/ lunes 22 de mayo de 2023

Estación Rosales | Día Nacional del Hombre: ¿una mala copia o un acto de reivindicación?

Recientemente se publicó en la gaceta parlamentaria del Congreso de la Unión de la Comisión Permanente, la iniciativa de la Senadora María Graciela Gaitán Díaz de San Luís Potosí, del Partido Verde Ecologista de México, presentada con el objeto de proclamar el 19 de noviembre como el Día Nacional del Hombre.

En 5 hojas con encabezado, logotipos, y espaciado de renglón y medio en sus párrafos, expone los motivos de su propuesta, citando que la igualdad entre mujeres y hombres es un derecho humano muy importante, que la Constitución General de la Republica, (quiso decir Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos), prohíbe toda forma de discriminación, que la Ley General para la Igualdad entre Hombres y Mujeres, tiene por objeto regular y garantizar la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres, y que, en 1999, por iniciativa del Comité Internacional del Hombre, en el país de Trinidad y Tobago se proclamó el Día Internacional del Hombre, en un evento anual celebrado cada 19 de noviembre.

Un tanto rescatable del documento, se encuentra el párrafo que menciona los temas: La salud de los hombres y del niño; La mejora de las relaciones de género; La promoción de una mayor igualdad de género; La puesta en relieve de modelos masculinos positivos; Celebrar las contribuciones positivas de los hombres a la sociedad, comunidad, familia, matrimonio, cuidado de niños y el medio ambiente; etc; mismos, que forman parte de planes y programas contenidos en el eje transversal de la perspectiva de género en las distintas instituciones de los 3 niveles de gobierno, que no hacen necesaria una iniciativa de ley decorativa, pero si acciones al respecto.

Qué es lo que lleva a una legisladora como María Graciela Gaitán Díaz, docente de formación, ex perredista, ex regidora, ex diputada local, hoy integrante de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado, a presentar una iniciativa de ley que con el mismo texto ya ha sido presentada por otros y otras legisladoras como Martha Alicia Arreola Martínez, diputada federal de Durango, el 11 de octubre de 2022, la de ella, ocupo solo 3 hojas.

Eludir los siglos y siglos, donde las mujeres no fuimos nombradas o reconocidas en las artes y las ciencias, por el contrario, este tipo de participación se consideró prohibido, o condenado a la hoguera, por lo que algunas no tuvieron opciones y recurrieron a los seudónimos o al claustro para hacer aquello que en su tiempo era visto como una virtud de los hombres, inteligir, pensar o razonar.

A pasar por alto, que la conmemoración del día internacional de las mujeres, el 08 de marzo de cada año, se remonta a hechos históricos y a movimientos de mujeres y feministas, que en una búsqueda por tener acceso a derechos como los otorgados a hombres blancos, ricos y heterosexuales se emprendió desde hace siglos para que estos no fueran exclusivos de ellos o de priviligeados.

Prescindir de todos y cada uno de los vestigios que han demostrado la desigualdad y la exclusión que las mujeres sufrimos en consecuencia a una forma de pensamiento alrededor de los deseos y necesidades de los hombres, que nos colocan en situaciones de desventaja o inclusive a la par de los animales, y el costo que hemos pagado por ello.

Suprimir la lucha de Olympia de Gouges, Mary Wollstonecraft, Harriet Hardy Taylor Mill, Elvia Carrillo Puerto, Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, Marcela Lagarde y muchas, muchas más por quienes hoy somos reconocidas como pares, como iguales, y que si se ha plasmado la igualdad de género en los instrumentos jurídicos internacionales, la constitución y las leyes, ha sido para eliminar las brechas de desigualdad y de subordinación de las mujeres, y no diseñar otra norma desde el enfoque de la masculinidad hegemónica.

Con su proclamación del Día del Hombre, nos olvidan, nos invisibilizan, y nos borran del mapa.

Recientemente se publicó en la gaceta parlamentaria del Congreso de la Unión de la Comisión Permanente, la iniciativa de la Senadora María Graciela Gaitán Díaz de San Luís Potosí, del Partido Verde Ecologista de México, presentada con el objeto de proclamar el 19 de noviembre como el Día Nacional del Hombre.

En 5 hojas con encabezado, logotipos, y espaciado de renglón y medio en sus párrafos, expone los motivos de su propuesta, citando que la igualdad entre mujeres y hombres es un derecho humano muy importante, que la Constitución General de la Republica, (quiso decir Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos), prohíbe toda forma de discriminación, que la Ley General para la Igualdad entre Hombres y Mujeres, tiene por objeto regular y garantizar la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres, y que, en 1999, por iniciativa del Comité Internacional del Hombre, en el país de Trinidad y Tobago se proclamó el Día Internacional del Hombre, en un evento anual celebrado cada 19 de noviembre.

Un tanto rescatable del documento, se encuentra el párrafo que menciona los temas: La salud de los hombres y del niño; La mejora de las relaciones de género; La promoción de una mayor igualdad de género; La puesta en relieve de modelos masculinos positivos; Celebrar las contribuciones positivas de los hombres a la sociedad, comunidad, familia, matrimonio, cuidado de niños y el medio ambiente; etc; mismos, que forman parte de planes y programas contenidos en el eje transversal de la perspectiva de género en las distintas instituciones de los 3 niveles de gobierno, que no hacen necesaria una iniciativa de ley decorativa, pero si acciones al respecto.

Qué es lo que lleva a una legisladora como María Graciela Gaitán Díaz, docente de formación, ex perredista, ex regidora, ex diputada local, hoy integrante de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado, a presentar una iniciativa de ley que con el mismo texto ya ha sido presentada por otros y otras legisladoras como Martha Alicia Arreola Martínez, diputada federal de Durango, el 11 de octubre de 2022, la de ella, ocupo solo 3 hojas.

Eludir los siglos y siglos, donde las mujeres no fuimos nombradas o reconocidas en las artes y las ciencias, por el contrario, este tipo de participación se consideró prohibido, o condenado a la hoguera, por lo que algunas no tuvieron opciones y recurrieron a los seudónimos o al claustro para hacer aquello que en su tiempo era visto como una virtud de los hombres, inteligir, pensar o razonar.

A pasar por alto, que la conmemoración del día internacional de las mujeres, el 08 de marzo de cada año, se remonta a hechos históricos y a movimientos de mujeres y feministas, que en una búsqueda por tener acceso a derechos como los otorgados a hombres blancos, ricos y heterosexuales se emprendió desde hace siglos para que estos no fueran exclusivos de ellos o de priviligeados.

Prescindir de todos y cada uno de los vestigios que han demostrado la desigualdad y la exclusión que las mujeres sufrimos en consecuencia a una forma de pensamiento alrededor de los deseos y necesidades de los hombres, que nos colocan en situaciones de desventaja o inclusive a la par de los animales, y el costo que hemos pagado por ello.

Suprimir la lucha de Olympia de Gouges, Mary Wollstonecraft, Harriet Hardy Taylor Mill, Elvia Carrillo Puerto, Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, Marcela Lagarde y muchas, muchas más por quienes hoy somos reconocidas como pares, como iguales, y que si se ha plasmado la igualdad de género en los instrumentos jurídicos internacionales, la constitución y las leyes, ha sido para eliminar las brechas de desigualdad y de subordinación de las mujeres, y no diseñar otra norma desde el enfoque de la masculinidad hegemónica.

Con su proclamación del Día del Hombre, nos olvidan, nos invisibilizan, y nos borran del mapa.