Por Sandra Solís
Culiacán, Sin.- Parecía una pesadilla, pero no lo es. Un díadespués de la tormenta que cayó en gran parte de Sinaloa se veahora reflejado en tragedias familiares. Personas que perdierontodo lo que tenían y ahora esperan que los puedan ayudar.
Un recorrido muestra los daños que dejó el agua, ese vitallíquido que para muchos es riqueza, ahora para otros se haconvertido en una desgracia. La fuerza de la corriente hizo quesubiera el nivel a más de un metro de altura y se metió a cientosde domicilios sorprendiendo a sus moradores que nada pudieron hacerpara salvar sus pertenencias.
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Ahora están ante la realidad. Muchas pérdidas de artículos.Algunas familias sufrieron algo peor, pérdidas de vidas humanasque buscaban salvar a otros, pero que por desgracia no lo pudieronlograr y pagaron el precio.
Dejan dolor en Culiacán y Sinaloa y ahora viene lareconstrucción. Esperan que sea efectiva y no sea una pesadilla dela que ya quieren despertar. Ecos de una tragedia.
