemente.

La suerte de “Anita”

Si bien, al ver que el mundo se le venía encima tras sus dichos, Ana Guevara ya no quiso meterse en líos, sí dio a entender que su bronca con las nadadoras que ganaron el oro en Egipto, se debe, entre otras grillas, a que como lo aseguró una ex seleccionada nacional de natación artística, la entrenadora de la selección explota a las nadadoras como si fueran sus empleadas. Y no sólo eso, pues además de recibir recursos de empresas como Telcel, pide que la Conade le suelte más dinero, además de los apoyos que las nadadoras ya reciben en especie, como las instalaciones que usan para entrenar. Como quien dice, no tienen llenadera. Pero bueno, lo cierto es que volvieron de Egipto con dos medallas de oro en su especialidad.

De la Conade a la “Con Hambre”

A poco más de un año de que termine el sexenio, las voces claman por la destitución de Ana Guevara como dirigente de la Conade. Al parecer el pueblo bueno y sabio no perdona la frialdad y soberbia con las que “Anita” (así la llama el presidente) hizo referencia a las nadadoras. Y es que “Anita” no las trae todas consigo en estos últimos días. Pues como si se tratara de una siniestra broma del destino, durante la pasada inauguración de los Juegos Nacionales Conade Morelos 2023, el maistro de ceremonias del evento, en vez de decir la Conade, dijo la “Con hambre”. Sí, se le chispoteó. ¿O será que lo dijo nomás por hacer la maldad? Por cierto, alguna vez el ex presidente Peña Nieto dijo en público: “Rosario, no te preocupes, hay que aguantar…”, haciendo referencia a la denuncia panista en contra de Rosario Robles, ex titular de Sedesol, por usar electoralmente la Cruzada contra el Hambre en Veracruz. ¿Será que desde Palacio Nacional terminemos escuchando “Anita”, no te preocupes, hay que aguantar?

No es un secreto que entre la CONADE, dirigida por Ana Guevara, y el Comité Olímpico Mexicano, (COM) a cargo de María José Alcalá, existen diferencias que tienen al deporte mexicano hecho pedazos. “Por mí que vendan calzones, trajes de baño, Avon o Tupperware…”, explotó la Guevara furiosa en un programa de radio, refiriéndose a las nadadoras que obtuvieron dos medallas de oro en la reciente Copa del Mundo de Natación Artística, y que se quejaban de no haber recibido apoyo alguno por parte de la CONADE. Ni tarda ni perezosa, María José Alcalá aprovechó para anunciar la creación de un fideicomiso privado, para apoyar a los atletas que buscan ganarse un boleto para París 2024. ¿Le irá mejor al deporte mexicano o es como venderle el alma al diablo?

Distinto a su costumbre de interrumpir a sus entrevistados, esa tarde el periodista Enrique Hernández Alcázar, titular de “El Weso” de W Radio, permitió hablar a Ana Guevara largo y tendido acerca de las quejas del equipo mexicano de natación artística. Aunque más le hubiera valido quedarse callada. Y es que al calor de sus propias palabras, la ex senadora y medallista olímpica, fue prendiendo la mecha a lo largo de la entrevista, hasta que en un arranque de furia, explotó y terminó por decir cosas de las que se arrepentiría unos segundos después. Aunque en el fondo, razón no le faltaba.

Las pugnas y las acusaciones entre la Conade y el COM no son recientes, vienen de largo tiempo atrás. Para el basurero de la historia queda el caso de Alfredo Castillo, maléfica creación del presidente Peña Nieto, quien lo nombró director de la Conade durante parte de su sexenio. Como buen reyezuelo en turno, Alfredo Castillo impuso su cacicazgo al frente de la Conade y, al igual que Ana Guevara, se le fue la vida en pelearse con el COM. Eso sí, estando casado, tuvo la ocurrencia llevar a la Olimpiada de Río de Janeiro 2016 a su amante, y hasta la puso a desfilar con la delegación mexicana en la apertura de los Juegos. Chulada.

Vender calzones y lo que se deje

Si bien en las palabras furibundas de Ana Guevara, se asoma un innegable desprecio por la selección mexicana de natación artística, también son un recordatorio de que en la iniciativa privada está el billete. Ese billete que se necesita para preparar y, para poner a competir en Juegos Olímpicos, a atletas de excelencia. Por lo pronto ya suena en los medios el nombre de Todos Somos Olímpicos, el fideicomiso ideado por el COM y, financiado por empresarios, el cual llegó para “apoyar” a todos aquellos atletas que han sido ninguneados por la Conade. Pero, ¿a qué costo?

No habría que perder de vista que en esta vida todo es de ida y vuelta, y que aquel que le vende el alma al diablo, algún día tiene que liquidar la factura. Los empresarios no son como papá gobierno, que esconde la mugre debajo del tapete y sólo la saca cuando le conviene. No. Los empresarios hacen auditorías y piden cuentas. Y sobre todo, siempre buscan obtener utilidades a cambio de su inversión. Así las cosas, no debería de asombrarnos y, mucho menos escandalizarnos, ver a nuestros flamantes atletas olímpicos anunciando crema de afeitar o bebidas energizantes, o de plano, al igual que los jugadores de la Selección Mexicana de Fútbol, haciendo malabares como improvisados comentaristas deportivos en algún canal de Televisa o de Tv Azteca. Eso, si no es que acaban como personajes de relleno en algún Big Brother. El que paga manda.

Y para muestra, la siempre cuestionada Selección Mexicana de fútbol, la cual es propiedad de los dueños de los equipos que conforman la Federación Mexicana de Fútbol, y, veladamente, de los anunciantes que apoquinan millones de dólares por concepto de patrocinios. Si bien los resultados del Tri dejan mucho qué desear, tanto en Copas del Mundo como en torneos bananeros, también es cierto que en manos de la iniciativa privada se ha desarrollado una próspera industria del fútbol mexicano, en la que todas las partes se llevan su buena tajada. ¿Podría ocurrir algo parecido con los deportes olímpicos? Mientras el deporte sea visto como entretenimiento, muy probablemente.

La suerte de “Anita”

Si bien, al ver que el mundo se le venía encima tras sus dichos, Ana Guevara ya no quiso meterse en líos, sí dio a entender que su bronca con las nadadoras que ganaron el oro en Egipto, se debe, entre otras grillas, a que como lo aseguró una ex seleccionada nacional de natación artística, la entrenadora de la selección explota a las nadadoras como si fueran sus empleadas. Y no sólo eso, pues además de recibir recursos de empresas como Telcel, pide que la Conade le suelte más dinero, además de los apoyos que las nadadoras ya reciben en especie, como las instalaciones que usan para entrenar. Como quien dice, no tienen llenadera. Pero bueno, lo cierto es que volvieron de Egipto con dos medallas de oro en su especialidad.

De la Conade a la “Con Hambre”

A poco más de un año de que termine el sexenio, las voces claman por la destitución de Ana Guevara como dirigente de la Conade. Al parecer el pueblo bueno y sabio no perdona la frialdad y soberbia con las que “Anita” (así la llama el presidente) hizo referencia a las nadadoras. Y es que “Anita” no las trae todas consigo en estos últimos días. Pues como si se tratara de una siniestra broma del destino, durante la pasada inauguración de los Juegos Nacionales Conade Morelos 2023, el maistro de ceremonias del evento, en vez de decir la Conade, dijo la “Con hambre”. Sí, se le chispoteó. ¿O será que lo dijo nomás por hacer la maldad? Por cierto, alguna vez el ex presidente Peña Nieto dijo en público: “Rosario, no te preocupes, hay que aguantar…”, haciendo referencia a la denuncia panista en contra de Rosario Robles, ex titular de Sedesol, por usar electoralmente la Cruzada contra el Hambre en Veracruz. ¿Será que desde Palacio Nacional terminemos escuchando “Anita”, no te preocupes, hay que aguantar?