A las 8 de la mañana, empezaron a reunirse jinetes en Surutato para celebrar la edición número 18 de la tradicional cabalgata.
"El que no conoce Surutato no conoce Sinaloa", gritaba Rodolfo Sepúlveda, uno de los organizadores de la cabalgata, indicando que personas de estados vecinos como Durango, Chihuahua y Sonora arribaron a la sindicatura perteneciente a Badiraguato.
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El recorrido fue de 20 kilómetros; los jinetes pasaron por las veredas adornadas con flores amarillentas y pinos del poblado.
Durante el recorrido, siempre estuvieron sonando canciones interpretadas por banda sinaloense hasta llegar al mirador La Nariz, para después retornar a donde sería la fiesta.
Los inconvenientes
A pesar de la fiesta, había cierto ambiente de tensión, puesto que desde la mañana trascendieron imágenes de un helicóptero perteneciente a la Secretaría de Marina surcando los cielos del municipio.
En Surutato también se vio presencia de militares recorriendo la calle principal de Surutato; sin embargo, la paz se mantuvo y la fiesta no se interrumpió.
Cuando los jinetes regresaron al punto de inicio, el cielo se tornó oscuro y la lluvia comenzó.
Algunos caballos fueron refugiados del aguacero en las carpas instaladas; otros permanecieron bajo la lluvia siendo montados y bailando.
Incluso algunas parejas salieron de las carpas para danzar al son de la banda bajo la lluvia.
